La Fiscalía Anticorrupción interrogará a Urdangarín por los gastos de Corinna en Valencia

El fiscal anticorrupción de Baleares, Pedro Horrach, interrogará a Iñaki Urdangarín en las próximas semanas para saber por qué el Instituto Nóos invitó a Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la autoproclamada princesa y amiga del Rey, a la edición de 2004 del Valencia Summit, y quién pagó sus gastos de viaje, alojamiento y manutención, según han revelado a El Confidencial fuentes muy cercanas a la Fiscalía Anticorrupción. Horrach pidió el pasado sábado la imputación del yerno de don Juan Carlos por varios delitos fiscales, y reclamó al juez que le cite de nuevo a declarar.

Aún no hay fecha para la nueva declaración de Urdangarín ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, que sería la segunda desde que fue imputado a finales de 2011 por el juez José Castro. Éste deberá decidir primero -lo que se da por seguro- si imputa también al marido de la infanta Cristina de Borbón por varios delitos contra la Hacienda pública, como ha pedido la Fiscalía Anticorrupción y la acusación particular que ejerce el sindicato Manos Limpias.
 

Corinna viajó desde Londres a Valencia el 26 de octubre de 2004, la víspera de la inauguración de la primera edición del Valencia Summit -hubo dos más en 2005 y 2006-, por la que la Generalitat de Francisco Camps y el Ayuntamiento de Rita Barberá pagaron al Instituto Nóos un canon de 1,1 millones de euros. La princesa alemana se alojó en el mismo hotel que Urdangarín y Torres, el Eurostars Gran Valencia, cercano al Palacio de Congresos, donde se celebró el foro, un encuentro internacional de expertos que analizaron el impacto de los grandes eventos deportivos en el desarrollo de las ciudades.

 

Fue el Rey, como adelantó este diario, quien pidió a su yerno que incluyera a Corinna en la lista de invitados del Valencia Summit "para ayudarla a ampliar sus contactos", según fuentes muy cercanas a la Zarzuela. La amiga del monarca era entonces la responsable de Boss Sporting Agency (BSA), una agencia londinense promovida por la prestigiosa armería Boss&Co, especializada en organizar exóticos y exclusivos safaris para aristócratas y millonarios europeos. Don Juan Carlos era cliente habitual de BSA, y a comienzos de 2004 conoció a la princesa alemana en una cacería en Mozambique.

Corinna estaba entonces casada con el príncipe alemán Casimir zu Sayn-Wittgenstein, de quien se divorció un año después. Tras su separación siguió utilizando por su cuenta el apellido de su exmarido y el tratamiento de princesa, y en 2005 montó su propia empresa: Apollonia Associates. La princesa Corinna se convirtió entonces, gracias a los contactos de altísimo nivel labrados durante su etapa en la agencia de safaris, en una comisionista de lujo que cobraba por intermediar en grandes contratos internacionales, principalmente entre empresas europeas y gobiernos árabes.

El pasaje de avión de ida y vuelta de la amiga del Rey y su estancia en la capital valenciana fueron reservadas a través de la agencia Europa Travel. El coste del viaje, alojamiento y manutención del centenar de ponentes, observadores e invitados asistentes al foro -Corinna entre ellos-, además del montaje de stands, equipos de sonido, decoración y catering sumó otros 310.000 euros, que también fueron abonados con fondos públicos. De esta forma, el margen de beneficio de Urdangarín y Torres no se redujo, y ambos socios se embolsaron prácticamente limpios los 1,1 millones del canon.

Tras su visita a Valencia, el contacto entre Corinna y el Rey fue más frecuente. La comisionista alemana acompañó a don Juan Carlos en muchos viajes privados e incluso oficiales, y actuó en numerosas ocasiones como representante del monarca ante gobernantes y grandes empresarios de países árabes. Entre 2011 y 2012, el jefe del Estado llegó a viajar al menos en tres ocasiones con Corinna en contra del criterio de sus médicos. El monarca ignoró la recomendación de los facultativos y se trasladó, primero, a Mónaco, más tarde a Kuwait y los Emiratos Árabes, y por último al polémico safari en Botsuana.

Prescripción de delitos

Como publicó ayer este diario, el juez Castro tiene en su poder desde el pasado viernes un informe de la Agencia Tributaria en el que ésta afirma que hay "fundadas sospechas" de que el yerno del Rey "ha cometido más delitos contra la Hacienda pública que, de no ser objeto de acusación antes de julio de 2013, prescribirían".

Según ese informe, al que ha tenido acceso El Confidencial, Urdangarín cometió presuntamente dos delitos fiscales como persona física en su declaración del IRPF de 2007 y 2008, con una cuota defraudada en cada uno de esos ejercicios superior a 120.000 euros. Además, el Instituto Nóos, del que era presidente, defraudó más de 230.000 euros por el impuesto de sociedades de 2007. 

Urdangarín cobró 645.000 euros por sus supuestas labores de asesoría personal a seis entidades privadas en 2007 (Motorpress Ibérica, Aceros Bergara, Mixta África, Pernod Ricard, Havas Sports France y Seeliger y Conde) y 497.000 euros al año siguiente. Sin embargo, el duque de Palma facturó esas cantidades a través de Aizoon -la empresa que comparte al 50% con la infanta Cristina-, aplicándose un tipo impositivo inferior al que rige para las sociedades. 

El yerno de don Juan Carlos, según Hacienda, utilizó Aizoon como "una sociedad pantalla para ocultar al verdadero perceptor de las retribuciones" -el propio duque de Palma como persona física- y, de esta forma, "disminuir su tributación en el IRPF, deduciéndose gastos no relacionados con la actividad". Entre ellos, los de su servicio doméstico.