El Rey impuso a Miquel Roca como abogado sin consultárselo ni a la Infanta ni a Spottorno

Ni discutida ni consensuada. La decisión de fichar al abogado Miquel Roca i Junyent, histórico dirigente nacionalista catalán, para defender a la infanta Cristina de Borbón, imputada en el caso Nóos, la tomó esta semana don Juan Carlos de forma personal y sin consultarlo previamente ni con su hija ni con el número dos de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, según han revelado a El Confidencial fuentes muy cercanas a La Zarzuela.

El Rey, postrado en La Zarzuela tras su última intervención quirúrgica, actuó por su cuenta y de inmediato nada más conocer la decisión del juez José Castro, instructor del caso Nóos. El pasado miércoles, pocas horas después de que éste hiciese público el auto de imputación de la Infanta y la citase a declarar, el jefe del Estado se puso en contacto con Roca, uno de los padres de la Constitución y amigo íntimo del monarca desde hace cuatro décadas, y le encargó la defensa de su hija menor y madre de cuatro de sus nietos.

Don Juan Carlos, según las fuentes consultadas, actuó con tanta premura no sólo por la gravedad de los hechos -es la primera vez que un miembro directo de la familia real es imputado por la Justicia-, sino para impedir que su hija y su yerno, Iñaki Urdangarin, de quienes sigue estando muy distanciado, confiasen la defensa de aquélla a Mario Pascual Vives, abogado del duque de Palma y una figura muy polémica que nunca ha gozado precisamente de las simpatías de La Zarzuela.

La peculiar personalidad de Pascual Vives y sus frecuentes salidas de tono han irritado a la Casa del Rey -y muy especialmente al monarca- desde el inicio del proceso. Sus improvisadas ruedas de prensa a pie de calle, sus quejas de que Urdangarin "paga mucho IVA" o afirmaciones como que si el duque de Palma "ha hecho cosas que no son correctas pedirá disculpas" hicieron ver a La Zarzuela que el controvertido abogado no era el más idóneo para defender al yerno de don Juan Carlos. Y mucho menos a la Infanta.

Sin intermediarios

Ni siquiera sus más estrechos colaboradores fueron previamente informados por el monarca de sus planes. Ni Spottorno, jefe de la Casa del Rey, ni Javier Ayuso, director de Comunicación de La Zarzuela, supieron hasta muchas horas después que aquél había llamado personalmente a Roca para pedirle que se hiciera cargo de la defensa de la Infanta. "En un asunto tan delicado como la imputación de su hija y que afecta de lleno a la Corona, el Rey quiso tomar las riendas personalmente, sin intermediarios. Esta vez no habría ningún Pascual Vives", añaden las fuentes consultadas.

De hecho, Ayuso aseguró el mismo jueves, al ser preguntado por este diario acerca de quién sería el abogado de la Infanta, que "este asunto aún no está sobre la mesa, y por lo tanto no se ha tomado ninguna decisión". El portavoz oficial de La Zarzuela sugirió incluso que el defensor de la duquesa de Palma podría ser alguno de "los más prestigiosos penalistas" de este país, y citó, entre otros, a Horacio Oliva y Miguel Bajo. Pero no a Roca, cuya especialidad es el Derecho Mercantil.

Roca asesorará y representará a la Infanta, pero el peso de su defensa lo llevará el penalista Jesús María Silva, socio del despacho Molins y Silva, que este mismo año firmó un convenio de colaboración con el bufete de Roca (Roca Junyent Abogados Asociados). Silva es catedrático de Derecho Penal y goza de gran prestigio en el ámbito académico. 

Sólo después de que Roca, íntimamente vinculado a la Corona desde la etapa de la Transición, aceptase el ofrecimiento de don Juan Carlos, éste informó a la Infanta y a Spottorno de sus gestiones. "No lo consensuó previamente con ninguno de los dos. Ni tampoco con el príncipe Felipe. Simplemente se limitó a informarles a posteriori de su decisión", sostienen las mismas fuentes. De hecho, Roca no se puso en contacto con la hija del monarca hasta la noche del jueves, más de 24 horas después de que el Rey y el abogado hubiesen cerrado su acuerdo.