Ignacio González: "No tengo tiempo de pensar si seré el candidato en 2015"

Ignacio González (Madrid, 51 años) se ganó la presidencia de la Comunidad de Madrid tras dos décadas de constancia a la sombra de Esperanza Aguirre. Mientras intenta consolidar su posición en Madrid y en el seno del partido, donde no se lo van a poner nada fácil, el secretario general del PP madrileño desglosó en la sede de El Confidencial un día después de jurar el cargo como presidente de la Comunidad de Madrid cómo tiene pensado generar empleo justo en el momento en el que la región no anda precisamente sobrada de dinero. González no tiene tiempo, “por ahora”, de pensar si será él mismo el candidato en las elecciones autonómicas de 2015. “Tengo todavía muchas cosas por hacer en esta legislatura”.

Mientras los marianistas se organizan para intentar apartarlo en la carrera popular madrileña, González se centra estos primeros días de estreno en el frente económico. Tendrá la primera reunión oficial ya como máximo responsable de la región la semana que viene con empresarios y sindicatos, a los que expondrá un conjunto de iniciativas para crear empleo. “Antes de que finalice el año, las aportaciones públicas en cursos de formación que actualmente recibían las organizaciones empresariales y sindicales (unos 17 millones de euros) estarán a disposición de los emprendedores que generen empleo”, avanzó.

Para ello, el Ejecutivo madrileño compensará una parte de las cotizaciones a la Seguridad Social durante un máximo de 18 meses “por el primer trabajador que contraten”. “Queremos ayudar a los pequeños y medianos empresarios y a los autónomos con los costes de contratación de los trabajadores para fomentar empleo”, aseguró. Entre 10.000 y 12.000 emprendedores de la región podían beneficiarse de la medida. En la cabeza del máximo mandatario de la Comunidad de Madrid cabe un conjunto de iniciativas anticrisis que pasan por el fomento y la creación de empleo, la reducción del sector público y la austeridad en el gasto, garantizar servicios públicos de calidad y culminar el proyecto liberal iniciado por Esperanza Aguirre.

González sabe que Aguirre le ha cedido el sillón de la presidencia en el momento más delicado: cuando la recaudación en los tributos ha caído a plomo el mismo año en el que su antecesora tuvo que meter un tijeretazo de 1.045 millones de euros para cumplir con el 1,5% de déficit fijado para este ejercicio. Un porcentaje que el propio González deberá apretar hasta el 0,7% en 2013, lo que supondrá prescindir de otros 1.500 millones menos. Todo, sin tocar los impuestos.

En total, el Ejecutivo regional calcula que para 2013 contará con 2.000 millones menos. Un hachazo que ha encomendado a Enrique Ossorio, el nuevo hombre de Génova en la Casa de Correos, el mismo que formó parte del equipo que calculó las transferencias que el Gobierno de Mariano Rajoy hará a las autonomías en los presupuestos 2013.

Los presupuestos regionales deben estar elaborados antes de noviembre. Por eso la obsesión de González es que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, revise a su favor el sistema de financiación autonómica, un balón de oxígeno que la Comunidad reclama desde finales de julio. “Si no se dinamiza la economía y no fluye el ingreso, es muy difícil incrementar las prestaciones que hoy tenemos”, advertía.

Un mal modelo de financiación "impulsado por Zapatero"

González echa la culpa de la delicada situación que atraviesan las cuentas de su gobierno al modelo de financiación impulsado en 2009 por José Luis Rodríguez Zapatero. “Se pactó para beneficiar a las comunidades que gobernaban”, asegura. Por eso ahora juega con la principal baza que maneja: la transferencia estatal a las autonomías.

González también cuenta con la baza de Eurovegas, el macrocomplejo de juego y ocio que pretende ofrecer más de 200.000 empleos en Madrid, para insuflar de vida a un escenario dramático formado por 600.000 parados. “Fue una gran apuesta del Gobierno regional y ya es una realidad. Solo falta cerrar las necesidades financieras para llevarlo adelante”. De hecho, ya ha pactado una reunión con los mandamases del proyecto para valorar la situación en la que se encuentra: si el complejo aterrizará pronto en suelo español o, como auguran muchos, el proyecto ni siquiera llegará a ver la luz.  

Para encajar el puzzle sin que afecte "demasiado" a los bolsillos de los ciudadanos, González se ha rodeado de un Gobierno compuesto por ocho consejerías, que ocupan dos mujeres y seis hombres, ninguno de ellos un vicepresidente oficial. Salvador Victoria, nuevo portavoz regional y hombre del círculo más cercano de Ignacio González, coordinará a sus compañeros como vicepresidente al uso, aunque su cargo real sea el de consejero de la Presidencia y Justicia. En el encuentro digital que mantuvo con los lectores de este diario, González se mostró convencido de que todos los consejeros de su Gobierno “van a trabajar en un equipo sólido y compacto, bajo la coordinación del consejero de la Presidencia”.