Rajoy adelanta la visita de Hollande antes de entrar en la negociación del rescate ‘suave’

Mariano Rajoy ha aplazado una semana la puesta en marcha del llamado “banco malo” y mantiene congelada la decisión sobre la reforma del mercado eléctrico (el pulso entre Cristóbal Montoro y Manuel Soria) mientras se vuelca en aclarar las condiciones para la posible petición de ayuda frente a la crisis de la deuda soberana. En la búsqueda de aliados en la UE, cerrado el entendimiento con Mario Monti, el presidente del Gobierno ha confirmado para el próximo martes una entrevista con el presidente de la Comisión Europea, Herman Van Rompuy, y tiene prácticamente cerrado para el jueves 30 la visita a La Moncloa del presidente de la República francesa, François Hollande, según fuentes gubernamentales. Es una cita clave: Merkel viene a España el día 6 y para entonces se tienen que conocer las líneas generales del rescate ‘suave’.

El jefe del Ejecutivo quiere aprovechar la reunión con Van Rompuy para insistir en la necesidad de que para diciembre sea una realidad la unión bancaria en el ámbito de la zona euro. Es uno de los acuerdos del Consejo Europeo que siguen sin concretarse y que Rajoy considera fundamental para afrontar la crisis en la zona euro. En el caso de la visita de Hollande se trata abiertamente de cerrar un frente en contra de las posiciones más duras de Berlín y Bruselas partidarias de alargar las decisiones de apoyo efectivo, vía Banco Central Europeo, frente a los problemas de España con su deuda.

El presidente de la República francesa se ha puesto del lado de España e Italia, sobre todo porque el próximo objetivo del posible acoso de los mercados sería Francia y porque también hay una entidad financiera de peso en el país vecino con problemas que podrían salir a la luz este otoño. Ayer mismo, y desde Berlín después de entrevistarse con Angela Merkel, Hollande salió en defensa del Gobierno español. “Tenemos que aplicar las decisiones de junio, especialmente en el plano bancario, para ayudar a países como España”, dijo el mandatario francés en la misma línea de exigencia que mantiene Rajoy de que se cumplan esos acuerdos del último Consejo Europeo (unidad bancaria, intervención del BCE y solidaridad interna ante la crisis de la deuda), que es lo que más urge a España e Italia.

El mandatario francés aseguró incluso que es partidario de “ir más rápido y más lejos” en la supervisión bancaria junto con el Banco Central Europeo y que va a trabajar con ese fin para fijar un calendario y un programa de aplicación que presentar al Consejo Europeo. Esa es también la obsesión del jefe del Ejecutivo español para despejar todas las dudas sobre el euro: medidas y fechas concretas para plasmar este otoño una reforma completa de los mecanismos de control y supervisión financiera de la UE.

Rajoy busca un gran acuerdo político antes de que a primeros de septiembre el Eurogrupo perfile las condiciones que pondría a España para acudir en su auxilio financiero. La prima de riesgo se había relajado en los últimos días pero porque los mercados daban por hecho que el Gobierno acudirá a ese rescate ‘blando’, mientras que en las últimas 48 horas volvía a los 500 puntos básicos ante el temor de un retraso del rescate. Además, el Estado no puede seguir pagando intereses de entre el 6 y el 7 por ciento para colocar su deuda como ocurre ahora.

La visita de Hollande no estaba prevista hasta septiembre, pero tanto Rajoy como el mandatario francés han coincidido en que debía adelantarse para dejar constancia de su coincidencia de posiciones cuanto antes para animar a que se ponga en marcha la pesada maquinaria europea. El frente Rajoy-Monti-Hollande será un hecho para la próxima semana.