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La libertad de Bolinaga desata la primera gran bronca interna con Rajoy en el poder
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AGUIRRE Y MAYOR OREJA REABREN LA CAJA DE LOS TRUENOS EN GÉNOVA 13

La libertad de Bolinaga desata la primera gran bronca interna con Rajoy en el poder

Cospedal afirmó ayer ante los medios de comunicación que todo el partido respalda “absolutamente” la política antiterrorista del Gobierno de Mariano Rajoy. Una declaración que, lejos

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La libertad de Bolinaga desata la primera gran bronca interna con Rajoy en el poder

Cospedal afirmó ayer ante los medios de comunicación que todo el partido respalda “absolutamente” la política antiterrorista del Gobierno de Mariano Rajoy. Una declaración que, lejos de ser verdad, evidenció ayer las primeras fracturas internas dentro del Partido Popular desde que Mariano Rajoy llegó a La Moncloa hace nueve meses. La gestión del ‘caso Bolinaga’ y la libertad condicional concedida al carcelero de Ortega Lara ha desatado, por primera vez, el primer gran desencuentro interno en la cúpula del Partido Popular.

Ni las impopulares subida de impuestos vía IVA o IRPF ni las reformas no anunciadas en el programa electoral han desatado tanto debate interno dentro del Comité Ejecutivo Nacional del partido como el que ayer suscitó el prolijo informe presentado por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para explicar ante sus compañeros las acciones llevadas a cabo por su departamento en un tema tan sensible para buena parte de los votantes del PP. Mayor Oreja y Fernández Díaz se enzarzaron en un cruce de reproches al que se sumaron otros dirigentes como Esperanza Aguirre o José Manuel García Margallo y en el que Rajoy optó, finalmente, por respaldar la posición de su ministro del Interior.

El presidente del Gobierno no dedicó tiempo a responder a las opiniones expuestas por las dos únicas voces críticas que ayer tomaron la palabra durante la reunión para lamentar el guión seguido por Interior en este caso. Pero las posiciones de Mayor Oreja, actual portavoz del PP en el Parlamento europeo, y, sobre todo, de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aunque minoritarias en el Comité Ejecutivo, no dejan de representar a una buena parte de un electorado del Partido Popular descontento con las explicaciones ofrecidas hasta ahora por el Ejecutivo en este caso.

Algunos dirigentes del PP lamentan que Fernández Díaz diese pie a la reacción en cascada de los críticos explicando su papel en todo este asunto con un relato pormenorizado y cronológico de los hechos y de su actuación. De hecho, el propio Mayor Oreja reconoció ayer que no tenía previsto tomar la palabra durante el cónclave pero que tuvo que hacerlo para desmentir algunas de las aseveraciones hechas por su compañero. El popular no escatimó palabras gruesas para acusar a su compañero de mentiroso al señalar que “una media verdad es la peor de las mentiras”.

El ministro se escuda en la ley

Fernández Díaz afirmó que no depende de que le guste o no lo que ha hecho y defendió la posición de Interior echando mano del Reglamento Penitenciario, que en su artículo 104.4 dice que “los penados enfermos muy graves con padecimientos incurables, según informe médico, con independencia de las variables intervinientes en el proceso de clasificación, podrán ser clasificados en tercer grado por razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo a la dificultad para delinquir y a su escasa peligrosidad”. En su opinión, ese “podrán”, en el contexto jurisprudencial, implicaba hacer lo que han hecho y recalcó que se ha actuado así siempre en casos similares, también en la época en la que Mayor Oreja era ministro del Interior con Aznar.

La apelación directa a Mayor Oreja reabrió la caja de los truenos volviendo a situar este tema en el centro del debate y también de la atención de los medios de comunicación. Oreja, que desde hace tiempo mantiene un discurso propio dentro del PP en este asunto, negó la mayor de que ETA esté siendo derrotada, como había dicho el ministro, y se situó en las posiciones más extremistas para señalar que, lejos de ser así, lo que está ocurriendo es que la banda está “alcanzado el poder”, en alusión a las victorias de Bildu en San Sebastián o en la Diputación de Guipuzcoa. Además, cargó contra Fernández Díaz explicando que el contexto de ahora y el de entonces, en el que él mismo excarceló por motivos de salud a miembros de ETA y a dirigentes de Batasuna como Jon Idigoras, no tiene nada que ver. “No se parecen en nada”, exclamó ante sus compañeros, ante los que justificó que esas decisiones se tomaron mientras se estaba ilegalizando la estructura social que rodeaba a ETA y que, por tanto, tenerlos en la cárcel suponía un “riesgo innecesario”.

Aguirre secundó el malestar de Mayor Oreja y cuestionó abiertamente que la ley no dejase lugar a otra solución si se hubiera interpretado de una forma mucho más restrictiva. Y aunque sus posiciones no fueron replicadas por Fernández Díaz, sí que fueron contestadas por otros dirigentes del partido como el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, o el ministro de Asuntos Exteriores, García Margallo, que fue especialmente crítico con Mayor Oreja.

Margalló no dudó en defender las tesis del Gobierno y recriminó que Oreja haya polemizado públicamente sobre este asunto y no dentro de los órganos del partido, donde no se había pronunciado hasta que ayer Fernández Díaz le irritó de forma especial. Basagoiti, por su parte, realizó un llamamiento a la unidad apelando a que este tema le perjudica especialmente en su campaña de cara  a las elecciones del 21 de octubre.

Rajoy respalda a su ministro

Rajoy zanjó el debate posicionándose al lado de su  ministro del Interior y dejando claro que el Gobierno no ha cambiado los planes en relación con ETA, que no está siguiendo la política de Zapatero, que no tiene pactos con nadie, que no negociado con ETA ni lo hará, que no acepta chantajes y que aplica la Ley.

La bronca y las disensiones eclipsaron a un segundo lugar la grave situación económica por la que atraviesa España y la agenda de reformas que tiene por delante el Ejecutivo. En rueda de prensa, Cospedal destacó que el Gobierno hará lo que tenga que hacer atendiendo al interés general de España por muy impopular que sean las medidas o por más que estas puedan perjudicar a la formación. Una alusión velada a una posible petición de rescate que aún está pendiente de la concreción que haga el BCE de los posibles mecanismos de intervención anunciados este verano. 

Cospedal afirmó ayer ante los medios de comunicación que todo el partido respalda “absolutamente” la política antiterrorista del Gobierno de Mariano Rajoy. Una declaración que, lejos de ser verdad, evidenció ayer las primeras fracturas internas dentro del Partido Popular desde que Mariano Rajoy llegó a La Moncloa hace nueve meses. La gestión del ‘caso Bolinaga’ y la libertad condicional concedida al carcelero de Ortega Lara ha desatado, por primera vez, el primer gran desencuentro interno en la cúpula del Partido Popular.

Mariano Rajoy