Rajoy recibió el lunes a Adelson en Moncloa para garantizarle su apoyo a Eurovegas

El magnate estadounidense Sheldon Adelson se reunió el lunes por la mañana con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa. El inversor estadounidense ha hecho escala en Madrid, aprovechando un viaje de Las Vegas a Jerusalén, para ratificar su compromiso de levantar Eurovegas en Alcorcón, como anunciaron a bombo y platillo el 8 de febrero junto con el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, desde la Real Casa de Correos. 

Para la cúpula de Las Vegas Sands (LVS) era muy importante que, antes de presentar oficialmente el megaproyecto, Adelson y el jefe del Ejecutivo del país que va a recibir la mayor inversión del grupo en los próximos años (17.000 millones de euros en tres fases) tuvieran un encuentro informal en el que ambas partes se comprometieran a llevarlo adelante cuanto antes. El único detalle que se ha escapado de la reunión es que fue “protocolaria” y que tuvo lugar a petición del propio Adelson, según han confirmado a El Confidencial fuentes conocedoras del encuentro, que se produjo horas antes de que Rajoy intentase fijar con sus barones el déficit autonómico. 

En la reunión, que en todo momento tuvo un tono “muy cordial” por ambas partes, también se abordaron los flecos pendientes del megaproyecto, entre ellos el permiso para consumir tabaco en las salas de juego. El tema, sin embargo, no preocupa demasiado a la cúpula de LVS, ya que el Ejecutivo de Mariano Rajoy nunca ha puesto impedimento alguno a las pretensiones del magnate estadounidense. De hecho, el presidente de la Comunidad pronosticó ayer, sin referirse al tabaco implícitamente, que en julio quedarán resueltas las “reformas legales pendientes” que el Ejecutivo central se ha comprometido a resolver.

Para acallar los rumores sobre el proyecto, Adelson ha asegurado desde Jerusalén que Eurovegas “sigue adelante”, pero que se necesita “mucho tiempo para ponerlo en marcha. Tiene que haber (...) una cooperación (entre los sectores público y privado), en la que el Gobierno proporciona los incentivos y la infraestructura y nosotros el desarrollo”.

Según el calendario que maneja Las Vegas Sands, la compañía presentará antes de finalizar junio el estudio de viabilidad del proyecto de Eurovegas. El proyecto se regirá de acuerdo con lo establecido en la Ley 8/2012 de la Comunidad Autónoma de Madrid, aprobada por el Parlamento Autonómico en diciembre, y para el desarrollo de un proyecto de centro integrado de desarrollo (CID).

En estas áreas, Adelson tendrá múltiples ventajas: la exención de pagar la mayor parte de impuestos, bonificaciones de unos 9.000 euros por cada contrato de trabajo, inversiones públicas directas para la edificación de las infraestructuras, la no aplicación de los límites de altura para los rascacielos y la posibilidad de poder fumar dentro de los casinos son sólo algunas de las "herramientas de flexibilización" que se prevén.

Una vez presentada la oferta, la Comunidad de Madrid deberá abrir un concurso público para que, en el hipotético caso de que haya una empresa interesada en competir con Las Vegas Sands, presente su plan alternativo. Previsiblemente, el plazo para la ‘lluvia de ofertas’ estará abierto dos meses, hasta septiembre. Agotado el plazo y fallado el concurso, llegaría el momento de que la compañía adjudicataria tomase posesión del suelo en el que se levantará el mayor centro de convenciones del sur de Europa.

Los dueños de los terrenos temen la expropiación

No va a ser nada fácil llegar a un acuerdo con los dueños de los terrenos de La Venta de la Rubia, que se han reunido en varias ocasiones para evitar a toda costa que la Comunidad expropie las 750 hectáreas que necesita el inversor, de las 1.200 que dispone el lugar elegido. El precio al que se pagará el metro cuadrado se decidirá entre el Ejecutivo de Ignacio González y los dueños del suelo. Según los cálculos que manejan fuentes internas de las negociaciones, a finales de año podría oficiarse el cambio en la titularidad de los terrenos, si no hay ningún retraso más de los previstos.

Una vez que los terrenos de Alcorcón tengan ya apellido estadounidense, faltarán las concesiones y los permisos de obra. Las previsiones más optimistas apuntan a que la primera piedra podría colocarse en abril, cinco meses después de lo previsto. Mientras tanto, el tiempo quizás pueda ablandar el grifo del crédito bancario, vital para ejecutar el complejo: dos de cada tres euros de inversión llegarán de la banca y Adelson todavía no ha desvelado qué entidades avalarán la operación.