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El PSC sacrifica hasta su relación con el PSOE para reforzar a Pere Navarro
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“HOY YA HABLA DE ÉL CASI TODO EL MUNDO”

El PSC sacrifica hasta su relación con el PSOE para reforzar a Pere Navarro

El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) es uno de los partidos que más titulares ha dado en las últimas semanas. Su crisis con el PSOE,

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El PSC sacrifica hasta su relación con el PSOE para reforzar a Pere Navarro

El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) es uno de los partidos que más titulares ha dado en las últimas semanas. Su crisis con el PSOE, el debate sobre la abdicación del Rey Juan Carlos, el intento de implicación en el caso Método 3 con papeles falsos, la sorda batalla con CiU como consecuencia de la cancelación de la cumbre económica de Artur Mas prevista para este sábado, la obligada renuncia del alcalde de Sabadell, Manuel Bustos, y la imputación de su secretario de Organización, Daniel Fernández, por presunto tráfico de influencias... Demasiadas emociones en tan poco tiempo. Para algunos, es una señal de que busca desesperadamente su lugar en el actual panorama político, después de perder cientos de miles de votos en las elecciones de los dos últimos años. Para otros, es el despegue de su líder, Pere Navarro, como el “auténtico líder de la oposición, el único recambio posible de Artur Mas”.

Lo que han puesto en marcha los socialistas catalanes es una calculada estrategia para hacer de vicio virtud. O sea, para aprovechar las circunstancias, por adversas que sean, con el objetivo de que, en última instancia, redunden en beneficio propio.

El último episodio que ha hecho temblar los cimientos del vetusto edificio de la calle Nicaragua (sede del PSC) es la imputación formal de Fernández, ocurrida este mismo viernes. En realidad, ya había dejado su cargo de secretario de Organización en el mes de noviembre, el mismo día que se conoció que su nombre aparecía en el sumario. Ahora, ha abandonado también sus cargos como presidente de la Comisión de Juventud y secretario de la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlamento catalán. ”He quedado como diputado raso hasta que se aclare todo y he convenido con Pere Navarro en que otra persona se ocupe de la secretaría de Organización del partido”. El nuevo número 2 será Esteve Terrades.

Desde las filas socialistas se quiere aprovechar para reforzar la figura de Pere Navarro“No he cometido delito ni infracción alguna. Soy inocente del cargo que se me imputa. Y espero y confío en ganar la batalla en los tribunales”, señaló el propio Fernández a El Confidencial. “El caso lo voy a ganar judicialmente, porque no hay base para acusarme de tráfico de influencias. Me he limitado a atender a una alcaldesa que me pedía mi opinión para cubrir una plaza de libre de disposición. Pero entiendo el clima que vivimos y la situación política delicada y acato mi separación de toda responsabilidad”, subraya.

Fernández compara su caso con los de “otros imputados” que continúan teniendo cargos de responsabilidad parlamentaria. No lo dice claramente, pero se adivina que tras ese “otros” están el exalcalde de Lloret, Xavier Crespo, a quien se investiga por su relación con la mafia rusa y que, tras ser imputado, fue ascendido a vicepresidente de la Comisión de Empresa. O con Ferran Falcó, líder de CiU en Badalona, que a pesar de estar imputado en el caso Adigsa (el famoso caso del 3%) está también en otra comisión parlamentaria.

Una técnica dudosamente apta

Daniel Fernández se vio implicado, casi de rebote, en la investigación de una trama corrupta en el Ayuntamiento de Sabadell. Pero como no tenía nada que ver con el asunto, tras descubrirse indicios de presunto tráfico de influencias, se abrió una causa separada. 

En tres conversaciones con el exalcalde de Sabadell, Manuel Bustos, el secretario de Organización socialista hablaba de cómo colocar en el vecino Ayuntamiento de Montcada i Reixac, como directora del área territorial, a Carmina Llumà, que había sido secretaria general en la consejería de Política Territorial y Obras Públicas en tiempos del Tripartito. Lo malo era que una empresa asesora del Ayuntamiento la había dictaminado como “no apta” para el puesto y se decantaba por otra candidata. Días después, el acta de la empresa seleccionadora las calificaba a ambas como “aptas”. Pero la alcaldesa de Montcada, María Elena Pérez, resolvió, unos días más tarde, nombrar directora a Carmina Llumà. Eso, según el auto del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) de este viernes, es suficiente “para continuar con la investigación de la posible comisión de un delito de tráfico de influencias”.

¿Cómo afecta la imputación de Fernández al PSC? Depende del cristal con que se mire. Oficialmente, en los partidos rivales no se ha aireado demasiado el asunto porque la entidad del presunto delito es menor y corresponde a un caso concreto. Extraoficialmente, incluso le restan importancia. Pero desde las filas socialistas se quiere aprovechar para reforzar la figura de Pere Navarro. ¿Alguien sale salpicado? Se aplica el código deontológico interno y se le hace renunciar a los cargos en el partido. Otra cosa son los cargos electos, a los que por ley no están obligados a renunciar. En eso, Navarro se ha mostrado inflexible.

