El padre de Marta del Castillo tras el rastreo con georradar: “Tengo esperanza de encontrarla”

La Policía Nacional terminó ayer las labores de rastreo con georradar del cuerpo de la joven Marta del Castillo en la finca de la localidad sevillana de La Rinconada, donde, según la última versión ofrecida por Miguel Carcaño, este y su hermano, Francisco Javier Delgado, habrían enterrado el cadáver después de que el segundo acabara con su vida tras golpearla con la culata de una pistola. El padre de la joven, que también acudió al lugar para hacer un seguimiento en la búsqueda del cuerpo de su hija, recibió telefónicamente ayer a El Confidencial, tranquilo y esperanzado en encontrar a Marta: “Desgraciadamente, no hemos podido encontrarla en estos tres días, pero hay que esperar un poco más. No hay que ser impacientes. Hay que dejar a la policía que trabaje, necesitan su tiempo. Yo tengo esperanzas de encontrarla". 

Los agentes han peinado durante tres días cada milímetro de una finca agrícola de diez mil metros cuadrados, el lugar concreto señalado por el asesino confeso de la joven como el lugar donde la habían enterrado. “Estoy convencido de que la vamos a encontrar”, insiste el padre. Su mujer, Eva Casanueva, también se armó de valor y ayer acudió, por primera vez desde que se inició la búsqueda del cuerpo sin vida de su hija mayor, al lugar donde podría localizarse el cadáver.

“Ahora está un poco más baja de ánimo, pero Eva tiene mucha fuerza y también tiene una corazonada de que esta vez Miguel Carcaño no se está burlando de nosotros ni de la Justicia”, añade Antonio. Tras concluir las tres jornadas de trabajo con georradar, el siguiente paso ahora es analizar los datos captados. A partir de los datos recabados esta semana, los técnicos realizarán un informe con las conclusiones del estudio geofísico. En función de los mismos, los investigadores del Grupo de Menores (Grume) de la Policía Judicial determinarán si vuelve a remover la tierra con excavadoras en busca del cuerpo de la joven. 

En el caso de que se recurra a las excavadoras, "se haría a largo plazo", ya que el Grume tiene pendientes otras diligencias dentro de la investigación que se mantiene abierta para encontrar a la joven. Miguel Carcaño fue excarcelado nuevamente y trasladado desde la cárcel de Morón de la Frontera hasta la finca el 12 de junio, donde “acotó” una porción de terreno en la que se están centrando los trabajos. “Pero el terreno ha cambiado mucho en cuatro años. Además, cuando Marta desapareció había zanjas para meter las tuberías de regadío”, cuenta Antonio.

Los padres de Marta han manifestado que lo último que van a perder es la esperanza y, refiriéndose a la Policía, el padre de Marta ha señalado que “no van a dejar de buscarla por orgullo, ya que no van a permitir que cuatro niñatos se rían de ellos y, por eso, van a limpiar su imagen”. Además, Antonio añade que “no quiero a ningún inocente en la cárcel ni a ningún culpable en la calle. Si apareciera el cuerpo de mi hija junto a otros indicios que no estuvieran en la sentencia, creo que, no por nosotros, sino por la sociedad en sí, se debería reabrir el caso y hacer justicia, pero de verdad”.

Cronología de una desaparición

La joven sevillana desapareció la noche del 24 de enero de 2009 y su cuerpo aún no ha sido hallado. El asesino confeso de la joven, Miguel Carcaño, fue condenado a 20 años de cárcel por la Audiencia de Sevilla, pena que elevó el Tribunal Supremo hasta los 21 años y tres meses, además de tener que hacerse cargo de las costas de las diferentes búsquedas del cuerpo.

Había otras cuatro personas imputadas por los hechos, tres adultos y un menor. Este último, Javier García ‘El Cuco’, también fue condenado por un delito de encubrimiento y cumplió dos años y once meses en un centro de menores, pero actualmente está en libertad. Los otros tres encausados son el hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado, su novia, María García y el amigo del asesino confeso, Samuel Benítez. Todos han sido absueltos de ser cómplices del delito.

El cadáver se buscó en el río Guadalquivir, en un vertedero de Sevilla y en una zanja de unas obras en Camas sin éxito. Encontrarla ahora permitiría a la familia “descansar en paz y poder cerrar el duelo” tras cuatro años viviendo en un sinvivir.