La Generalitat allana el camino para privatizar el histórico Hospital Clínico

El emblemático Hospital Clínico de Barcelona ya tiene el camino allanado para la privatización de su gestión. La dirección del centro ha trabajado durante los últimos meses en un nuevo modelo de gestión que separará el patrimonio del hospital de la prestación de servicios e incluso ha ofrecido a los trabajadores y profesionales incorporarse a esa gestión. Aunque desde el propio hospital se afirma que el control de la asistencia estaría salvaguardado de la especulación, los sindicatos no se fían y temen que la Generalitat lo atomice y lo ponga en manos privadas.

“Nos consta que hay un documento en el que se prevé crear un consorcio que se quedaría con el patrimonio, que es público, y luego una fundación o un consorcio que se ocuparía de la asistencia, docencia e investigación. El Departamento de Salud se haría cargo del déficit y el nuevo modelo partiría de cero. Pero en la gestión entrarían entidades participadas por profesionales, lo que equivaldría a privatizar la asistencia”, señala a El Confidencial Joan Canals, responsable de política sanitaria de CCOO.

Desde el centro hospitalario se admite que entraría capital privado. “Queremos montar el nuevo modelo con los trabajadores”, subrayan. La idea es separar el patrimonio de la gestión y que en ésta participen los profesionales. “Tenemos muy claro lo que queremos, pero la decisión es política”, señalan fuentes de la dirección del hospital a este diario. El Clínico se rige con un convenio propio, al margen de los demás hospitales de la red pública y con la nueva estructura quieren también preservar ese convenio, “que es ventajoso profesionalmente”.

Según al dirección, desde el año 2008 el Clínico no tiene déficit, por lo que aplicar un nuevo modelo es relativamente sencillo. Pero Canals advierte que separar la gestión del patrimonio ya se hizo con anterioridad en el Hospital de Sant Pau, con resultados catastróficos. “En el Plan de Salud, se hace énfasis en desligar el patrimonio del servicio, pero no lo vemos claro”, señala el dirigente de CCOO.

Los beneficios de “unos cuantos”

Este sindicato hizo pública incluso una nota oficial en la que denuncia que la partición de funciones “se inscribe en la estrategia del Gobierno de la Generalitat y la Consejería de Salud de entregar toda la sanidad pública catalana a modelos de gestión que den beneficios a unos cuantos y perjudiquen a la ciudadanía de Cataluña. Parece claro que cuando el president habla de "estructuras de Estado" no piensa en una sanidad pública y universal de calidad”.

Desde la dirección del Clínico, no obstante, rechazan las comparaciones con el Hospital Sant Pau. “Allí existen unos conflictos judiciales que nosotros no tenemos, además de soportar un déficit histórico muy elevado, que nosotros no soportamos”, subrayan desde el Clínico.

Fuentes de la Confederación General del Trabajo (CGT), por su parte, señalaron a El Confidencial que la dirección ya está buscando capital para la gestión. “El director general nos dijo que le interesaba que haya profesionales en la gobernanza y que si se aprueba un nuevo modelo incluso quedaríamos fuera de los recortes del 5%, porque la gestión ya no dependería del Gobierno catalán”, señalan fuentes de este sindicato.

Una comunicación del comité de empresa a los casi 5.000 empleados del centro señala que, el director general, Josep Maria Piqué, propuso el pasado viernes una “fórmula de gestión” que pasaría por cuatro puntos: aprobar una ley, liquidar las deudas históricas (anteriores a 2008), preservar el patrimonio y que los profesionales entren en la gestión. “Si estas cuatro dificultades no se resuelven, el nuevo modelo consistiría en la constitución de un consorcio para la gestión del patrimonio y una fundación para la gestión de la actividad”, dice la comunicación del comité.

Una fórmula para ir tirando

Desde la cúpula del Clínico se insiste en que la idea es "separar patrimonio de gestión. Y mientras los políticos se deciden, estudiamos diversas fórmulas. Por eso, de momento, hemos propuesto que en esa gestión participen los profesionales”. En la CGT, en cambio, no lo tienen muy claro. “Estamos estudiando la fórmula jurídica. Si los trabajadores entramos en la gestión, ¿eso es una cooperativa? Además, jurídicamente habría que acumular dos años de contrato del CatSalut (sistema público de sanidad catalán, que es el que contrata con el hospital) para la operación, ya que se necesitaría mucho dinero para poner en marcha el modelo y los profesionales médicos solos no podrían sufragarlo. Esa aportación sería una especie de aval”.

Para los sindicatos, no obstante, los responsables sanitarios “están buscando gente que quiera participar”. Y ahí es donde temen que se integren los grupos de presión de la sanidad. “Existen dos modelos posibles: o hacer una fundación privada o dejarlo como empresa pública. Y desde el Gobierno apuestan por la privada. Si se lleva adelante, sería el primer paso para la privatización de la sanidad en Cataluña”, aseguran.