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Rajoy se rodea de Aznar, la vieja guardia y un Nobel para afrontar el desafío de Mas
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VARGAS LLOSA SE SUMA A LA DENUNCIA DE LA AMENAZA SOBERANISTA CONTRA LA LIBERTAD

Rajoy se rodea de Aznar, la vieja guardia y un Nobel para afrontar el desafío de Mas

El expresidente del Gobierno José María Aznar y Mario Vargas Llosa sumaron anoche sus voces de denuncia contra la amenaza que para España y las libertades

Foto: Rajoy se rodea de Aznar, la vieja guardia y un Nobel para afrontar el desafío de Mas
Rajoy se rodea de Aznar, la vieja guardia y un Nobel para afrontar el desafío de Mas

El expresidente del Gobierno José María Aznar y Mario Vargas Llosa sumaron anoche sus voces de denuncia contra la amenaza que para España y las libertades supone la ofensiva del nacionalismo contra el régimen constitucional. Y lo hicieron en un acto, la entrega del Premio Faes de la Libertad 2012 al Premio Nobel, al que asistió en primera fila el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy. "Debemos hacer por España más de lo que nadie pueda llegar a hacer contra ella porque España significa libertad, nuestra libertad", proclamó el expresidente del PP ante su sucesor (Ver discurso completo).

Rajoy escuchó muy serio los discursos que cabían esperar de Aznar y del escritor liberal por antonomasia en plena ofensiva independentista del nacionalismo catalán. El expresidente del Gobierno se dedicó a denunciar desde el punto de vista histórico, político y jurídico el desafío de Artur Mas y compañía. Vargas Llosa se aplicó en la faceta ideológica para sentenciar que al nacionalismo, como movimiento autoritario y basado en pasiones e instintos, "hay que salirle al frente con las razones de la libertad".

El jefe del Ejecutivo llegó tarde y se fue enseguida después de saludar a todo el mundo. Allí estaba casi media 'vieja guardia' del PP, como él mismo: Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Gabriel Elorriaga, Ignacio Astarloa, Luisa Fernanda Rudi o Esperanza Aguirre, que desde que dejó la presidencia de la Comunidad de Madrid no se pierde un acto de partido. Antes de marcharse, se dirigió a los responsables de Faes: "Ha sido un buen acto".

A los reunidos, entre los que también estaba la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y el presidente de la Comunidad, Ignacio González, los discursos de Aznar y Vargas Llosa les habían subido la moral por ir al fondo de la cuestión política que supone el reto independentista. El expresidente del Gobierno recordó que nacionalismo y europeísmo son conceptos contrapuestos, que la Constitución fue para España la puerta de entrada en la Unión Europea y que "romper la Constitución es, para quien lo haga, la puerta de salida de Europa".

Nuestro modelo territorial es insostenible

Aznar, en su medido discurso lleno de avisos y consejos, destacó que conviene subrayar que la Constitución no es un texto que haya escrito el PP, sino que nació por el acuerdo de todas las fuerzas políticas, incluidas las nacionalistas, y que a estas alturas resulta evidente que "nuestro modelo territorial" es insostenible. Pese a ello, los españoles se encuentran hoy que esos nacionalistas responden con "deslealtad a la democracia y la ley".

Después de anotar la escalada verbal que sigue CiU en las últimas semanas en contra de la Constitución y la ley hasta deslegitimar el propio régimen democrático, describió el reto en los siguientes términos: "Han decidido dar un patada al tablero y pretenden además que eso forme parte del juego. No hay duda de que forma parte del suyo".

Aznar apuntó que toca al Gobierno garantizar la integridad de los principios constitucionales, "articular voluntades a favor de la convivencia" y "preservar los derechos de todos los ciudadanos". Descartó, de nuevo, que España "sólo podría romperse si Cataluña sufriera antes su propia ruptura como sociedad, como cultura y como tradición. Cataluña no podrá permanecer unida si no permanece española".

Otro consejo del expresidente del Gobierno consistió en darle la vuelta a la tesis nacionalista sobre lo positivo que puede ser la secesión: "Es el nacionalismo el que debe responder a la pregunta de qué hay de bueno en la ruptura". También recordó que España no es una nación identitaria o nacionalista, sino "plural, compleja e incluyente" y que "la deslealtad debe pagarla quien es desleal".

Aznar sostuvo que ha llegado la hora de reformar ese modelo territorial", pero para reafirmar los principios constitucionales como el de la igualdad entre todos los ciudadanos, las libertades fundamentales, la supremacía de la ley o la solidaridad entre españoles. En ese punto, destacó lo que son las esencias de la democracia liberal que los nacionalistas niegan: "Sustituir derechos de ciudadanía por derechos territoriales o históricos al margen de la legitimación constitucional es incompatible con la soberanía nacional".

El expresidente del Gobierno José María Aznar y Mario Vargas Llosa sumaron anoche sus voces de denuncia contra la amenaza que para España y las libertades supone la ofensiva del nacionalismo contra el régimen constitucional. Y lo hicieron en un acto, la entrega del Premio Faes de la Libertad 2012 al Premio Nobel, al que asistió en primera fila el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy. "Debemos hacer por España más de lo que nadie pueda llegar a hacer contra ella porque España significa libertad, nuestra libertad", proclamó el expresidente del PP ante su sucesor (Ver discurso completo).

Mariano Rajoy José María Aznar Botella