Las clases magistrales de Mister Pesc

"No podréis hacer bien vuestro trabajo como directivos -ni en la empresa, ni en el sistema financiero ni en el sector público- si no tenéis en cuenta el entorno mundial que estamos viviendo y los desafíos globales a los que debemos hacer frente". Con estas palabras se dirigía Javier Solana a los alumnos del MBA de la escuela de negocios de ESADE. No es una casualidad: desde diciembre de 2010 ocupa la presidencia del Centro ESADE de Economía Global y Geopolítica. Un socialista con pedigrí dedicado a la formación de futuros empresarios, directivos y altos cargos.

¿Sería así si José Luís Rodríguez Zapatero hubiera aceptado su candidatura a la alcaldía de Madrid? Tras su marcha como Mister PESC (política exterior y de seguridad común), quiso competir con Alberto Ruiz-Gallardón por el ayuntamiento, pero el presidente lo descartó por edad. No era la primera vez; en 2002, el sector guerrista de la FSM lo propuso como candidato, pero entonces impusieron a Trinidad Jiménez; en esta ocasión el candidato fue Jaime Lissavetzky.

Javier Solana nunca fue amigo de peleas políticas, y menos de las de segunda división, así que se retiró de la batalla. Sólo contó a los más íntimos lo sucedido. Nadie entendió la postura del secretario general. El perfil de Mister PESC hubiera podido arrancar votos a una derecha que las encuestas consideraban ganadora. Tras el desastroso resultado en Galicia y Euskadi, primero, y en Cataluña después, Zapatero quiso echar marcha atrás. Fue tarde. Como premio de consolación, le pidió que se encargara de elaborar la estrategia Española de Seguridad con despacho en Moncloa pero sin cargo ni sueldo. Al poco tiempo, José Manuel Entrecanales le ofreció ser su asesor. Acciona necesitaba su conocimiento y agenda para su expansión internacional y Solana aceptó.

Es un hombre culto con fama de trabajador. Se licenció en Ciencias Físicas en 1964, el mismo año que ingresó en el PSOE. Sobrino-nieto de Salvador de Madariaga, quedó huérfano de padre antes de los 20. Si muchos socialistas presumen de haber estado en Paris en Mayo del 68, Solana puede poner en su larga biografía el haber protestado contra la guerra de Vietnam, ya que durante un lustro, y con una beca de la Fundación Fulbright, curso estudios en varias universidades norteamericanas, incluso presidió la Asociación de Universitarios Extranjeros. Al volver a España se doctoró y siguió vinculado a la vida académica hasta 1980, cuando tuvo que decidir entre Física y política. El resultado es del todo conocido.

Decir ‘no’ a la OTAN y llegar a su cúpula

Fue un buen Portavoz del Gobierno, puso en marcha la LOGSE que se gestó con Maravall en su etapa Ministro de Educación y le toco la lotería cuando se hizo cargo de la cartera de Exteriores en sustitución de Francisco Fernández Ordoñez -porque le ahorró el desgaste personal y político sufrido por muchos de sus compañeros enredados en la guerra sucia de los GAL y los escándalos de corrupción- además de servirle de trampolín para convertirse en el primer político que habiendo renegado de una institución (fue el autor de un manifiesto titulado “50 razones para decir No a la OTAN”) llegaría, ironías del destino, a ocupar la máxima responsabilidad con el apoyo de Bill Clinton. Luego se convirtió en el Alto Responsable de la Política Exterior y Seguridad Común de la UE hasta que, en diciembre de 2009, con la entrada del Tratado de Lisboa, dijo adiós.

El 11 de diciembre de 2013 se sometió a una operación de cuatro horas en el Clínic de Barcelona para donar un riñón “a un ser muy querido”. No quiso dar más detalles. Fue un éxito

Para muchos, este incondicional de la idea de Europa, asiduo asistente a las reuniones del Club Bilderberg, es uno de los políticos que mejor han entendido la España autonómica, aunque los partidos nacionalistas vascos no perdonen que Solana afirmara, contundente, cuando Montenegro votó separarse de Serbia, que comparar la situación de los Balcanes con el País Vasco "rayaba el delirium tremens". En esta década creció su prestigio de hábil negociador: medió con éxito en varios conflictos, elaboró la primera doctrina de Seguridad y Defensa aunque tropezó con el desafío nuclear de Irán y el drama de Palestina. En la rueda de prensa de su marcha dijo que diez años “eran más que suficientes”, aunque otros pensaron que, con la limitación de altos cargos por país, era incompatible su presencia y la de su amigo Joaquín Almunia.

El 11 de diciembre de 2013 se sometió a una operación de cuatro horas en el Clínic de Barcelona para donar un riñón “a un ser muy querido”. No quiso dar más detalles. Fue un éxito. El periodista Pepe Oneto asegura que el receptor era su hijo Diego. Nadie ha confirmado ni desmentido la noticia, pero el silencio no significa nada, a su familia nunca le ha gustado la notoriedad. Hoy asegura que no aceptaría volver al primer plano de la política pero a través de la cátedra dice lo que piensa. No hace tanto hizo un llamamiento para que las instituciones que gobiernan el mundo se adapten al siglo XXI y no queden obsoletas.

Hoy, a Javier Solana los paisanos de Bueu lo ven dando las largas caminatas, bañándose cuando cae el sol en la playa de Lapamán, porque desde hace muchos años pasa las vacaciones en Galicia.