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72 horas en el ‘búnker’ del COI en Madrid
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LOS INSPECTORES OLÍMPICOS EVITAN MEZCLARSE CON LOS MADRILEÑOS

72 horas en el ‘búnker’ del COI en Madrid

Mariano Rajoy les definió España como un país con “buen clima”, “buena gastronomía” y “buenos deportistas”. La alcaldesa, Ana Botella, les invitó a disfrutar “de los

Foto: 72 horas en el ‘búnker’ del COI en Madrid
72 horas en el ‘búnker’ del COI en Madrid

Mariano Rajoy les definió España como un país con “buen clima”, “buena gastronomía” y “buenos deportistas”. La alcaldesa, Ana Botella, les invitó a disfrutar “de los museos, restaurantes y de la noche” de Madrid, y les animó a mezclarse y hablar con los madrileños, “el mejor activo de esta ciudad”. Pero ni han pisado el asfalto ni se han perdido por el centro de la ciudad. Los diecisiete miembros del comité evaluador del Comité Olímpico Internacional (COI) han ignorado las recomendaciones de los dirigentes españoles y sólo se han movido del hotel de cinco estrellas en el que se hospedan cuando toca ruta oficial y anoche, puesto que fueron invitados a una cena presidida por los Príncipes de Asturias en el Palacio Real. Su excusa: a última hora del día se encierran para hacer su propio informe de evaluación.  

Lo único que los 500 periodistas que cubren la visita han podido saber de los miembros del COI es que son diecisiete: cuatro mujeres y trece hombres. Desde antes de su aterrizaje, dejaron claro al equipo de Madrid 2020 cómo iba a ser su manera de trabajar: ponencias cerradas a todo aquel que no sea de la candidatura o inspector olímpico. En estas 72 horas que llevan trabajando en Madrid, únicamente han coincidido tres veces con los periodistas: el lunes, tres minutos en el estadio Santiago Bernabéu, cuando lanzaron penaltis a Iker Casillas mientras la prensa los observaba desde las gradas; el martes en Ifema, sin cámaras de televisión, y ayer, otros pocos minutos en la Caja Mágica. Para nutrir de fotografías y vídeos oficiales a todos los medios de comunicación que lo deseen, los acompañan fotógrafos y cámaras de la candidatura. 

Los inspectores olímpicos han cuidado mucho no cruzarse ni una sola vez con los periodistas en el hotel Eurostar, donde el equipo de Madrid 2020 expone a los miembros del COI todas las ponencias. Los medios de comunicación no pueden moverse de la parte baja del hotel por petición expresa de los evaluadores, y ninguno de ellos ha conseguido saltarse las escrupulosas medidas de seguridad que escoltan, tanto fuera como dentro del hotel, al equipo del COI. Ni siquiera el equipo de Madrid 2020 que ha podido compartir un rato con ellos se atreve a romper la cláusula de confidencialidad que envuelve la visita.

Nada de restaurantes por Madrid: cena con Gallardón en el Palacio Real

Sólo abandonaron un rato el hotel anoche, y no precisamente para cenar en ningún restaurante de postín de la ciudad. Los inspectores olímpicos fueron los invitados de honor en una cena que presidieron los Príncipes de Asturias y la reina Sofía en el Palacio Real. Es la primera ceremonia de este estilo que no preside don Juan Carlos. Además de con un gran número de empresarios y deportistas, compartieron mesa, mantel y confidencias con los ministros José Manuel Soria, José Manuel García-Margallo, José Ignacio Wert y Alberto Ruiz-Gallardón, el antecesor a Ana Botella que peleó por los Juegos de 2012 y 2016. Según fuentes presenciales en la cena, acudió hasta la mismísima Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, sus homólogos de Barcelona y Córdoba, Xavier Trias y José Antonio Nieto, y las infantas Elena y Pilar, hija y hermana del monarca, ausente porque aún está convaleciente de su última operación. No faltaron numerosos alcaldes madrileños y los embajadores de la comunidad que durante toda la semana han acompañado al comité: la alcaldesa junto con el presidente de la región, Ignacio González, y la consejera de Educación, Juventud y Deporte, Lucía Figar.

En las jornadas previas, el equipo olímpico madrileño vendió a los miembros del COI la maravillosa red de transportes que une Madrid de Norte a Sur y de Este a Oeste. De hecho, fuentes de toda solvencia que han compartido ruta oficial con ellos cuentan que los inspectores se quedaron impresionados al ver una boca de metro a escasos metros de los edificios emblemáticos de la ciudad: el Santiago Bernabéu, Ifema, Las Ventas, el Parque del Retiro... Ellos, sin embargo, no han soportado ni un kilómetro de atasco en los desplazamientos a las sedes. Los policías custodian el autobús en el que se desplaza el equipo como si en él viajara el mismo presidente del Gobierno. Se corta el tráfico a su paso y si los semáforos están en rojo, se saltan. De hecho, los inspectores olímpicos atravesaron los once kilómetros que separan el parque del Retiro del hotel donde se hospedan en menos de quince minutos, un tiempo récord, impensable para Madrid un lunes a las cinco y media de la tarde.

Los periodistas podrán poner cara y voz a los diecisiete magníficos del COI esta tarde, cuando se clausure la visita con una rueda de prensa que no se alargará más de una hora, según han dictado ellos mismos a la organización de Madrid 2020. Las impresiones finales de qué les ha parecido realmente Madrid no se conocerán hasta septiembre, cuando desde Río de Janeiro desvelen cuál es la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de 2020: Tokio, Estambul o Madrid.

Mariano Rajoy les definió España como un país con “buen clima”, “buena gastronomía” y “buenos deportistas”. La alcaldesa, Ana Botella, les invitó a disfrutar “de los museos, restaurantes y de la noche” de Madrid, y les animó a mezclarse y hablar con los madrileños, “el mejor activo de esta ciudad”. Pero ni han pisado el asfalto ni se han perdido por el centro de la ciudad. Los diecisiete miembros del comité evaluador del Comité Olímpico Internacional (COI) han ignorado las recomendaciones de los dirigentes españoles y sólo se han movido del hotel de cinco estrellas en el que se hospedan cuando toca ruta oficial y anoche, puesto que fueron invitados a una cena presidida por los Príncipes de Asturias en el Palacio Real. Su excusa: a última hora del día se encierran para hacer su propio informe de evaluación.  

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