El ordenador de Bárcenas y su secretaria de Génova sacuden el regreso del PP

La vuelta de vacaciones va a ser intensa en el caso Bárcenas. El Partido Popular va a tener que ver al otro lado de la barrera cómo se desarrollan los acontecimientos en la Audiencia Nacional, que ponen en jaque todo el organigrama de la formación. Esta semana, el Juzgado Central de Instrucción número 5 se dispondrá a realizar el volcado de los dos ordenadores utilizados durante la época de tesorero y gerente de Luis Bárcenas, ahora en prisión incondicional, que el PP entregó por orden judicial.

El juez Pablo Ruz quiere ratificar que la información entregada por Bárcenas en un pendrive con la contabilidad B del partido coincide con la guardada en los dos aparatos electrónicos. En el caso que los peritos informáticos detecten alguna manipulación del disco duro después de que Bárcenas abandonara la sede de la formación política, la credibilidad del partido quedaría en entredicho. Por el contrario, si se demuestra que los datos con ingresos y salidas de dinero B del PP no fueron apuntados a lo largo del tiempo, sino que el extesorero lo redactó a posteriori y de una tacada, su tesis quedaría desmontada.

Unos días más tarde, las secretarias de Bárcenas y de su antecesor en la tesorería, Álvaro Lapuerta, tienen cita con Ruz para declarar en calidad de testigos en la pieza separada dentro del caso Gürtel, en la que se investigan los papeles publicados con donaciones y sobresueldos presuntamente ilegales relacionados con el PP, cuya autoría es de Luis Bárcenas. La acusación representada por Izquierda Unida estaba muy interesada en escuchar lo que tienen que decir sobre las citas de los extesoreros, tanto dentro como fuera de su despacho, con empresarios que entregaron donaciones al partido. La tesis del partido que preside Mariano Rajoy es que todas las donaciones fueron legales, mientras que la versión de los empresarios es desmentir que ellos acudieran personalmente a entregar dinero al partido.

La declaración de las secretarias Rosa María López Merinero y Estrella Domínguez López, fijada por el juez para el próximo día 10 de septiembre con el visto bueno de fiscal anticorrupción, Antonio Romeral, podría desmentir la versión de los empresarios si reconocen que sus jefes tuvieron citas con ellos, como asegura Bárcenas, que afirmó haber recibido maletines con dinero de los propios empresarios imputados, y podrían desvelar algún tipo de información sobre el conocimiento de esa caja B. Ese mismo día, el juez interrogará a tres miembros del Departamento de Auditoría Interna de la formación política para que den una explicación sobre las cuentas del partido.

Lapuerta evita el paseíllo

El tesorero del partido cuando Bárcenas era gerente, Álvaro Lapuerta, por ahora ha evitado dar una explicación ante el juez después de que Bárcenas cambiara su discurso y admitiera esa contabilidad B en el partido y el pago de sobresueldos. El delicado estado de salud de Lapuerta ha evitado que se produzca ese interrogatorio. A principios de mes, el médico forense de la Audiencia Nacional le volverá a examinar para ver si en esta ocasión está en condiciones de declarar. El extesorero ha estado en coma tras una caída en la entrada de su casa, que se agravó por su avanzada edad.

Hasta el momento, Lapuerta ha negado la existencia de esa contabilidad paralela al margen del Tribunal de Cuentas. Sin embargo, en su última declaración, Bárcenas dejó bien claro que él era conocedor y partícipe de todo lo que ocurría en las cuentas del partido y que él fue quien le enseñó su funcionamiento una vez que le dio el testigo de la tesorería. El PP ve con preocupación que Lapuerta haya decidió cambiar de abogado y dejar de lado a Javier Iglesias, un letrado muy afín a la formación. Según el entorno del extesorero, busca una defensa más alejada del foco mediático y ha elegido a un abogado con gran reputación en Cataluña, Cristóbal Martell.

Giro del caso

Las acusaciones no descartan solicitar nuevas imputaciones, a la vista que sólo están encausados algunos de los empresarios que aparecen en los papeles y ningún miembro de la formación que ostenta hora el poder, aparte de los dos últimos ex esoreros

Precisamente, el caso dio un giro cuando Bárcenas cambió de abogado. A partir de ese momento, pasó de negar la autoría de los papeles, donde aparece el pago durante dos décadas de donaciones por parte de empresarios y la entrega de dinero en concepto de sobresueldos a dirigentes del partido, a reconocerlos y reafirmarlos. Esos papeles están escritos por Bárcenas, pero tienen la firma donde Lapuerta da el visto bueno a las entradas y salidas de dinero.

El juez ha requerido a los peritos caligráficos que certifiquen si la firma es de Lapuerta, tal y como sostiene su sucesor. Hasta que esto ocurra, el partido ha salido en defensa del extesorero de Génova. Por el momento, han evitado compararlo con Bárcenas y buscan un apoyo en su declaración. El viernes pasado, el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, sostenía en una entrevista que ambos extesoreros no tienen nada que ver entre sí. A su juicio, Lapuerta es una persona decente que no tiene cuentas en Suiza.

Una vez que se lleven a cabo las diligencias, las acusaciones no descartan solicitar nuevas imputaciones, a la vista de que sólo están encausados algunos de los empresarios que aparecen en los papeles y ningún miembro de la formación que ostenta ahora el poder, aparte de los dos últimos extesoreros. Según fuentes de la acusación, de los que aparecen en los papeles se ha citado a menos de la mitad y una vez que se escuche a las secretarias habrá nuevos movimientos. Asimismo, quieren solicitar que se una a la causa el reglamento interno del PP. Mientras tanto, la Fiscalía Anticorrupción está elaborando un informe para analizar los datos aportados por Bárcenas, que, según fuentes fiscales, podrían no cuadrar con la realidad.