El despegue de Pere Navarro

El líder del PSC comenzó a sonar cuando en pleno Debate de la Nación puso sobre la mesa la conveniencia de que el Rey Juan Carlos abdicase. Fue un posicionamiento que sentó francamente mal tanto en las filas del Gobierno como en las filas del PSOE. Pero le sirvió para comenzar a marcar su propio perfil. O rinovarse o perire, dicen los italianos. 

El PSC necesitaba hacerse visible tras muchos sinsabores: desde la sangría de votos padecida en las elecciones legislativas, europeas, autonómicas y municipales, su suerte había ido de mal en peor. Su electorado le había abandonado y por ello, sorpresivamente, pasó a ser el tercer partido en escaños en las elecciones del 25 de noviembre, aunque sigue conservando su segunda posición en votos. Las encuestas no le auguraban un futuro muy halagüeño, por lo que necesitaba un revulsivo. Éste habría de llegar tras la convención para redefinir la estrategia, prevista para esta primavera. Pero, como todavía no tiene fecha concreta, hasta entonces ha de ir calentando motores.

A nivel nacional, el discurso sobre la abdicación del Rey fue un bombazo. Pero inmediatamente llegó la crisis con el PSOE, lo que le granjeó durísimas críticas desde todas partes y, especialmente, desde las propias filas socialistas: los barones no están dispuestos a tolerar que se ponga en cuestión el centralismo del centenario partido. Ésa fue la dinámica que quiso romper Pere Navarro votando en contra del PSOE en la declaración sobre el derecho a decidir de los catalanes. Él mismo se encargó de dejar muy claro que en cualquier hipotética consulta votará que no a la independencia y pedirá el voto contrario. Pero otra cosa es el derecho a decidir. “Por lo menos, que dejen que la gente se pueda expresar en las urnas”, dicen en la cúpula del PSC. A su favor cuenta que cada crítica que le llegaba de los diversos barones (Alfonso Guerra, José Luis Rodríguez Ibarra, Paco Vázquez...) eran votos que Navarro ganaba en Cataluña.

Parece que el PSC está vivo. Muy vivo, quizá. Ésa es la lectura que se hace desde el interior del partidoEn la reciente historia del partido hay también un episodio muy espinoso: la implicación que alguien quiso hacer del PSC ligándolo a la agencia Método 3. Había algunas circunstancias que alimentaban el contubernio: Elisenda Villena, jefa de servicio de la polémica agencia, es hermana de Ana Villena, que trabaja en los servicios jurídicos del partido. A través de esta conexión, alguien falsificó un papel y puso el nombre del PSC y de su secretario de Organización, José Zaragoza, donde nunca había estado. Las investigaciones no han encontrado ni rastro de que los socialistas hubiesen encargado espiar a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, en su comida con María Victoria Álvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola. Los trabajos realizados para el PSC por Método 3 o empresas de su grupo estaban perfectamente identificados en la documentación incautada a la agencia y no se correspondían, ni por su naturaleza ni por las fechas, con el espionaje a la lideresa popular.

“El nuevo líder”

Pero hay una cosa cierta: parece que el PSC está vivo. Muy vivo, quizá. Ésa es la lectura que se hace desde el interior del partido: “Hace unas semanas, a Pere Navarro apenas nadie le conocía. Hoy, es uno de los políticos de los que habla todo el mundo”, explica a El Confidencial un alto dirigente socialista. Y añade: “Todo lo que ha pasado afianza a Pere como nuestro líder. Su mensaje sobre la abdicación del Rey sentó muy mal en el establishment, pero caló entre la gente. Los que aún no son republicanos ya comienzan a pedir que el Rey abdique. Luego, la votación en el Congreso en contra de las consignas del PSOE reforzó su posición. Para terminar, la decisión de ir a unas primarias en Barcelona en las que puedan votar incluso los que no son militantes nos ha puesto en primera línea. Se ha visto que Pere Navarro tiene capacidad de liderazgo”.

Y otro miembro de la cúpula señala que “en los últimos 20 días pasó de ser un desconocido a estar en boca de todos. Se ha demostrado que es un político que toma decisiones y que ha marcado un perfil muy propio”.

El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) es uno de los partidos que más titulares ha dado en las últimas semanas. Su crisis con el PSOE, el debate sobre la abdicación del Rey Juan Carlos, el intento de implicación en el caso Método 3 con papeles falsos, la sorda batalla con CiU como consecuencia de la cancelación de la cumbre económica de Artur Mas prevista para este sábado, la obligada renuncia del alcalde de Sabadell, Manuel Bustos, y la imputación de su secretario de Organización, Daniel Fernández, por presunto tráfico de influencias... Demasiadas emociones en tan poco tiempo. Para algunos, es una señal de que busca desesperadamente su lugar en el actual panorama político, después de perder cientos de miles de votos en las elecciones de los dos últimos años. Para otros, es el despegue de su líder, Pere Navarro, como el “auténtico líder de la oposición, el único recambio posible de Artur Mas”.

Pere Navarro