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La Guardia Civil pone en circulación 8.700 armas en tres meses y a precio irrisorio
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TRAS LA SUBASTA, ALGUNAS ACABAN EN REDES CRIMINALES

La Guardia Civil pone en circulación 8.700 armas en tres meses y a precio irrisorio

La Constitución española no tiene una segunda enmienda que exalte el derecho de los ciudadanos a poseer y usar pistola pero en el territorio nacional también existe

Foto: Armas decomisadas en un operativo llevado a cabo en la Costa del Sol en abril de 2009 | EFE
Armas decomisadas en un operativo llevado a cabo en la Costa del Sol en abril de 2009 | EFE

La Constitución española no tiene una segunda enmienda que exalte el derecho de los ciudadanos a poseer y usar pistola pero en el territorio nacional también existe un mercado de las armas y la Guardia Civil ocupa dentro de él un papel protagonista. En sólo tres meses, el Instituto Armado va a poner en circulación 8.733 rifles y revólveres mediante el proceso de subasta pública. Se trata de arsenales confiscados por el incumplimiento de las severas normas que en España regulan la tenencia y utilización de las armas o entregados voluntariamente por las familias de propietarios que ya han fallecido. En otros casos, sus antiguos dueños eran criminales.

En las pujas predominan las escopetas, rifles y carabinas de caza, pero también abundan pistolas y revólveres que no pueden ser utilizados en actividades cinegéticas. Las subastas de armas de la Guardia Civil son tradicionales y buscan darle salida al stock acumulado en los almacenes de la Intervención de Armas y Explosivos, pero en un solo trimestre va a concentrarse la salida al mercado de un gigantesco lote.

placeholder Armas decomisadas por la Guardia Civil | Ministerio del Interior
Armas decomisadas por la Guardia Civil | Ministerio del Interior

Las ventas, que arrancaron el pasado 11 de marzo y se prolongarán hasta el próximo 17 de junio, tendrán lugar hasta en 19 ciudades del territorio nacional. La más importante se celebrará la primera semana de junio en Madrid, con la liquidación de 2.700 armas cortas y largas mediante el procedimiento de pliego cerrado, el método habitual. La siguiente en cantidad tendrá lugar el próximo 20 de mayo en la Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona, con 698 armas a subasta.

Además de en Madrid y Tarragona, también se han convocado en Murcia (334 armas), Badajoz (276), Zaragoza (264), Burgos (148), A Coruña (594), Logroño (172), Zamora (294), Cáceres (200), Las Palmas (304), Albacete (341), Salamanca (448), Orense (373), Toledo (299), Valladolid (294), Vitoria (310), Gijón (394) y León (290), según los datos publicados en el BOE por la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil, el organismo que en España ejerce el monopolio del control de todo el armamento en posesión de los ciudadanos.

¿Y por qué no se destruyen? ¿Realmente es necesario colocarlas de nuevo en el mercado? A las preguntas responde Ángel Rivera, jefe de la Intervención de Armas y Explosivos de Madrid. “En la mayoría de los casos, la Guardia Civil sólo actúa como intermediaria entre particulares. Organiza la subasta porque es la labor que le corresponde pero no son armas de su propiedad, sino de personas que han perdido la licencia o que quieren desprenderse de ellas”, explica Rivera.

El porcentaje de armas que se subastan que proceden de actividades criminales es mínimo y sólo pueden adquirirlas personas que reúnan todos los requisitos legales”, afirma el jefe de la Intervención de Madrid. En su opinión, la destrucción de estas armas no tendría sentido porque siguen siendo objetos con valor y la transacción es legal. Sólo si el propietario de las armas es desconocido o han sido aprehendidas con sentencia judicial firme, aclara Rivera, los beneficios de la venta acaban en el Instituto Armado.

La información oficial no aclara el precio de salida de cada ejemplar en las subastas. El dato sólo se le proporciona a los interesados pero suelen resultar más baratas que las que circulan por el mercado de segunda mano. Algunas tienen un precio inicial irrisorio de apenas cuatro euros. Con 20 euros ya es posible adquirir una pistola y, con 100, una escopeta. El ahorro es considerable, teniendo en cuenta que en las tiendas autorizadas es difícil encontrar esas armas ya usadas por menos de 300 euros.

