Un grupo inversor 'anónimo' ofrece 200 millones a Fabra por el aeropuerto de Castellón

Un grupo anónimo de inversores puja por el aeropuerto de Castellón. Así lo aseguró este miércoles el presidente de Aerocas (Aeropuerto de Castellón, S.L.), Carlos Fabra, quien anunció que la sociedad pública ha recibido una oferta de un grupo empresarial para comprar el aeródromo por 200 millones de euros, en la que se incluyen las inversiones en el interior y en los alrededores de la infraestructura.

Fabra también señaló que el grupo inversor, cuyo nombre no ha querido desvelar, prevé que el aeropuerto esté operativo el 30 de junio de 2013, ya que no tiene todavía operatividad y es conocido como "el aeropuerto sin aviones". Fabra realizó estas declaraciones tras la reunión que mantuvo este miércoles en la Cámara de Comercio de Castellón con el consejero de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, para informarle sobre la situación de la infraestructura.

Dicho grupo empresarial prevé la creación "de entre 1.200 y 1.400 puestos de trabajo directos e indirectos". El responsable de Aerocas manifestó que en estos momentos se está estudiando la propuesta de compra y cuando haya una respuesta se dará a conocer, "pues de momento la están analizando los técnicos del aeropuerto y de la Consejería de Economía".

Fabra aseguró que mantuvo el primer contacto con este grupo empresarial antes del mes de agosto de 2012 y que la oferta formal se recibió el 31 de diciembre. Así mismo, indicó que le ha dado una copia de la propuesta al consejero, aunque ya se la había comunicado telefónicamente al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.

Según el presidente de Aerocas, este grupo inversor "tiene grandes proyectos para el aeropuerto de Castellón y para la economía de la provincia y un plan de negocio muy claro". Al respecto, ha destacado que la oferta "a lo mejor viene con alguna aerolínea debajo del brazo".

Ejemplo del despilfarro en España

El tristemente famoso aeródromo ha servido incluso a la prensa internacional como ejemplo del despilfarro en España. Fue inaugurado el 25 de marzo de 2011 por los entonces presidentes de la Generalitat, Francisco Camps, y de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, sin haber solicitado siquiera su puesta en marcha. Sólo para que los ciudadanos pudieran pasear por las pistas.

El proyecto, que ha absorbido una inversión próxima a los 150 millones de euros, se convirtió en una suerte de atracción turística cuando el presidente de la Diputación de Castellón insistió en que los castellonenses se acercaran a pisar las pistas en tanto se obtenían las autorizaciones. Según aseguraba el día de su puesta de largo, “hay quienes dicen que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones. No han entendido nada. Durante mes y medio cualquier ciudadano que lo desee podrá visitar esta terminal o caminar por las pistas de aterrizaje, algo que no podrían hacer si fueran a despegar o a aterrizar aviones”.

Apenas días después tuvo que deshacer el entuerto y garantizar que la infraestructura se ha realizado “para aviones y no para hacer carreras de bicicletas”. En todo caso, el proyecto requerirá cierto tiempo para funcionar a plena capacidad, aun cuando ya tenga movimiento.“Es factible desarrollar el aeropuerto en varias fases de modo que las infraestructuras vayan creciendo a medida que lo hagan la demanda de tráfico aéreo y las necesidades de los usuarios, alcanzando su máximo desarrollo cierto tiempo después de haber empezado a ser operativo”, se expone en el portal del aeródromo. El objetivo de Fabra era que su zona de influencia alcanzase a los países del norte de Europa. El 25 de marzo se cumplirán dos años desde su inauguración y el aeródromo sigue sin estar operativo.