Currin ha cobrado ya 220.000 euros por asesorar en el proceso de paz del País Vasco

El abogado sudafricano Brian Currin ha recibido ya 220.000 euros por su labor de asesoramiento en el proceso de paz del País Vasco, tras el último pago de 15.000 libras (18.726 euros) que ha realizado recientemente la Fundación Joseph Rowntry Charitable Trust, según datos a los que ha tenido acceso la agencia Europa Press.

La Joseph Rowntry Charitable Trust es una entidad filantrópica fundada por el creador de la famosa chocolatina Kit-Kat que también ha destinado fondos a otros procesos de paz, como el irlandés o el sudafricano. Esta Fundación ha respaldado los trabajos de Brian Currin desde 2004. 

Según refleja la propia JRCT en su relación de proyectos, sus aportaciones al trabajo de Brian Currin han sido de 175.000 libras esterlinas y 30.000 euros, lo que suma un total de 218.476 euros al cambio, distribuidos en seis donaciones.

La primera y más pequeña se produjo en diciembre de 2004, cuando el abogado sudafricano recibió 5.500 libras (6.866 euros). El concepto que figura para respaldar esta transferencia es el siguiente: "Taller de resolución de conflictos en Sudáfrica en relación con el País Vasco".

Para esa fecha ya había accedido al Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y habían comenzado los contactos del Ejecutivo con ETA y Batasuna que después dieron lugar a la tregua que la banda declaró el 24 de marzo de 2006.

Así, en marzo de 2007 Currin recibió 30.000 libras (37.453 euros) bajo el epígrafe de "trabajar en un proceso de paz en el País Vasco", según consta en la base de datos de subvenciones de la fundación.

Cuando se realizó ese pago de marzo 2007, la banda terrorista no había roto oficialmente su tregua, pero ya se daba por hecho después del coche bomba que los terroristas habían colocado el 30 de diciembre de 2006 en el aparcamiento de la terminal T-4 del Aeropuerto de Barajas en Madrid, que causó la muerte de dos personas. La comunicación oficial de la ruptura llegó el 6 de junio de 2007 y desde entonces y hasta la declaración del cese de actividad armada, la banda asesinío a doce personas.

Ese mismo año 2007, en noviembre, la organización realizó otro pago de 50.000 libras (62.421 euros) al abogado sudafricano, también para un periodo de 12 meses y con el concepto "proceso de paz en España/País Vasco". En ese momento ya se habían producido ocho atentados de ETA que causaron varios heridos e incluso los terroristas habían detonado una autocaravana con 100 kilos de explosivos, tras secuestrar durante tres días a los dueños.

Año y medio después, en julio de 2009, Brian Currin recibió otra aportación de la organización JRCT. En esta ocasión fueron 30.000 euros (37.453 euros) para un periodo de seis meses, también para el "proceso de paz en España/Territorio Vasco".

50.000 libras para la Conferencia de Ayete

La siguiente subvención, por valor de 62.421 euros, se produjo en julio de 2011. El periodo para el que se consignó fue de diez meses y se destinó a financiar al Grupo Internacional de Contacto que participó en el Proceso de Paz del País Vasco, formado por seis mediadores.

Parte de ese dinero se destinó a sufragar los gastos de la Conferencia de Paz Internacional que se celebró el 17 de noviembre de 2011 en San Sebastián. Esta conferencia también contó con la financiación de Lokarri, que aportó entre 50.000 y 70.000 euros.

En Ayete, Kofi Annan, Gerry Adams, Bertie Ahern, Jonathan Powell, Pierre Joxe y Gro Harlem Bruntland hicieron una declaración en la que pedían a la banda que declarase el "cese definitivo" de la actividad armada y solicitaban a los gobiernos de España y Francia que entablaran conversaciones para abordar las "consecuencias del conflicto".

El propio Brian Currin aseguró en una entrevista en la revista Alliance que Batasuna contactó con él en 2004, cuando estaban planteando un "nuevo proceso de paz para el País Vasco". Y precisa que recibió "apoyo" de la JRCT desde principios de 2006 hasta 2011. Todas las aportaciones de la JRCT se hicieron a él directamente, salvo el pago de julio de 2011. "Lo gastamos en parte de los preparativos para la conferencia internacional", asegura el abogado.

También explicó a esa publicación que las subvenciones dependían de los "objetivos fijados, la mayoría de ellos para un año" y asegura que, salvo con una excepción, los objetivos se alcanzaron. Admite que durante el tiempo que tuvo el apoyo económico de la JRCT intentó tener otros patrocinadores, pero no lo consiguió.