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La Fundación de Bono y Zaplana nace de ‘puntillas’ para no soliviantar a PP y PSOE
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LOS PATRONOS SE DAN UN MES MÁS DE PLAZO PARA NO HABLAR DE REGENERACIÓN AHORA

La Fundación de Bono y Zaplana nace de ‘puntillas’ para no soliviantar a PP y PSOE

En la actual tesitura, en la que nombrar a un político es casi un anatema ante el vendaval de chanchullos, líos, sobresueldos y Amy Martins que

Foto: La Fundación de Bono y Zaplana nace de ‘puntillas’ para no soliviantar a PP y PSOE
La Fundación de Bono y Zaplana nace de ‘puntillas’ para no soliviantar a PP y PSOE

En la actual tesitura, en la que nombrar a un político es casi un anatema ante el vendaval de chanchullos, líos, sobresueldos y Amy Martins que pululan por la azotea de PP y PSOE, no parece quizá el momento más indicado para sacar adelante una fundación repleta de exministros que nace para defender la vigencia de la Constitución. Y es que los pilares mismos del sistema están en entredicho. José Bono y Eduardo Zaplana han decidido darse un mes más de plazo para constituir la Fundación España Constitucional que ambos están promoviendo y que todavía no se ha inscrito en el Patronato de Fundaciones. La razón, al menos la que han esgrimido miembros del patronato, es que prefieren esperar para sumar más voluntades de antiguos exministros.

“Nos hemos dado un mes más, hasta principioS de marzo, para hacer el acto formal de constitución y esperar a ver si se puede incluir a más exministros”, confirma una de las personas que, el pasado lunes, acudió al Hotel Wellington de Madrid al que iba a ser el supuesto acto de puesta en marcha de la iniciativa y en el que se iban a aprobar los estatutos de la Fundación y que ha quedado, finalmente, en sólo una cita de preliminares. Otras fuentes consultadas por este diario aclaran que el retraso en la puesta en la presentación de la iniciativa está estrechamente relacionado con la actual coyuntura, en la que PP y PSOE y sus respectivos líderes no encajarían bien que antiguos pesos pesados de sus propias filas, como Bono y Zaplana, salieran a la palestra a presentar propuestas de regeneración política y democrática.

La fundación nace, de todos modos, para “reforzar la cohesión de los ciudadanos españoles a través de la defensa de la Constitución y de las instituciones que la misma establece”, según lo que se ha filtrado hasta ahora de sus estatutos. También como “un punto de encuentro para quienes, desde el diálogo, pero con firmeza en sus convicciones, se refieren a España sin complejos, como una imagen de marca superior a la de cualquiera de sus partes de forma individual”.

La idea de la fundación es un viejo proyecto del expresidente de Castilla-La Mancha que se remonta a 1995 y que, finalmente, ya retirado de la primera línea, ha logrado poner en marcha junto a Zaplana. Sus promotores niegan, por ello, que su surgimiento esté directamente ligado a las derivas soberanistas de Cataluña y de su presidente, Artur Mas.

La iniciativa cuenta, de momento, con el respaldo de un nutrido grupo de exministros de PP, PSOE y UCD, los tres partidos que han gobernado la España constitucional nacida con la Transición. Entre los patronatos, cuyo cargo no está remunerado, figuran ya destacados nombres de ayer y de hoy como Rodolfo Martín Villa, Cristina Garmendia, Gerónimo Saavedra, Gustavo Suárez Pertierra, Ana de Palacio, Ángel Aceves o María Antonia Trujillo.

Como ya informó este diario, Bono ha maniobrado en los últimos meses para lograr el respaldo de Emilio Botín y del Banco Santander al proyecto. La participación de la primera institución financiera del país está plenamente garantizada, informa José Antonio Navas. No obstante, el banco cántabro prefiere evitar protagonismos innecesarios y trabajará entre bambalinas aportando su apoyo financiero en las actividades de la nueva fundación, pero sin aparecer en modo alguno en su árbol fundacional. La foto de familia, de momento, deberá esperar un mes más a la espera de ver si escampa la crisis política. 

En la actual tesitura, en la que nombrar a un político es casi un anatema ante el vendaval de chanchullos, líos, sobresueldos y Amy Martins que pululan por la azotea de PP y PSOE, no parece quizá el momento más indicado para sacar adelante una fundación repleta de exministros que nace para defender la vigencia de la Constitución. Y es que los pilares mismos del sistema están en entredicho. José Bono y Eduardo Zaplana han decidido darse un mes más de plazo para constituir la Fundación España Constitucional que ambos están promoviendo y que todavía no se ha inscrito en el Patronato de Fundaciones. La razón, al menos la que han esgrimido miembros del patronato, es que prefieren esperar para sumar más voluntades de antiguos exministros.

José Bono Eduardo Zaplana