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Interior y los obispos toleran que el cadáver de la vidente de El Escorial siga sin enterrar
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AMPARO CUEVAS, A QUIEN SUPUESTAMENTE SE APARECÍA LA VIRGEN, FALLECIÓ EN AGOSTO

Interior y los obispos toleran que el cadáver de la vidente de El Escorial siga sin enterrar

Luz Amparo Cuevas, la vidente de El Escorial a quien la Virgen de los Dolores supuestamente se apareció cientos de veces durante más de dos décadas

Luz Amparo Cuevas, la vidente de El Escorial a quien la Virgen de los Dolores supuestamente se apareció cientos de veces durante más de dos décadas en esa localidad de la sierra madrileña, sigue sin ser enterrada legalmente casi cuatro meses después de su muerte. El Ministerio del Interior, la Conferencia Episcopal y la Comunidad de Madrid miran para otro lado, y los herederos de la fallecida continúan 'recaudando fondos' con los miles de devotos de la difunta, a quienes muchos veneran como una santa.

El cadáver de Cuevas permanece en el interior de un sarcófago situado al aire libre en la finca de Prado Nuevo de El Escorial, a la sombra del fresno en el que la Virgen supuestamente se apareció a aquélla por primera vez hace más de 30 años, el 14 de junio de 1981, como se ve en las fotos. Hasta allí siguen peregrinando sus fieles los primeros sábados de cada mes, con el beneplácito de la Conferencia Episcopal, para rezar, oír misa y rendir tributo a la santa. Y, de paso, para engordar con sus donativos las arcas de la fundación creada en vida de la vidente, que dijo haber entrado en trance por última vez en 2002.

La Guardia Civil denunció a la Comunidad de Madrid el pasado 19 de agosto, dos días después de la muerte de Cuevas, que el cadáver no había recibido sepultura, sino que permanecía expuesto dentro de un féretro junto a la capilla recientemente levantada en el terreno de las supuestas apariciones marianas. El Ejecutivo madrileño, que tiene transferidas las competencias en materia de policía sanitaria y mortuoria, advirtió al Ayuntamiento de El Escorial que el cuerpo debía ser enterrado legalmente, y éste lo comunicó a los familiares de la vidente el 6 de septiembre. Pero el cadáver de ésta aún no ha sido inhumado.

El Reglamento de Sanidad Mortuoria de la Comunidad de Madrid es muy claro al respecto. Un cadáver solo puede tener tres destinos: el enterramiento, la cremación o la "utilización para fines científicos o de enseñanza". Y el cuerpo sin vida de Cuevas no ha sido sepultado, ni incinerado ni, por supuesto, utilizado en proyectos de investigación. La ley establece que un cadáver solo puede exponerse públicamente hasta 48 horas después de la defunción, y únicamente en casos excepcionales hasta las 96 horas. Pero en el caso de Cuevas, las autoridades hacen la vista gorda.

El ministro y el cardenal

¿Por qué los restos de la vidente están expuestos ilegalmente desde hace casi cuatro meses? Fuentes del PP madrileño han asegurado a El Confidencial que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Rouco Varela, han movido los hilos para que el cadáver de Cuevas permanezca en su actual emplazamiento y éste siga siendo un centro de peregrinación al que acuden devotos de toda España e incluso de otros países europeos. Fernández Díaz y Rouco mantienen una estrecha amistad desde hace más de una década, y el primero, ferviente creyente y muy cercano al Opus Dei, es considerado el interlocutor del Gobierno con la cúpula de los obispos.

Las concesiones del cardenal Rouco a la Fundación Pía Virgen de los Dolores, creada en vida por la vidente de El Escorial, son innumerables. Lejos quedan los tiempos del cardenal Vicente Enrique y Tarancón, que en 1986 firmó una orden en la que advertía a los sacerdotes que no debían dar crédito, y mucho menos prestar su apoyo, a las supuestas apariciones. El cura de El Escorial, Pablo Camacho, que siempre se opuso a "las monsergas de las apariciones", siguió al pie de la letra las instrucciones de Tarancón. Y en 1995 el vicario episcopal Antonio Astillero, muy próximo a Rouco y entusiasta de la vidente, lo trasladó de parroquia.

A diferencia de Tarancón, el cardenal Rouco nombró varios capellanes para atender las necesidades espirituales de los peregrinos; impulsó la creación de una casa de formación de seminaristas para encauzar las vocaciones religiosas nacidas al calor de las apariciones; autorizó la celebración de misa cada primer sábado de mes; permitió a sacerdotes y religiosas participar en los via crucis, vigilias y rosarios de Prado Nuevo, y finalmente, el pasado mes de abril, concedió el permiso para levantar una capilla en ese lugar, en cuyo exterior se expone ahora el féretro con el cadáver de Cuevas.

Fines supuestamente benéficos

La Fundación Virgen de los Dolores, creada en 1988 con fines supuestamente benéficos por la vidente de El Escorial y sus familiares, acumula un patrimonio cercano a los 20 millones de euros, que aumenta cada año con las donaciones de fieles y devotos de la santa. Los terrenos en los que Cuevas aseguraba que se le aparecía la Virgen fueron adquiridos en 1995 por la fundación en algo más de 900 millones de las antiguas pesetas, unos 5,4 millones de euros. Un juzgado de El Escorial ha abierto ahora diligencias por un supuesto delito contra el ordenamiento del territorio, después de la denuncia presentada por la llamada Asociación de Víctimas de las Supuestas Apariciones, que asegura que la fundación ha ocupado unos terrenos protegidos.

Un portavoz de la Delegación del Gobierno en Madrid aseguró a El Confidencial que sus competencias en materia de policía mortuoria solo abarcan la sanidad exterior (aeropuertos, puertos y fronteras), y que las masivas concentraciones de devotos en la finca Prado Nuevo de El Escorial no requieren la autorización previa de esa delegación, al tratarse de un recinto privado. La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha rehusado explicar por qué el cadáver de la vidente no ha sido enterrado legalmente. Tampoco ha sido posible recoger la versión de la Fundación Pía Virgen de los Dolores.    

Luz Amparo Cuevas, la vidente de El Escorial a quien la Virgen de los Dolores supuestamente se apareció cientos de veces durante más de dos décadas en esa localidad de la sierra madrileña, sigue sin ser enterrada legalmente casi cuatro meses después de su muerte. El Ministerio del Interior, la Conferencia Episcopal y la Comunidad de Madrid miran para otro lado, y los herederos de la fallecida continúan 'recaudando fondos' con los miles de devotos de la difunta, a quienes muchos veneran como una santa.

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