Interior pide ‘discreción’ a los 8 diputados del PP acosados y que agrupen denuncias

El Partido Popular contabiliza ya ocho casos de acoso contra sus diputados organizados por la llamada Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Hasta que la semana pasada los manifestantes no cercaron y aporrearon la puerta de la casa de Esteban González Pons cuando estaban dentro sus hijos menores de edad, en el PP procuraron llevar el asunto con discreción, siguiendo las recomendaciones del Ministerio del Interior de evitar el ‘efecto llamada’ o ‘contagio’.

El Grupo Popular ha sugerido a sus parlamentarios que informen a la dirección cuando tengan problemas con los miembros de los grupos antidesahucios con el fin de centralizar la información sobre la campaña de acoso que sufren. También recomienda a sus diputados que presenten las denuncias pertinentes en la comisaría de la Cámara para poder agruparlas.

De momento, de los ocho parlamentarios que han sufrido las increpaciones, insultos, concentraciones y “empapelamiento” a la puerta o en las proximidades de sus casas, sólo cuatro han recurrido a presentar denuncias en las comisarías de sus ciudades de origen.

En fuentes del Grupo Popular aseguran que los acosos a los diputados comenzaron hace tres semanas, pero que hasta ahora habían procurado no darle mucha publicidad para que el ejemplo no cundiera al difundirse en las televisiones. Han recomendado a todos los parlamentarios que estén muy vigilantes y registren todo tipo de acto de amedrentamiento.

Si la campaña prosigue, el PP podría proceder como tal contra los convocantes de los actos, la plataforma de afectados por la hipoteca (PAH), que van dirigidos en toda España contra sus dirigentes, no sólo los parlamentarios.

Después de la denuncia que Esteban González Pons, vicesecretario de la dirección del PP, presentó la semana pasada en Valencia, ayer hizo lo propio en Avilés la diputada por Asturias Carmen Maniega, que fue perseguida por las calles de Oviedo mientras era increpada e insultada con gritos de “asesina, criminal y sinvergüenza”.

En Cataluña, la presidenta del PP, Alicia Sánchez Camacho anunció que estudia acciones legales contra la citada plataforma por “coacciones” y “amenazas” a tres diputados catalanes: Concepción Veray, Ángeles Esteller y Antonio Gallego.

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, también ha sufrido en las puertas de su domicilio el acoso de los antidesahucios pero no ha llegado a presentar denuncia alguna.

En fuentes del Grupo Popular sitúan al movimiento organizado a favor de la dación en pago dentro de la órbita de la extrema izquierda y temen que siga creciendo su grado de agresividad contra los dirigentes del PP. El acoso contra el partido en el Gobierno ya fue desplegado por el apoyo del Ejecutivo de Aznar a los Estados Unidos cuando Bush decidió actuar en Irak. Entonces el grito favorito también era el de “asesinos”.