El hijo de Juan José Prados del Pino, entre los detenidos de la cúpula de Esabe

La cúpula de la empresa de vigilancia Esabe ha sido detenida por presuntos delitos de alzamiento de bienes, insolvencia impunible, delitos contra la Seguridad Social y falsedad documental. La operación que ha llevado a cabo la Policía Nacional se ha saldado con la detención de diez personas y permanece bajo secreto de sumario. Sin embargo, El Confidencial ha tenido acceso a algunos de los nombres de los detenidos, entre los que se encuentra uno de los hijos del máximo responsable de la compañía.

“El presidente, Juan José Prados del Pino, está en paradero desconocido, pero uno de sus hijos, Javier Prados, ha caído”, señalan fuentes cercanas a la compañía. El máximo responsable de la central receptora de alarmas permanece retenido junto con José Manuel Jabalquinto -asesor del presidente-, Juan Carlos Burgos -antiguo administrador de Esabe Limpieza- y Mario Iglesias -jefe de servicios y vigilancia de Esabe Vigilancia-, al igual que otros cinco detenidos.

Además de las detenciones se han producido ocho registros en sedes de la empresa. Los arrestados, que se encuentran en dependencias policiales, están acusados de formar un entramado societario en el ámbito de la seguridad privada que incumplía las normas, creando una situación ventajosa en el mercado a través de la competencia desleal.

Contratada por Gobiernos del PP, según UGT

“El Gobierno tendrá que explicar por qué el Ministerio de la señora Báñez ha seguido contratando a esta empresa, igual que la Comunidad de Madrid, pues se trata de una empresa pirata que adeuda cantidades ingentes a sus trabajadores, como hemos denunciado desde hace más de un año”, apunta Roberto Tornamira, secretario general de la Federación de Servicios de UGT Madrid.

Desde el sindicato lamentan, además, la tardanza de la intervención policial. "Nosotros creemos, aunque no tenemos constancia, que el Juzgado 37 de Madrid se interesa por este caso a partir del suicidio de un trabajador en Sevilla", explica Tornamira.

El vigilante José Reina se quitó la vida el pasado 1 de octubre, ahogado por las deudas. “Además de los 30 millones que debe a la Seguridad Social, a los trabajadores nos deben más de 50 millones”, apunta Francisco Quintero, uno de los vigilantes que trabajaba para Esabe y al que la empresa debe cerca de 120.000 euros.