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Renovales, el hombre que renunció a un sueldo de banquero
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“AHORA HAY QUE EJECUTARLA; SI LO HACEN, NI TE CUENTO”

Renovales, el hombre que renunció a un sueldo de banquero

“Ahora hay que ejecutarla; si lo hacen, ni te cuento”. Así de sincero se expresó Jaime Pérez Renovales (Valladolid, 1968), subsecretario de Presidencia y padre del

Foto: Renovales, el hombre que renunció a un sueldo de banquero para reformar la Administración
Renovales, el hombre que renunció a un sueldo de banquero para reformar la Administración

“Ahora hay que ejecutarla; si lo hacen, ni te cuento”. Así de sincero se expresó Jaime Pérez Renovales (Valladolid, 1968), subsecretario de Presidencia y padre del informe sobre la reforma de la Administración, después del Consejo de Ministros que dio a luz la criatura. Era viernes y el cuarto día de elogios en público de sus jefes (Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro) ante la auditoría que iba a cambiar “la cultura de la Administración en España”, “la primera gran reforma del Estado de la democracia” o la guía para ahorrar a los españoles 37.700 millones de euros antes de que termine la legislatura.

Renovales ponía el dedo en la llaga (sin micrófono, por supuesto), con el mismo tino y contundencia con que ha levantado acta del monstruo administrativo que es el Estado español y de las Autonomías en responsabilidad compartida con la madre de la reforma, la subsecretaria de Hacienda, Pilar Platero.

“Sobre todo es un apasionado de la Administración y del trabajo”, dicen del hoy subsecretario de Sáenz de Santamaría sus antiguos y nuevos jefes, colaboradores y subordinados. Tan maniático de la función pública que a casi nadie le sorprende del todo que dejara su trabajo en banca (vicesecretario general del Santander) para ocupar un cargo intermedio y sin brillo público en el Ministerio de la Presidencia el 23 de diciembre de 2011. Con esa decisión perdió entre el 60 y el 80% de sus ingresos de alto directivo financiero, según los cálculos de sus compañeros, hasta quedarse en los 59.000 euros brutos anuales que cobra un subsecretario según establecen los presupuestos del Estado de 2013. Y sin tener vocación política de partido, añaden.

Nada de entrar con la piqueta

Renovales está tan orgulloso de su informe como el Gobierno. Contiene el retrato de lo que hay que cambiar en el Estado sin tocar la Constitución, los estatutos de Autonomía y la estructura de la Administración local al completo. Reformar por dentro con el fin de ahorrar y agilizar, pero sin entrar con la piqueta. Muy del gusto de Rajoy, que lo ha sido casi todo en todos los niveles del Estado, hasta presidente de Diputación (Pontevedra).

El subsecretario es también un servidor público desde que aprobó las oposiciones a abogado del Estado. Pertenece a La Gloriosa, la promoción nacida al mismo tiempo que el primer Gobierno de José María Aznar, en 1996. De sus 35 miembros de la misma, siete ocupan ahora altos cargos en el gabinete de Rajoy y órganos dependientes del mismo. Renovales fue el número dos y ahora es el más influyente. Ha detectado 120 duplicidades de funciones en el Estado, formulado 217 medidas de reforma en la Administración y planteado otras 2.000 sugerencias para suprimir trabas burocráticas. Hasta anima a reducir el aparato político, administrativo, de propaganda y clientelar de las Autonomías: parlamentos, defensores del pueblo, cámaras de cuentas, consorcios, observatorios…

Al aceptar el cargo en Presidencia, perdió entre el 60 y el 80% de sus ingresos de alto directivo financiero, según los cálculos de sus compañeros

Al año de empezar su carrera como abogado del Estado, pasó a los servicios jurídicos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, lidió con el caso Gescartera e inmediatamente fue destinado a la secretaría de Estado de Economía, donde mandaba Cristóbal Montoro. Desde 1999 hasta 2002 trabajó en el equipo económico del vicepresidente del Gobierno de entonces, Rodrigo Rato, de quien fue asesor primero y jefe de gabinete después. Estuvo en todas las claves de las decisiones en política económica de la época hasta que fue seducido por la empresa privada, deseosa de hacerse con los servicios de un cargo gubernamental intermedio pero muy bien formado, informado y relacionado. Se salvó de la abrupta salida del poder de 2004 y la previa frustración del equipo de Rato cuando se quedó fuera de la sucesión de Aznar en 2003.

Antesala del Consejo de Ministros con Echenique y Nasarre

Discreto, muy educado, tranquilo en cualquier situación hasta obligar a su jefe (Rato) a contener el pronto. Los superiores y compañeros de Renovales de entonces le recuerdan, sobre todo, como un gran trabajador. Cada viernes le tocaba asistir a las reuniones del Consejo de Ministros. Se quedaba en la antesala, como jefe del Gabinete del vicepresidente, junto con su colega de igual rango, más el director general de la portavocía del Gobierno (Alfonso Nasarre, hoy director de RNE) y el oficial ayudante del ministro de Defensa. En esas esperas se forjaron relaciones personales que 12 años después explican algunos nombramientos. Por allí pasó también Leopoldo González-Echenique (ahora presidente de RTVE), otro integrante de La Gloriosa. También trabó una estrecha amistad por entonces con Miguel Crespo, hoy directivo de Bankia. Un superior de la época recuerda con maldad que el principal cometido de Renovales y demás compañeros de antesala en La Moncloa durante las mañanas de las viernes era dar buena cuenta de las bandejas de cruasanes que había preparados para los ministros mientras el resto del personal de Presidencia, altos cargos y funcionarios, no paraba de trabajar.

No tienen muy claro en el Gobierno qué le decidió al final a aceptar la oferta de la vicepresidenta del Gobierno

Entre La Gloriosa, promoción también del marido de Soraya Sáenz de Santamaría, Iván Rosa, las relaciones entre todos los abogados del Estado y las referencias de los equipos económicos de Aznar, no tienen muy claro en fuentes del Gobierno qué decidió al final a Renovales a aceptar la oferta de la vicepresidenta del Gobierno de ser subsecretario. Dicen que le gusta el trabajo interno de la Administración, entre otras cosas “porque puede permitírselo”. Es la ventaja que tienen los abogados del Estado, salir a la empresa privada un tiempo, donde les multiplican los ingresos, y volver a su plaza cuando quieran.

Renovales renunció a hacer fortuna para irse a La Moncloa y desde allí consagrarse durante nueves meses a auditar su Administración y proponer medidas para sostenerla. Si el Gobierno las aplica y las Autonomías se dejan nacería un nuevo Estado al servicio de los ciudadanos en vez de a la Administración. “Si lo hacen, ni te cuento”, que dice Renovales. Una reforma revolucionaria.

“Ahora hay que ejecutarla; si lo hacen, ni te cuento”. Así de sincero se expresó Jaime Pérez Renovales (Valladolid, 1968), subsecretario de Presidencia y padre del informe sobre la reforma de la Administración, después del Consejo de Ministros que dio a luz la criatura. Era viernes y el cuarto día de elogios en público de sus jefes (Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro) ante la auditoría que iba a cambiar “la cultura de la Administración en España”, “la primera gran reforma del Estado de la democracia” o la guía para ahorrar a los españoles 37.700 millones de euros antes de que termine la legislatura.

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