Promotores de la nueva protesta ante el Congreso asumen los ‘escraches’ como táctica de lucha

La izquierda más contestataria ya tiene fecha para su próxima protesta. Tendrá lugar el próximo jueves 25 de abril en las inmediaciones del Congreso de los Diputados coincidiendo con un pleno de la Cámara. Los convocantes, la Plataforma ¡En Pie!, está divulgando el lema de la cita en internet y en las redes sociales. Será Asedia el Congreso, más contundente que el de Rodea al Congreso bajo el que se movilizaron miles de personas en torno a la Cámara Baja los pasados meses de septiembre y octubre.

En aquella ocasión, la Policía logró contener a los manifestantes y evitar que accedieran a la carrera de San Jerónimo. Pero los organizadores del 25-A están utilizando todos los medios a su alcance para difundir un manual de lucha callejera con técnicas que impidan a la Policía dispersar a los manifestantes y frenarles el paso.

Aconsejan, por ejemplo, que “la gente más combativa y con más capacidad defensiva” se sitúe en las “zonas calientes” de la protesta; piden a los participantes que resistan a las cargas policiales “sin perder terreno” y “no dar un paso atrás si no es absolutamente necesario”; y dejar la respuesta más violenta a los miembros del denominado bloque negro, la unidad de élite del combate callejero, reconocibles por vestir ropa oscura y usar gafas y capucha para evitar ser identificados.

El manual de combate de la Plataforma ¡En Pie!, al que se han adherido otros colectivos y asociaciones que se han sumado a la convocatoria en los últimos días, incorpora como principal novedad la inclusión de los ‘escraches’ dentro de su estrategia de lucha, una modalidad de protesta que consiste en el acoso organizado a personas concretas. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) los ha puesto de moda tras importarlos de Suramérica para su campaña de presión a los diputados del Partido Popular, a los que exige su voto a favor de la dación en pago. Ahora, los ‘escraches’ se han convertido en uno de los métodos que emplearán los participantes en el 25-A para cercar la Cámara Baja.  

El 15-M se desmarca de la protesta

Con la excepción de los ‘escraches’, la mayoría de estas sugerencias circula desde hace tiempo entre los movimientos de extrema izquierda y son bien conocidas por la Policía, pero a los servicios de información de la Policía les está sorprendiendo la agresividad que están mostrando los organizadores en una fase tan inicial de la convocatoria. De hecho, el colectivo del 15-M ya se desmarcado de ella, por considerarla demasiado violenta. La Comisión Legal de Sol, vinculada con el 15-M, también ha rechazado darle soporte jurídico. Será otro equipo de abogados, Asociación contra la Indefensión (AUSAJ), la que colabore finalmente con la Plataforma ¡En Pie! para asistir a los manifestantes que acaben teniendo problemas con la Justicia. 

Junto al ‘escrache’, los organizadores de Asedia el Congreso recomiendan también ejecutar “cortes de luz provocados en sitios estratégicos”, “la inhabilitación de cámaras de vigilancia”, “expropiaciones de alimentos y otros bienes necesarios en multinacionales”, “la inhabilitación de cajeros automáticos” y “cortes de carreteras, vías o accesos a la ciudad importantes”.

También incluyen consejos sobre el desplazamiento a la capital (“debéis tener en cuenta que la policía seguramente se infiltrará entre los grupos que organizan el viaje para obtener información y entrarán al autobús”), el equipamiento básico del manifestante (“gafas para proteger los ojos”, “botella de agua”, “frutos secos y otros alimentos ligeros de peso”, “botella con vinagre para empapar los pañuelos que usemos en caso de gas lacrimógeno” y “spray de nata o pintura, huevos o cualquier elemento que manche las viseras de los antidisturbios”) y la utilización de silbatos especiales para “confundir a los caballos” de la Policía. Incluso piden que no se acuda con niños, ante la previsión de que haya heridos.

A pesar de estos consejos, que incluyen llamamientos continuos al uso de la fuerza contra la Policía “como legítima defensa de los derechos fundamentales” de los ciudadanos y técnicas para evitar ser identificados, los convocantes aseguran que la movilización tendrá carácter “pacífico” e invitan a todos los ciudadanos a secundarla, aunque no apoyen el empleo de la fuerza. No obstante, piden que se “respete” a quienes quieran recurrir “conscientemente” a ella.

“Una operación de guerrilla urbana”

Los servicios de información están sometiendo a los convocantes a una estrecha vigilancia. Fuentes policiales consultadas por este diario confirman que Asedia el Congreso está tomando un rumbo más virulento que el que inspiró las concentraciones de Rodea el Congreso al comienzo del otoño. “Sólo en el lema que han escogido para el 25-A ya se aprecia un espíritu más violento”, confiesan las fuentes consultadas. “Es una operación de guerrilla urbana en toda regla, y como tal se están preparando”.

Los convocantes aseguran que han escogido la fecha del 25 de abril por coincidir con “un pleno parlamentario”, “contar con tiempo suficiente desde el momento en que se hace pública la convocatoria hasta el día de la acción” y por la “climatología”. Sobre este último factor, admiten que el momento del año seleccionado es propicio porque “no suele hacer demasiado frío ni demasiado calor, por lo que se hace más fácil la resistencia”.

La Policía ya ha advertido a Moncloa de que precisamente la llegada del buen tiempo provocará un aumento de la conflictividad social derivada del empeoramiento de la situación económica. Los ‘escraches’ de la PAH han sido el anticipo y Asedia el Congreso puede ser la continuación. Pero no serán las últimas concentraciones. Las fuentes policiales consultadas creen que la cita del 25-A servirá para caldear el segundo aniversario del movimiento 15-M, la otra gran cita que las fuerzas de seguridad tienen señalada por ahora en su calendario. El primer aniversario transcurrió sin desórdenes significativos pero lo que ocurra este año aún es una incógnita. Las primeras pistas llegarán en los próximos días.