Oriol Pujol no dimite pese a ser imputado por tráfico de influencias en el caso ITV
Oriol Pujol, el delfín de Artur Mas, hijo de Jordi Pujol y secretario general de Convergencia Democrática de Catalunya, ha sido finalmente imputado por el Tribunal
Oriol Pujol, el delfín de Artur Mas, hijo de Jordi Pujol y secretario general de Convergencia Democrática de Catalunya, ha sido finalmente imputado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por un supuesto delito de tráfico de influencias en la adjudicación irregular de las ITV en Cataluña. Pujol ha convocado una rueda de prensa urgente para valorar su imputación. Sin embargo, se niega a renunciar a su escaño, como anunció hace meses.
Como pedía la Fiscalía el pasado enero, el Tribunal Superior catalán ha decidido finalmente imputar a Pujol Ferrusola. El político catalán, y hombre fuerte de la Generalitat, ya aseguró entonces que no se escondería detrás de la senyera y que dejaría su escaño si finalmente resultaba imputado en la trama de la adjudicación de las ITV. Hoy, sin embargo, en una rueda de prensa y tras negar todas las acusaciones, ha anunciado que se mantendrá como diputado del Parlamento catalán.
Según Pujol, eso no es "esconderme tras la senyera", y ha anunciado que sí dimite temporalmente de sus funciones de presidente del grupo convergente en el Paramento así como de sus funciones de secretario general de esa formación, pero mantendrá su escaño. Pujol asegura que la imputación le permitirá defenderse de todas las acusaciones y juicios mediáticos paralelos que ha venido sufriendo por su presunta implicación en el caso de las ITV.
La Fiscalía ha mantenido desde hace tiempo que hay serios indicios de que Oriol Pujol, cuando era secretario general de Industria de la Generalitat, estuvo vinculado al intento de amañar los concursos para adjudicar las estaciones de la Inspección Técnica de Vehículos en Catalaluña. Las grabaciones a los principales implicados mostraban el conocimiento que el hijo del expresidente de la Generalitat tenía de las maquinaciones e, incluso, era conocido por los implicados como “el Zumosol” o “el Príncipe” por la capacidad de influencia que tenía en le Gobierno de Artur Mas.
El fiscal anticorrupción de Barcelona Fernando Maldonado arremetía contra Pujol, en un voluminoso y contundente informe de 400 páginas, en el que le sitúa en el centro de la trama de las ITV. El informe de la Fiscalía ha servido de base para solicitar al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) la imputación del político convergente, ya que como diputado en el Parlamento autonómico, Oriol Pujol es aforad.
El informe recoge todas las evidencias que existen en el sumario contra el secretario general de Convergència, tanto en los informes que están bajo secreto de sumario como en los que no. Además, interpreta las conversaciones telefónicas y los mensajes a través del móvil que el político realizaba con uno de los cerebros de la trama, el empresario Sergi Alsina, de quien es íntimo amigo y excompañero de clase en el IESE.
Los indicios eran contundentes, ya que confirmaban que Oriol Pujol no sólo estaba al tanto de todas las intenciones de la trama, sino que participaba activamente tanto dando instrucciones como moviendo los hilos de la política para que se tomasen determinadas decisiones. En otras palabras, le señala como el gran cerebro de la red desarticulada.
La trama pretendía llenarse los bolsillos de varias maneras. Por un lado, anular el concurso de reparto de las estaciones de ITV realizado por el Tripartito para beneficiar a sus amigos y a sí mismos, con la adjudicación a una empresa creada ex profeso, llamada Upprime Energy, de un lote de estaciones. En segundo lugar, esperaba obtener adjudicaciones de la Generalitat para que esta empresa fuese contratada para realizar inspecciones energéticas a las empresas catalanas.
En tercer lugar, esperaba también poder cambiar leyes para adaptarlas a sus intereses e instaurar la obligatoriedad de que todos los domicilios tuviesen que pasar una revisión de eficiencia energética que costaría 50 euros. Esa revisión, según preveían, la haría su empresa. Y en cuarto lugar, esperaban obtener cuantiosas subvenciones del erario público. En realidad, la primera subvención, de 180.000 euros, querían destinarla a poner en marcha la compañía. El plan era recibir el dinero como si fuese para instruir al personal de la fábrica de Sony que se incorporaría a Upprime Energy, aunque su verdadera intención era utilizarlo como colchón para sufragar los gastos de los primeros meses.
Upprime Energy fue creada por los empresarios Sergi Pastor y Sergi Alsina (ambos detenidos en marzo del año pasado) y a ella se incorporaban el entonces director de Sony España, Pedro Navarrete, y su esposa, María Jesús Muro. Todos ellos se repartirían el 30% de la empresa de un modo muy peculiar: en su parte, Sergi Pastor cedía la mitad al matrimonio, mientras que Alsina la cedería, supuestamente, aOriol Pujol, según se desprende de las conversaciones telefónicas. El 70% de Upprime Energy quedaría en manos de Xavier Pujol, propietario de Ficosa, la compañía que se quedaba también la factoría de Sony tras la deslocalización de esta multinacional.
El propio Pastor, en una conversación telefónica, explica los pormenores de la constitución de Upprime Energy, a la que define como “la empresa que tendremos conjuntamente con Zumosol [apodo que le daban a Oriol Pujol]”. Por indicación del político, contrataron a un abogado de su confianza para realizar todos los trámites legales. Y varios informes dan credibilidad a la teoría de que el político era accionista oculto de Upprime Energy.
La larga mano de Oriol
Curiosamente, la contratación de Tous se hizo de manera tan oscura que ni siquiera fue publicada en el diario oficial, lo que es obligatorio. Por ello, en vez de asignarle un sueldo, la Generalitat se avino a falsificar facturas para recompensarle por un monto de más de 70.000 euros. Además de esos emolumentos, Tous cobraba 2.360 euros mensuales de Sergi Alsina, el amigo de Oriol Pujol, lo que denota una connivencia directa. Pujol, sin embargo, le situó también en febrero del año pasado como coordinador general de la Diputación de Barcelona, esta vez con sueldo público y espectacular: de 106.000 a 114.000 euros anuales. Una bonita recompensa para su hombre clave en la Generalitat.
La larga mano de Oriol Pujol también se hizo notar por las presiones que efectuó para que Sergi Pastor fuese nombrado consejero de la empresa semipública Idiada, miembro de la dirección del Colegio de Ingenieros Industriales e incluso presidente del Consejo Social de la Universidad de Barcelona, aunque en este último caso le ganó la partida otro peso pesado: Salvador Alemany, presidente de Abertis y del Consejo Económico asesor de Artur Mas. Uno de los informes del sumario especifica que “para conseguir sus objetivos, reviste especial importancia la colocación en instituciones de referencia como el Colegio de Ingenieros para así influir de manera directa en el tema de la certificación energética, contando con el apoyo de Oriol Pujol. La intención de Pastor era que Convergència copase las cúpulas de todas las grandes compañías catalanas “por cojones”.
Oriol Pujol, el delfín de Artur Mas, hijo de Jordi Pujol y secretario general de Convergencia Democrática de Catalunya, ha sido finalmente imputado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por un supuesto delito de tráfico de influencias en la adjudicación irregular de las ITV en Cataluña. Pujol ha convocado una rueda de prensa urgente para valorar su imputación. Sin embargo, se niega a renunciar a su escaño, como anunció hace meses.