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Once presos de ETA gravemente enfermos ya cumplen prisión atenuada en su domicilio
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EL GOBIERNO DE JOSÉ MARÍA AZNAR LIBERÓ A 22 ENTRE 1996 Y 2004

Once presos de ETA gravemente enfermos ya cumplen prisión atenuada en su domicilio

La hipotética excarcelación del etarra Josu Uribetxeberría por la gravedad del cáncer que sufre no es un episodio excepcional, pese al revuelo que ha suscitado su

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Once presos de ETA gravemente enfermos ya cumplen prisión atenuada en su domicilio

La hipotética excarcelación del etarra Josu Uribetxeberría por la gravedad del cáncer que sufre no es un episodio excepcional, pese al revuelo que ha suscitado su caso. De hecho, once etarras con enfermedades incurables cumplen en este momento prisión atenuada en sus domicilios bajo control telemático, y otros veintidós fueron puestos en libertad por el mismo motivo entre 1996 y 2004 por el Gobierno de José María Aznar, según datos del anterior equipo de Instituciones Penitenciarias.

De ser excarcelado, Uribetxeberría sería el primer etarra puesto en libertad por estrictas razones de salud por el Gobierno de Mariano Rajoy  Dos casos más, los de Gotzone López de Luzuriaga y José Ángel Biguri, ambos enfermos de cáncer, están en la mesa del ministro del Interior desde el pasado mes de marzo. A la espera de que en los próximos días se conozca el resultado de las pruebas practicadas a Uribetxeberria en el Hospital de Donostia, que serán remitidas al juez de Vigilancia Penitenciaria para que decida si procede o no su excarcelación, el último etarra puesto en libertad por sufrir una grave enfermedad es Ibon Iparraguirre, en octubre de 2011. Iparraguirre fue detenido un año antes como autor de la colocación de una bomba en la sede del PSE en la localidad guipuzcoana de Elgoibar y condenado a tres años de reclusión.

El etarra más relevante de los que cumplen prisión atenuada en su domicilio es Belén González Peñalva, ex miembro del comando Madrid y una de las interlocutoras de la banda con el Gobierno en las conversaciones de Argel de 1989, que fue excarcelada en 2009 por sufrir un cáncer. También son reseñables los casos de José Luis Elkoro, uno de los fundadores de Herri Batasuna (HB), de 76 años de edad, en libertad bajo control telemático desde octubre de 2010, y de Juan José Rego Vidal, uno de los etarras que planearon atentar contra el Rey en Palma de Mallorca en el verano de 1995, que salió a la calle en febrero de ese mismo año.

El año pasado recuperó la libertad Milagros Ioldi Múgica, condenada por los secuestros del abogado Cosme Delclaux y del empresario José María Aldaya. El del primero se solapó durante meses con el del funcionario de prisiones Ortega Lara, por el que está condenado Uribetxeberría, que ahora reclama su liberación. Las víctimas fueron liberadas el mismo día de julio de 2007. Ortega Lara por la Guardia Civil, y Delclaux por ETA tras el pago de un rescate.   

También abandonaron la prisión en 2011 los etarras José Ramón Foruria y Juan Pablo Diéguez Gómez. El primero en agosto (sufre un cáncer de vejiga), y el segundo en enero. Foruria era colaborador del comando Eibar que en 1980 asesinó a cuatro guardias civiles en un bar de Markina (Vizcaya). Fue detenido en 2005 en Venezuela y entregado a España. Diéguez, por su parte, cumplía condena como gerente de una empresa que formaba parte de un entramado de sociedades que la banda utilizaba para financiarse.

Los etarras que llevan más tiempo en libertad controlada son María Dolores Gorostiaga, con cáncer de pecho, y Ángel Carlos Figueroa Fernández, aquejado de una grave epilepsia, que salieron de prisión en 2008. En 2009 lo hicieron Mikel Gil Cervera, que intentó suicidarse en prisión, y Bautista Barandalla, condenado por asesinato. Mikel Ibañez Oteiza fue excarcelado en 2010 y falleció en abril de 2011. 

La asociación de apoyo a los presos Etxerat asegura que además de Uribetxeberria otros trece internos de la banda sufren enfermedades “muy graves e incurables” y deberían ser puestos en libertad. Entre ellos figura el exdirigente Isidro Garalde Bedialauneta “Mamarru”, preso en Puerto I (Cádiz), que lleva 26 años entre rejas.

La hipotética excarcelación del etarra Josu Uribetxeberría por la gravedad del cáncer que sufre no es un episodio excepcional, pese al revuelo que ha suscitado su caso. De hecho, once etarras con enfermedades incurables cumplen en este momento prisión atenuada en sus domicilios bajo control telemático, y otros veintidós fueron puestos en libertad por el mismo motivo entre 1996 y 2004 por el Gobierno de José María Aznar, según datos del anterior equipo de Instituciones Penitenciarias.