El Gobierno vuelve a retrasar la reforma del aborto que prometió el ministro

La reforma de la ley del aborto prometida por el Gobierno y que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, anuncia como inminente desde hace meses vuelve a retrasarse y se queda para el próximo periodo de sesiones. El proyecto previsto para marzo, retrasado para abril y declarado urgente en mayo sin tiempo para esperar a que el Tribunal Constitucional se pronunciara sobre el recurso presentado en 2010 por el PP contra la ley Aído tampoco entrará en el Congreso este verano, según reconocen en fuentes gubernamentales. El TC, recién renovado, tendrá tiempo para sentar nueva doctrina sobre el aborto.

En medios del Ejecutivo aducen que el Ministerio de Justicia tiene proyectos más adelantados, como la reforma del Código Penal, y que el correspondiente a la interrupción voluntaria del embarazo sigue sin fecha para ser aprobado por el Consejo de Ministros y pasar, por lo tanto, a las Cortes. El nuevo calendario de prioridades del Gobierno contrasta con las prisas que parecía tener Ruiz-Gallardón hace sólo dos meses. La oposición exigió en el Congreso que el Gobierno esperara al pronunciamiento del Constitucional y forzó una votación sobre el asunto, que perdió frente a la mayoría del PP, pero que dejó evidencia de la división entre los populares.

Unos dirigentes del PP consideraron oportuno proceder ya a enmendar la vigente ley del aborto, que permite incluso que aborten menores de edad sin conocimiento de sus padres, pues ese era el compromiso electoral del partido. Sin embargo, en el Grupo Popular y en la dirección del partido consideraban conveniente aplazar el asunto para no abrir otro frente de choque con la oposición y, sobre todo, hasta que el TC no se pronunciara. La vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, del PP, se negó a participar en la votación planteada por el PSOE.

La misma división se dejó ver en el Gobierno, con ministros a favor y en contra de las prisas de Ruiz-Gallardón. La mayoría no sabía si el ministro de Justicia "iba por libre" o tenía el pleno respaldo de Rajoy para cumplir ya el compromiso electoral. Al final, el Ejecutivo echa el freno y dará más tiempo al TC para terminar un trabajo en el que lleva más de tres años pese a lo corta que es la ley del aborto y que hay doctrina previa del propio tribunal a favor del equilibrio de derechos entre la madre y el no nacido, despreciado en la ley de plazos aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Según fuentes del Grupo Popular, la reciente renovación del Tribunal Constitucional debe agilizar el fallo. El hecho de que ahora haya más magistrados de los llamados de corte conservador no prejuzga el sentido de la sentencia porque en cuestiones de moral como el aborto los miembros del TC son más difícilmente clasificables, pero sí que permite al Gobierno confiar en un rápido desenlace de sus deliberaciones. "Acaban de llegar al órgano y es uno de los asuntos que tienen más atrasado", insisten en el PP.