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La 'vendetta' fría de un concejal contra Francisco Álvarez-Cascos
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UNA MOCIÓN LE HARÁ PERDER UNA DE SUS ALCALDÍAS MÁS QUERIDAS

La 'vendetta' fría de un concejal contra Francisco Álvarez-Cascos

Como el Cid, el expresidente del Principado de Asturias Sergio Marqués gana batallas después de muerto. En 1999, una decisión de Francisco Álvarez-Cascos, entonces secretario general

Foto: La 'vendetta' fría de un concejal contra Francisco Álvarez-Cascos
La 'vendetta' fría de un concejal contra Francisco Álvarez-Cascos

Como el Cid, el expresidente del Principado de Asturias Sergio Marqués gana batallas después de muerto. En 1999, una decisión de Francisco Álvarez-Cascos, entonces secretario general del Partido Popular, le descabalgó de su puesto de jefe del Ejecutivo autonómico tras un enfrentamiento fratricida justificado con la retórica frase de "más vale partido sin Gobierno que Gobierno sin partido". Hoy, casi tres décadas después, un concejal de la formación que se vio obligado a fundar después de su salida del PP (Unión Renovadora Asturiana, URAS) le ha brindado su pequeña venganza: es la pieza clave en una moción de censura en el concejo de Valdés (capital, Luarca), el feudo que hasta ahora regía el partido del antiguo dirigente 'popular', Foro Asturias (en coalición con el PP y el propio URAS), y uno de sus éxitos en las elecciones municipales de 2011.

La decisión del único concejal de URAS, Balbino Suárez, de retirar su apoyo a la entente de derechas que gobernaba el municipio y firmar la moción de censura que el próximo 27 de julio le entregará la alcaldía al socialista Simón Guardado ha caído como un jarro de agua fría en el partido de Cascos. Todo Foro Asturias se ha lanzado en tromba contra Suárez por lo que consideran una traición al ideario conservador y a los votantes de la organización que lideró hasta su muerte Sergio Marqués.

Una noticia con morbo
Las razones de URAS para sumarse a la moción que encabezan PSOE e Izquierda Unida tienen que ver con las críticas a la falta de gobernabilidad que se suelen aducir en este tipo de situaciones, así como con el enfrentamiento que el todavía alcalde, José Vallejo, mantiene con sus socios de gobierno e, incluso, con concejales de su propio grupo municipal. Sin embargo, en el imaginario de los habitantes del concejo y de casi todos los asturianos, esta decisión se interpreta como una venganza retardada de los partidarios de Marqués y de los detractores del exdirigente del PP.

De hecho, la noticia tiene más morbo por las características de personajes supuestamente secundarios en Valdés que por el cambio en la alcaldía, a lo que ha contribuido la irritación pública de Foro Asturias por su pase a la oposición, con declaraciones muy sonadas. Curiosamente, quien más pegas había puesto a la iniciativa había sido Izquierda Unida, que recela de la figura de Balbino Suárez y llegó a intentar, sin éxito, que no formara parte del nuevo equipo de gobierno de Valdés. 

Suárez es un viejo conocido de la política municipal. Fue concejal del PP y su presidente local, en una época en la que estaban a la orden del día las peleas personales entre los ‘populares’, enfrentamientos a los que él no fue ajeno. Esta es una de las razones que aduce Foro para vaticinar que el nuevo gobierno de Valdés no va durar ni un suspiro. Entre las peculiaridades del concejal se cuenta, por ejemplo, su boda el verano pasado, en su pueblo natal y por el rito ‘vaqueiro’, una fiesta típica del Occidente asturiano en la que se recuerdan las costumbres de una etnia que estuvo proscrita en la zona desde la Edad Media hasta prácticamente el siglo XX.

A partir del 27 de julio, se cerrará la experiencia de gobierno local del centro derecha, que ha durado poco más de dos años, después de que Foro Asturias celebrara como se merecía su triunfo en 2011, que permitía abrir paso a un regidor conservador tras 24 años de socialistas. La alcaldía de Valdés, por ser oriunda de allí su familia, y la de Gijón, ciudad en la que Álvarez-Cascos llegó a la política y en la que inició su carrera desde su escaño de concejal en 1979, llenaron de satisfacción al veterano dirigente de la derecha española. Ahora pierde Valdés, mientras que en Gijón los tres grupos de la oposición barajan, incluso, presentar también una moción de censura contra Carmen Moriyón, su alcaldesa, por suspender un pleno que no satisfacía sus intereses políticos. Podría ser el segundo mazado para Cascos, pero en esta ocasión la venganza no provendría de las filas de Sergio Marqués, sino de las del PP, una organización en la que se dice que ha dejado bastantes cadáveres en los armarios. 

Como el Cid, el expresidente del Principado de Asturias Sergio Marqués gana batallas después de muerto. En 1999, una decisión de Francisco Álvarez-Cascos, entonces secretario general del Partido Popular, le descabalgó de su puesto de jefe del Ejecutivo autonómico tras un enfrentamiento fratricida justificado con la retórica frase de "más vale partido sin Gobierno que Gobierno sin partido". Hoy, casi tres décadas después, un concejal de la formación que se vio obligado a fundar después de su salida del PP (Unión Renovadora Asturiana, URAS) le ha brindado su pequeña venganza: es la pieza clave en una moción de censura en el concejo de Valdés (capital, Luarca), el feudo que hasta ahora regía el partido del antiguo dirigente 'popular', Foro Asturias (en coalición con el PP y el propio URAS), y uno de sus éxitos en las elecciones municipales de 2011.

Francisco Álvarez Cascos