En los lotes entra todo tipo de armamento. En el caso del que será liquidado por la Comandancia de Las Palmas el próximo 20 de mayo, por ejemplo, el paquete lo componen 221 escopetas, 13 carabinas, cinco rifles y dos armas históricas de avancarga, pero también tres ballestas, 43 pistolas y 17 revólveres. Y en la de Gijón, que concluyó el pasado martes, salieron a la venta 183 escopetas, 12 rifles, 24 carabinas, 38 pistolas y 92 revólveres.

Fuera de esta oleada de subastas ha tenido lugar también la subasta de un gigantesco cargamento de armamento en la Comandancia de Barcelona. El pasado 18 de febrero se ofrecieron al público 1.278 escopetas, 310 pistolas, 190 revólveres, 165 carabinas, 51 rifles, una ballesta y cinco trabucos. La venta no supera a la mayor de la historia, que tuvo lugar en junio de 2012, cuando la Guardia Civil ofreció en Madrid un lote compuesto por más de 3.200 armas. Incluso llegaron a exponerse en un pabellón de Ifema antes del procedimiento para que pudieran ser contempladas por todos los interesados. No obstante, el jefe de la Intervención de Armas de Madrid puntualiza que habitualmente sólo consigue cerrarse la venta del 30% de las unidades que salen a subasta. El resto acaba destruyéndose.

Cuando vuelven al circuito criminal

La legislación sólo permite optar a su adquisición a las personas físicas y jurídicas habilitadas para su uso, tenencia o comercio. Para poder participar en la puja, la Intervención de Armas exige que estas circunstancias sean acreditadas, un trámite que en teoría expulsa del proceso a las personas con antecedentes criminales y, por tanto, sin licencia de armas.

Algunas tienen un precio inicial irrisorio de apenas cuatro euros. Con 20 euros ya es posible adquirir una pistola y, con 100, una escopeta

Pero en la práctica, esta masiva liquidación supone la entrada en el mercado nacional a precio de saldo de decenas de escopetas, rifles, pistolas y revólveres que habían sido eliminadas como resultado de la acción policial, y controlar lo que ocurre con cada una de ellas es imposible. En más de un caso, las fuerzas de seguridad del Estado han vuelto a encontrárselas en el curso de una operación contra la delincuencia o el crimen organizado.

En 2007 la Guardia Civil desarticuló en el marco de la operación Espingardo una red dedicada al tráfico ilegal de armas que adquiría a través de un comprador legal material subastado por el propio Instituto Armado, lo reparaba y lo distribuía luego en el mercado negro para ser utilizado en robos y ajustes de cuentas. En enero de 2012, otra investigación de la Guardia Civil desactivó una red de 13 individuos que utilizaba un establecimiento de Almería para adquirir todo tipo de revólveres y venderlas por toda España. El rastro de las armas arrancaba en pujas legales.

Y más recientemente, el pasado marzo, también la Guardia Civil detuvo en la operación Velado a cinco personas que utilizaban una empresa tapadera para adquirir pistolas y rifles que presuntamente estaban inutilizadas para arreglarlas y revenderlas ilegalmente. Al menos una de las pistolas recuperadas por esta trama fue utilizada en 2011 en un doble homicidio en Mazarrón (Murcia). De nuevo en este caso, gran parte de las armas habían salido de subastas organizadas por el Instituto Armado, un dato que el Ministerio del Interior no menciona en la información de este tipo de operaciones.

La Constitución española no tiene una segunda enmienda que exalte el derecho de los ciudadanos a poseer y usar pistola pero en el territorio nacional también existe un mercado de las armas y la Guardia Civil ocupa dentro de él un papel protagonista. En sólo tres meses, el Instituto Armado va a poner en circulación 8.733 rifles y revólveres mediante el proceso de subasta pública. Se trata de arsenales confiscados por el incumplimiento de las severas normas que en España regulan la tenencia y utilización de las armas o entregados voluntariamente por las familias de propietarios que ya han fallecido. En otros casos, sus antiguos dueños eran criminales.

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