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El TSJC pone en duda los votos por correo en las elecciones a la Cámara de Barcelona
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VARAPALO A LA GENERALITAT DE CATALUÑA

El TSJC pone en duda los votos por correo en las elecciones a la Cámara de Barcelona

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha puesto en tela de juicio todos los votos por correo de las elecciones a la Cámara de

Foto: El TSJC pone en duda los votos por correo en las elecciones a la Cámara de Barcelona
El TSJC pone en duda los votos por correo en las elecciones a la Cámara de Barcelona

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha puesto en tela de juicio todos los votos por correo de las elecciones a la Cámara de Comercio de Barcelona que esta institución celebró en mayo del año 2010. ¿Hubo pucherazo? No, más bien se trata de un sistema arcaico que sirve a la estructura para controlar todas las votaciones.

En una sentencia fechada este mes de febrero, el órgano jurisdiccional duda de la validez de 6.537 votos y sólo reconoce como puramente válidos menos de 700, los que se hicieron de forma presencial, aunque el censo de la Cámara es de 390.000 electores. Ello da como consecuencia que sólo se tendrán en cuenta aproximadamente el 10% de los votos emitidos, que a su vez representan sólo el 0,17% del censo total electoral.

En los comicios de 2010, se presentó también el empresario Ramon Carner, quien, tras detectar algunas irregularidades, decidió denunciar ante los tribunales todo el proceso. Carner solicitó que se anulasen las elecciones a la Cámara, pero la justicia rechazó esta petición.

Fuentes de la Cámara de Comercio han reconocido a El Confidencial conocer la sentencia, pero destacan que el fallo les da la razón porque mantiene el resultado de las elecciones y los miembros del pleno que salió escogido. Además, subrayan que el recurso ante el TSJC se realizó sobre uno los epígrafes representados en la Cámara, que correspondía al gremio de charcutería (hay 60 gremios representados) y que el denunciante no recurrió el fallo del tribunal, por lo que este ya es firme.

En las citadas elecciones, fue reelegido el actual presidente de la Cámara, Miquel Valls. Pero es el procedimiento para las votaciones lo que pone en duda ahora el TSJC, porque resulta que 4.807 votos por correo fueron emitidos desde una sola dirección, lo que levanta sospechas sobre la transparencia del proceso.

Además, otro porcentaje importante de votos se emitió desde un par más de direcciones en sólo dos días. El texto de la sentencia destaca que al enviar el 73,5% de los votos a una única dirección hay serias dudas de que esos electores “introdujeran en el sobre la papeleta elegida y, de manera individualizada, certificaran el voto en la oficina de Correos, tal como prevé el decreto 19/2006, menos aún si se atiende a lo dispuesto en la Ley Orgánica 5/1985 de 19 de junio de Régimen Electoral General”.

Varapalo a la Generalitat

La sentencia, no obstante, no obliga a repetir las elecciones, ya que detalla que el recuento de los votos presenciales no altera el resultado final. Fuentes cercanas a la candidatura de Carner, sin embargo, señalan que “la Cámara de Comercio es una institución demasiado importante como para que planee sobre ella la duda de la legitimidad democrática y se pueda cuestionar su representatividad”. Y subrayan que al invalidar tal cantidad de votos, pone en tela de juicio la representatividad del organismo. “Que piensen bien qué tienen que hacer, pero que tengan claro que la Cámara debe representar al verdadero tejido empresarial catalán, cosa que ahora no hace”.

El varapalo de los fundamentos de derecho de la sentencia afecta sobre todo a la Generalitat, que es la que regula el sistema de elecciones de las cámaras de comercio y a la que corresponde, pues, fijar las características de las votaciones.

Las fuentes consultadas señalan que lo que existe, en el fondo, es una perversión del sistema electoral “que lleva funcionando muchos años, que se consolidó en la última década y que permitió a Valls consolidarse en la presidencia. En la misma situación, sin embargo, se encuentran otras instituciones catalanas, como la Fira, cuyos sistemas están obsoletos”. El método de elección en la Cámara es complejo, ya que se vota por epígrafes y en algunos de ellos han sido anulados absolutamente todos los votos emitidos, por lo que los representantes elegidos “no deberían continuar”. Por eso, consideran que “la pelota, ahora, está en el tejado del consejero de Empresa y Ocupación, Felip Puig, que es el encargado de tutelar la actividad de las Cámaras de Comercio de Cataluña”.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha puesto en tela de juicio todos los votos por correo de las elecciones a la Cámara de Comercio de Barcelona que esta institución celebró en mayo del año 2010. ¿Hubo pucherazo? No, más bien se trata de un sistema arcaico que sirve a la estructura para controlar todas las votaciones.

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