La apuesta del PSOE por la huelga retrasa el acuerdo con el Gobierno sobre los desahucios

El Partido Socialista decidió ayer prolongar otro día más las negociaciones con el Gobierno sobre las medidas urgentes para frenar los desahucios en los casos de las familias más 'vulnerables'. La apuesta del principal partido de la oposición por la huelga general convocada por los sindicatos contra la política económica del Gobierno no aconsejaba cerrar ya un acuerdo que en fuentes gubernamentales dan por hecho y que se sustanciará en forma de decreto ley en el Consejo de Ministros de mañana.

Después de otras seis horas de reunión en el Palacio de la Moncloa sobre las seis del día anterior, la representante del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñeiro, prefirió dejar para esta tarde el cierre de la redacción final del texto sobre la prórroga de dos años en los casos de desahucios de primera vivienda que afecten a ciudadanos y familias en situaciones más desesperadas. Por parte del Ejecutivo, su interlocutor es el subsecretario del Ministerio de Economía, Miguel Temboury, que plantea esas ayudas como un desarrollo del llamado 'Código de Buenas Prácticas' aprobado en marzo y que hasta ahora ha tenido escasa aplicación: apenas se han acogido 130 familias.

Al llegar al Congreso para votar en el pleno de la Cámara que tramita los Presupuestos Generales del Estado, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se dirigió a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para preguntar cómo iba el acuerdo con el PSOE. "Ya lo están redactando", se oyó que respondía Santamaría. Era el dato de última hora de la tarde. Poco después, en la Moncloa, se levantaba la reunión para seguir hoy a partir de las 18 horas, después de que se sepa cómo ha ido la huelga general. El acuerdo se anunciará por la noche o, según suponen en fuentes gubernamentales, ya a la mañana siguiente, cuando se reúna el Consejo de Ministros.

Los socialistas estaban ayer volcados en sumarse a la huelga general, una oportunidad de intentar reconciliarse con lo que llaman 'la izquierda social' y con sus antiguos aliados de las centrales sindicales movilizados contra el Gobierno del PP. El PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba no tenía prisa por cerrar un acuerdo que será el primero concreto que suscribe con el Ejecutivo de Rajoy.

Para demorar el pacto, los socialistas elevaron sus exigencias y propusieron reformas a fondo de la legislación hipotecaria, que tiene rango de ley orgánica y requiere, por lo tanto, varios meses de tramitación parlamentaria. El día anterior habían aceptado el principio de que era mucho más útil, de momento, acotar por decreto ley los citados casos de colectivos más 'vulnerables' y en ese texto trabajan.

En medios del PP interpretaron que el problema podía ser el plazo (24 horas antes de la huelga) y el desarrollo de los acontecimientos les dio la razón cuando a última hora de la tarde vieron que los socialistas aplazaban el visto bueno al texto del decreto ley, que aseguran que estaba prácticamente cerrado. Los socialistas insisten en que quieren un compromiso serio de reforma completa de la ley y no 'parches' para salir del paso.

Según fuentes del PP, el objetivo inmediato de la reforma es dotar de una especial protección frente a las medidas de desahucio a los ancianos, los discapacitados y a las familias numerosas. Además de la prórroga de dos años, la nueva norma cambiará los 'umbrales de exclusión'. Hasta ahora los beneficios se referían a hipotecas sobre primeras viviendas con un valor inferior a los 200.000 euros en caso de grandes ciudades o de 120.000 euros en poblaciones de menor tamaño.