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El Rey forzó a la Reina a retirar su demanda contra una agencia de contactos adúlteros
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ACUERDO EXTRAJUDICIAL CON ASHLEY MADISON, QUE HA PEDIDO PÚBLICAMENTE PERDÓN A DOÑA SOFÍA

El Rey forzó a la Reina a retirar su demanda contra una agencia de contactos adúlteros

La rectificación pasó prácticamente inadvertida, pese a que se publicó en tres diarios impresos de tirada nacional. El pasado día 9, la agencia internacional de contactos

Foto: El Rey forzó a la Reina a retirar su demanda contra una agencia de contactos adúlteros
El Rey forzó a la Reina a retirar su demanda contra una agencia de contactos adúlteros

La rectificación pasó prácticamente inadvertida, pese a que se publicó en tres diarios impresos de tirada nacional. El pasado día 9, la agencia internacional de contactos adúlteros Ashley Madison pidió disculpas públicamente a la reina Doña Sofía por haber utilizado su imagen, obviamente sin su consentimiento, en una campaña publicitaria de la compañía, que ha hecho de la infidelidad y las relaciones extraconyugales un próspero negocio.

La marcha atrás de la conocida web de contactos llegó tras la demanda civil en defensa de su propia imagen presentada hace siete meses por la Reina, que fue finalmente retirada después de que Ashley Madison aceptara pedir perdón a Doña Sofía. Ésta, sin embargo, estaba dispuesta a llegar hasta el final y se opuso firmemente a renunciar a la demanda, hasta que la Casa del Rey y el propio monarca la convencieron de que la mejor estrategia para cortar la polémica de raíz era desistir de la vía judicial, según han relatado a El Confidencial fuentes jurídicas.   

En octubre de 2012 la Reina presentó una demanda de protección del derecho al honor ante el Juzgado de Primera Instancia número 50 de Madrid contra la firma Avid Dating Life Europe Ireland Ltd., propietaria de Ashley Madison, por un anuncio difundido en la revista satírica El Jueves en el que aparecía un fotomontaje de Doña Sofía abrazando a un joven con el torso desnudo. Junto a la imagen podía leerse este eslogan: "Ya no tienes por qué pasar la noche sola".

Seis meses más tarde, el pasado abril, los abogados de Ashley Madison y el letrado Antonio Hernández Gil, en representación de la Reina, sellaron un acuerdo extrajudicial por el que, a cambio de retirar la demanda, la web de contactos adúlteros -cuyo lema es La vida es corta; ten una aventura- se comprometía a pedir perdón públicamente a la esposa del jefe del Estado y a no volver a utilizar su imagen en futuras campañas promocionales.

"Contexto inapropiado"

El anuncio de rectificación, de muy reducidas dimensiones y difundido en tres diarios de papel el pasado 9 de mayo, aseguraba que Doña Sofía y la compañía propietaria de Ashley Madison "han llegado a un acuerdo para poner fin al procedimiento iniciado por Su Majestad la Reina ante los juzgados de Madrid". La web de contactos para cónyuges infieles -que garantiza "encuentros discretos para gente casada"- añadía que lamentaba "profundamente la utilización para fines comerciales de la imagen" de aquélla, "en un contexto inapropiado para su trayectoria personal y su significado institucional".

El hecho de que transcurrieran casi ocho meses desde que Ashley Madison utilizara la imagen de la Reina hasta que ésta acudió a los tribunales da una idea de las tensiones vividas en La Zarzuela, exacerbadas por la relación sentimental de Don Juan Carlos con la aristócrata germanodanesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, que el accidentado safari de Botsuana sacó definitivamente a la luz pública. Doña Sofía, una mujer muy conservadora a quien la campaña de la web para adúlteros irritó profundamente, quiso desde el primer momento acudir a la vía judicial, pero no contó con el apoyo de la Casa del Rey.

El monarca y sus colaboradores más cercanos argumentaron que presentar una demanda civil contra Ashley Madison provocaría un efecto contrario al deseado, multiplicando el alcance de la campaña al llamar la atención de los medios de comunicación, y daría a la agencia de contactos la publicidad que buscaba. De hecho, Don Juan Carlos ya había renunciado en 2011 a llevar a los tribunales a Ashley Madison, que utilizó su imagen, junto a la del ex presidente de EEUU Bill Clinton y la del príncipe Carlos de Inglaterra, para otra de sus acciones publicitarias.

El Rey no demandó

La campaña, en aquella ocasión, consistió en una gigantesca pancarta desplegada en un andamio de la Gran Vía madrileña, una de las calles más transitadas de la capital. En ella aparecían los rostros del Rey, Clinton y el heredero de la Corona inglesa junto a esta leyenda: "¿Qué tienen estas 'realezas' en común? Deberían haber utilizado Ashley Madison". La respuesta a esa pregunta era más que obvia. Tanto que, pocas horas después de ser colgado, el anuncio fue desmantelado por orden del entonces alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Don Juan Carlos nunca presentó una demanda.

Pero la Reina, más celosa de su intimidad, sí lo hizo. Su abogado, Hernández Gil, presentó finalmente la demanda de protección del derecho al honor, y el Juzgado de Primera Instancia número 50 de Madrid la admitió a trámite. Doña Sofía no reclamaba ninguna compensación económica, sino una petición pública de disculpas por parte de Ashley Madison. Pero quería que fuesen los tribunales los que le diesen la razón, y no un acuerdo extrajudicial, como finalmente se produjo por imposición del Rey.

Christoph Kraemer, el portavoz para Europa de la web Ashley Madison, aseguró ayer a El Confidencial que la demanda de Doña Sofía es la primera contra su compañía, presente ya en 24 países, y reconoció que "el haberla presentado nos dio mucha más publicidad que si no lo hubiera hecho, porque se montó más follón mediático". Kraemer dijo que "nunca pretendimos herir a la Reina", y añadió que "no todo el mundo comparte nuestro sentido del humor". La Casa del Rey, por su parte, evitó hacer comentarios.

La rectificación pasó prácticamente inadvertida, pese a que se publicó en tres diarios impresos de tirada nacional. El pasado día 9, la agencia internacional de contactos adúlteros Ashley Madison pidió disculpas públicamente a la reina Doña Sofía por haber utilizado su imagen, obviamente sin su consentimiento, en una campaña publicitaria de la compañía, que ha hecho de la infidelidad y las relaciones extraconyugales un próspero negocio.