El Gobierno pacta con el viejo PSOE la Estrategia de Seguridad Nacional

En un inusitado caso de continuidad y acuerdo entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, el Consejo de Ministros ha aprobado la nueva Estrategia de Seguridad Nacional previa consulta y pacto entre populares y socialistas. Igual que se hizo con la Estrategia Española de Seguridad de 2011, establecida por el anterior Ejecutivo sobre un texto encargado al exministro de Exteriores y exsecretario general de la OTAN Javier Solana que contó con el visto bueno del PP. Los antiguos titulares de Exteriores y de Defensa de Felipe González han participado en las conversaciones con el gabinete de Rajoy.

Dejando al lado la supresión de la Alianza de Civilizaciones (aportación zapateril al documento de Solana) y las referencias  “medidas y equilibradas” sobre Marruecos añadidas por sus pretensiones sobre Ceuta y Melilla, lo que más destaca en el nuevo texto es que se hace sobre el anterior para actualizar y ampliar su contenido. Así lo destacan en fuentes gubernamentales después de aprobar la Estrategia de Seguridad Nacional.

El nuevo documento actualiza, desarrolla y amplía el anterior hasta incluir el análisis y descripción de doce riesgos para la seguridad de los españoles: “conflictos armados; terrorismo; ciberamenazas; crimen organizado; inestabilidad económica y financiera; vulnerabilidad energética; flujos migratorios irregulares; armas de destrucción masiva; espionaje; emergencias y catástrofes naturales; vulnerabilidad del espacio marítimo y vulnerabilidad de las infraestructuras críticas y servicios esenciales”. 

Los principales muñidores del acuerdo sobre la nueva estrategia han sido por parte del Ejecutivo el director del Gabinete del presidente del Gobierno, Jorge Moragas (que ya fue por encargo de Rajoy el interlocutor de Solana hace dos años), y el responsable del departamento de Seguridad Nacional, Alfonso de Senillosa. Por el PSOE se ha ocupado de llevar el peso de las negociaciones el diputado José Enrique Serrano, exjefe de gabinete de Felipe González y de Zapatero, además de exalto cargo en Defensa y en la Vicepresidencia con Narcís Serra. También han participado el exsecretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y el también exsecretario de Estado y actual portavoz de Defensa del Grupo Socialista, Diego López Garrido.

Ministros de Suárez, González y Aznar; ninguno de Zapatero

En la renovación del texto y para garantizar que se hacía con continuidad hubo reuniones preparativas previas en el Real Instituto Elcano en las que participaron, además de Javier Solana, exministros de Exteriores y de Defensa de los tiempos de Felipe González como Gustavo Suárez Pertierra y Carlos Westendorp, además de Eduardo Serra (alto cargo en Defensa con UCD, el PSOE y el PP) y titulares de Exteriores de gobiernos de Adolfo Suárez y de José María Aznar: Marcelino Oreja, Ana Palacio y Josep Piqué. 

En las citadas reuniones, presididas por Emilio Lamo de Espinosa, los dirigentes políticos en activo y los exministros recomendaron al Gobierno la actualización y el desarrollo de la estrategias de seguridad y que todos preservaran “el espíritu de continuidad que corresponde a una tarea de Estado”.

También coincidieron en defender la necesidad que tiene España de desarrollar cuanto antes una estrategia y un sistema de seguridad nacional  “al igual que otros países de nuestro entorno, para hacer frente a los riesgos y oportunidades derivados de la globalización y proteger la prosperidad y seguridad de la sociedad y sus ciudadanos”.

La Estrategia de Seguridad Nacional aprobada ahora por el Consejo de Ministros da forma a esos planteamientos y, aunque sea sobre un documento teórico, se convierte en el primer acuerdo de Estado que alcanza el Gobierno con el PSOE desde el principio de la legislatura. Mientras se sigue fraguando un pacto entre Rajoy y Rubalcaba para que los socialistas avalen la posición del Gobierno español ante la decisiva Conferencia Europea de finales de este mes, donde se abordarán las políticas de reactivación económica y fomento del empleo.