Es noticia
Tregua entre Rajoy y Aznar ante el compromiso del presidente de seguir con las reformas
  1. España
EL LÍDER DEL PP DICE QUE "NO ES JUSTO Y NO CONDUCE A NADA" HACER BALANCES AHORA

Tregua entre Rajoy y Aznar ante el compromiso del presidente de seguir con las reformas

Como si no hubiera pasado nada en el último año y medio, Mariano Rajoy y José María Aznar han paseado

Foto: Tregua entre Rajoy y Aznar ante el compromiso del presidente de seguir con las reformas
Tregua entre Rajoy y Aznar ante el compromiso del presidente de seguir con las reformas

Como si no hubiera pasado nada en el último año y medio, Mariano Rajoy y José María Aznar han paseado juntos, se han sentado para posar ante los fotógrafos y cámaras, se han aplaudido mutuamente, se han estrechado la mano y han charlado en corrillos antes y después de que el presidente del Gobierno clausurara el Campus FAES de este año, en la localidad serrana de Guadarrama. El exjefe del Ejecutivo y su sucesor hasta se han sonreído. Demostraciones de educación aparte, Aznar pidió que se tenga en cuenta su propuesta de reforma fiscal y Rajoy dijo que sí, que lo hará, al mismo tiempo que pedía tiempo para cumplir con sus compromisos electorales y recordaba que “los balances se hacen al final”.

El presidente del Gobierno no ha dejado un gesto o una frase en el Campus de FAES que se pueda interpretar como continuidad del pulso que Aznar le echa desde mayo (cuando le criticó en una entrevista en Antena 3) para exigirle más ritmo, ambición y contundencia en la aplicación del programa electoral y los principios del PP, como las rebajas de impuestos, para empezar. Rajoy ha preferido primero ir a lo suyo, que en las últimas semanas es anunciar el fin de la recesión y ofrecer una mejora de la economía y del empleo para finales de año. Más que choque hubo distensión, pues ha hecho hincapié en que el Gobierno acometerá todas las reformas comprometidas.

Ceremonial clásico

De entrada, Rajoy siguió el ceremonial clásico de su presencia en los cursos de FAES en los actos de clausura. Es recibido por Aznar, se pasea por el jardín, charlan a solas ante las cámaras y luego entran juntos en la sala de conferencias. Los jóvenes asistentes más los altos cargos aplauden antes y después. El expresidente del Gobierno aprovecha para hacer un breve resumen del contenido de los debates y mesas redondas del curso y da la palabra a Rajoy para que se explaye.

Entre los asistentes ha habido casi empate de fieles e incondicionales. Se han sentado junto al conferenciante Ana Botella y Cristina Cifuentes, además de los principales responsables de FAES: Javier Zarzalejos, Ignacio Astarloa y Cayetana Álvarez de Toledo. Por el aparato de Génova concurrieron, entre otros, Juan Carlos Vera y José Ramón García Hernández.

“Estamos para estimular debates necesarios para España”, dijo el expresidente del Gobierno en su balance del Campus para citar como expresamente aprovechable el proyecto de reforma fiscal publicado por FAES. Rajoy recogió el guante en su discurso al comentar que “se atenderá”. Había empezado por recordar que la fundación vinculada al PP está precisamente para eso, para recoger las inquietudes de la sociedad, abrir debates e intentar anticiparse al futuro.

Presumiendo de reformas

El jefe del Ejecutivo aprovechó para repasar lo que ha hecho su gabinete desde que ganó las elecciones, pero sobre todo para describir el programa de reformas en que ahora está inmerso. “No podemos decir que España va bien como en otros tiempos, pero sí que va mejor y que sigue el rumbo correcto”, dijo Rajoy para glosar la muletilla que hizo famosa su antecesor cuanto estaba en el poder para describir la situación política.

El presidente del Gobierno sostuvo que ha dado la vuelta “al reloj de arena” de la situación económica del país y sobre sus planes inmediatos ya conocidos aprovechó para anunciar medidas de calado. Este verano le tocará el turno a las pensiones para que el sistema sea “sostenible”. Muy a la gallega, también agregó que una vez que acometa la “evaluación” de la reforma laboral en las próximas semanas tendrá que decidir si ha llegado el momento de cambiarla o dejarla como está.

En una clave muy interna, sí que ha habido tono de reproche (muy educado) al final de la intervención de Rajoy. “Quedan dos años y medio de legislatura y los balances se hacen cuando toca, no al principio. No es justo ni conduce a nada”. El jefe del Ejecutivo ha insistido en que aplicará todas las reformas, desde la de la Administración a la fiscal y la de las pensiones, aunque puedan ser difíciles de explicar ante la sociedad porque, al final, “serán positivas”. No obstante, Rajoy ha reconocido que comprendía las decepciones de sus votantes, tanto la de los molestos con medidas contrarias al programa (impuestos), como las de los que pedían más contundencia en otros asuntos. El mensaje final consistió en pedir más tiempo para cumplir las promesas de 2011. Aznar aplaudió como los demás.

Como si no hubiera pasado nada en el último año y medio, Mariano Rajoy y José María Aznar han paseado juntos, se han sentado para posar ante los fotógrafos y cámaras, se han aplaudido mutuamente, se han estrechado la mano y han charlado en corrillos antes y después de que el presidente del Gobierno clausurara el Campus FAES de este año, en la localidad serrana de Guadarrama. El exjefe del Ejecutivo y su sucesor hasta se han sonreído. Demostraciones de educación aparte, Aznar pidió que se tenga en cuenta su propuesta de reforma fiscal y Rajoy dijo que sí, que lo hará, al mismo tiempo que pedía tiempo para cumplir con sus compromisos electorales y recordaba que “los balances se hacen al final”.

Mariano Rajoy José María Aznar Botella