Botella liquida de un plumazo todos los contratos que mantenía con Flores

El ayuntamiento de Madrid ha roto todos los lazos que le mantenían unido a Miguel Ángel Flores, el promotor de la trágica fiesta de Halloween que costó la vida a cinco adolescentes. El Consistorio madrileño notificó ayer a un representante legal de Diviertt que se le retiraba la licencia que el promotor obtuvo en octubre de 2011 para acondicionar y explotar un quiosco con terraza en un parque municipal localizado en el Distrito de Chamartín. El promotor, en libertad condicional tras depositar 200.000 euros de fianza, tenía de plazo hasta el 18 de mayo para arreglar el local que pensaba abrir al público antes de verano. Las causas jurídicas que alegan desde el Consistorio es que la compañía "no ha estado al corriente de sus pagos" a la Seguridad Social: una condición a la que el promotor se comprometió por contrato y ha incumplido.

Flores, conocido en el mundo de los negocios como uno de los dueños de la noche madrileña, quería extender los tentáculos de su imperio en locales como éste: un quiosco con terraza en un parque de la madrileña calle Pío XII, el pulmón de uno de los barrios más caros de Madrid. Al extenderse el rumor de que Miguel Ángel Flores iba a ser el nuevo empresario que abriría el local, cerrado al público durante tiempo, los vecinos se han movilizado para boicotear el negocio y evitar a toda costa que los ciudadanos consumiesen “en un local cuyo dueño ha provocado la muerte de cinco jóvenes”, confesaba a este diario un vecino del barrio. 

Fuentes del Ayuntamiento de Madrid reconocen a este diario que en el momento de la concesión, Diviertt cumplía con todos los requisitos que el Consistorio exigía para hacerse con el negocio, pero confirman que el contrato carece ya de validez por haber incumplido una cláusula del pliego del contrato de explotación. Anteriormente, Flores también intentó pujar por la concesión de otro establecimiento municipal similar, pero se quedó fuera de juego por presentar la documentación unas horas después del plazo límite fijado por el Ayuntamiento, a quien llegó a amenazar con llevar a los tribunales por no dejar presentarse al concurso.

Diviertt S.L. tenía, de facto, la exclusiva de la organización de fiestas en el Arena la madrugada del 1 de noviembre. El ayuntamiento, dueño del recinto municipal donde sucedió la avalancha mortal, ya ha roto legalmente todos los contratos mantenía en vigor con la esta compañía encausada y ha interpuesto una demanda contra el promotor, basándose en el atestado policial que investigó la tragedia que afirmaba que el aforo del recinto estaba “sobradamente sobrepasado”. La denuncia, fechada el 20 de diciembre de 2012, reclama los 34.014,11 euros de deuda que Diviertt mantiene con Madrid Espacios y Congresos, sin contar los gastos bancarios e intereses. El consistorio, que se ha visto obligado a remodelar tres veces el Ejecutivo local por el huracán Madrid Arena, pide a Flores "la liquidación por daños y perjuicios ocasionados" a Madridec. El consistorio pide que la determinación de estos daños, en caso de producirse, "deberán hacerse mediante petición económica".

El "trato de favor" hacia Flores, en el Juzgado

De hecho, las acusaciones particulares tuvieron oportunidad de preguntar ayer en el Juzgado de Instrucción número 51 de Plaza de Castilla a Jorge Rodrigo, exdirector gerente de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), si el "trato de favor" que hubo hacia la empresa Diviertt era de mutuo propio o provenía "de órdenes de arriba". Los abogados cuestionaron a Rodrigo sobre los contratos de preferencia que Madridec firmó con Diviertt, y que precisamente fue el detonante para que la alcaldesa de Madrid lo cesara junto con su exconsejero delegado, José Ángel Rivero, pese a que ellos ya habían entregado toda la documentación al departamento de Hacienda que dirige Concepción Dancausa.

Rodrigo apuntó hacia el director de Seguridad de Madridec, Rafael Pastor; al coordinador de Operaciones, Francisco del Amo y al responsable operativo, José Ruiz Ayuso, como los responsables de inspeccionar el recinto antes de la fiesta. Además, dejó constancia ante que el Juez que la seguridad tanto dentro de recinto como en los jardines que lo rodean correspondía a Seguriber.