Ruz deja a Bárcenas el ritmo del caso por su oposición a buscar los papeles

Desde que se inició la investigación del caso Bárcenas sólo una de las acusaciones populares personadas ha solicitado la búsqueda de los papeles del extesorero, el eje sobre el que pivota todo el procedimiento. Pero el instructor, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, desestimó esa petición el pasado junio aduciendo que era “improcedente o innecesaria” para esclarecer los hechos denunciados. Los únicos papeles que Ruz tienen en su poder son los aportados por El País (fotocopias) y El Mundo (originales), y las nueve carpetas y el lápiz de memoria que el propio extesorero entregó en su última declaración, cuando consideró que ese movimiento podía ser beneficioso para la peculiar partida de ajedrez que está librando con la Justicia.

Si Ruz no lo impide, Bárcenas volverá a hacer el próximo movimiento. El extesorero aseguró que aportará nuevos documentos en su siguiente comparecencia. No desveló qué datos guarda pero el abogado y exdiputado del PP que le asesoró cuando se destapó el caso, Jorge Trías Sagnier, aseguró en su declaración como testigo que el exsenador popular se llevó nueve cajas de Génova con información contable y otros datos relacionados con el partido.

La misma acusación que ya pidió sin éxito el registro de la vivienda del extesorero del PP, el Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ODESC), planea ahora volver a solicitarlo para evitar que sea Bárcenas el que decida el ritmo del procedimiento en función de sus intereses personales, según aseguran a este diario fuentes de esta asociación. Los abogados que ejercen la representación de Odesc consideran inaudito que, siete meses después de que aparecieran las fotocopias de los papeles, Ruz no haya ordenado aún a la Policía que busque toda la documentación que esconde Bárcenas para tratar de incluirla en el sumario. En su opinión, en la causa ya han aparecido suficientes indicios que demuestran la existencia de más papeles y también la importancia que tendrían en la evolución del proceso.

Su hallazgo no tiene por qué ser tan difícil como se presupone. Bárcenas ha tenido el tiempo suficiente para diseminar y ocultar las pruebas con las que pretende salvarse, pero en su última declaración aseguró que en realidad siempre han estado almacenadas en su propia vivienda. Incluso expresó su sorpresa por el hecho de que el instructor no haya decidido aún registrarla para buscarla. “Los papeles estaban en mi casa”, afirmó en su última comparecencia.

Evitar la destrucción de pruebas

Los abogados de Odesc volverán a solicitar a Ruz que dé ese paso cuanto antes para evitar que las pruebas puedan ser destruidas o manipuladas. Este es precisamente el motivo por el que otras acusaciones populares personadas en el proceso se oponen a solicitar el registro de las propiedades de Bárcenas. Según estas acusaciones, el exsenador del PP podría haber adulterado la contabilidad de la formación en su propio beneficio y su inclusión en la causa desvirtuaría los próximos pasos de la instrucción judicial. De hecho, para estas otras acusaciones, la pieza separada del caso Gürtel sólo debe asentarse sobre las fotocopias que entregó El País a la Fiscalía Anticorrupción el pasado febrero, al considerar que se hicieron públicas de forma fortuita. A su juicio, cualquier prueba que aparezca ahora puede haber sido fabricada.

Sin embargo, Odesc mantiene que sin el hallazgo de todos los documentos Bárcenas seguirá teniendo en su mano el rumbo y la velocidad del caso. Hasta ahora, ha apuntando con especial intensidad contra Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal y ha dejado otros nombres en un segundo plano, como el de José María Aznar. Para esta acusación, Ruz debe ser el que delimite el objeto de la investigación y no la estrategia de defensa de Bárcenas, como en su opinión está ocurriendo.

Lo cierto es que la actuación de la Policía en el caso Bárcenas contrasta con la de otros episodios similares. En el caso Método 3, por ejemplo, la Policía reaccionó, en cuanto se filtraron los primeros informes de la agencia de detectives, registrando su sede y los domicilios de sus empleados. Los agentes se incautaron de la abundante documentación generada durante 28 años de investigaciones, neutralizando de este modo el riesgo de su difusión descontrolada y su posible uso interesado en la instrucción.

La Policía también detuvo a los trabajadores de la agencia. Pero a Bárcenas, curiosamente, no se la ha detenido nunca. Su ingreso en prisión se decretó tras una vista en la Audiencia Nacional a la que llegó por su propio pie. Fuentes policiales aseguran a este diario que si en el caso Bárcenas no se ha actuado del mismo modo que en el escándalo de Método 3 es únicamente porque no lo ha decidido Ruz.

Solicitud de imputación de Arriola

Por otro lado, el sindicato de funcionarios Manos Limpias, que también ejerce la acusación popular en esta pieza del caso Gürtel, pedirá hoy al magistrado que reclame a la Agencia Tributarias las declaraciones de la renta y de patrimonio correspondientes a la última década de Pedro Arriola, colaborador de Aznar y Rajoy y una de las personas que figura en los papeles de Bárcenas como perceptoras de pagos en negro. En concreto, según los apuntes del exsenador, Arriola habría percibido presuntamente del PP 7,2 millones de euros en la última década por supuestas labores de asesoramiento demoscópico al partido, la cuantía más elevada que los papeles atribuyen a una sola persona.

Manos Limpias pedirá la imputación de Arriola en la causa por estos pagos junto a otras diligencias, al considerar que sería uno de los mayores beneficiados por las cuentas opacas del PP. En el supuesto de que se niegue a colaborar, esta acusación asegura que pedirá un careo entre Arriola y Bárcenas para tratar de arrojar luz sobre la relación que ambos mantuvieron.