Madrugada de protestas contra los recortes en la capital

Las concentraciones celebradas este viernes en varios puntos de la capital para protestar contra de los recortes aprobados por el Gobiernose se convertían de noche y entrada la madrugada en un tenso y por momentos festivo juego del gato y el ratón entre furgones policiales y manifestantes.

Después de su peregrinaje por las sedes nacionales del PP, en la madrileña calle Génova, y del PSOE, en la calle Ferraz, los convocados se dirigieron alrededor de las 22.30 horas hacia el Congreso de los Diputados, pero un infranqueable cordón de vallas y agentes antidisturbios impidió el acceso por ambas entradas de la Carrera de San Jerónimo

La llegada por la calle de Cedaceros de varios furgones de apoyo permitió desalojar la zona de forma tranquila aunque precedida de nuevos y breves momentos de tensión. Los agentes recibieron todo tipo de provocaciones verbales, e incluso miembros de la prensa fueron increpados por algunos exaltados.

La concentración se transformó en una improvisada fiesta reivindicativa en la Puerta del Sol, cortada en sus accesos por la Policía Municipal, con las palmas de las manos abiertas, cánticos y más eslóganes plasmados con entusiasmo y cercanas sonrisas por la enorme cantidad de turistas que transitaban a esa hora por la popular plaza madrileña. 

Convertidos ya en multitud, los protestantes también se concentraron en Gran Vía. En la famosa arteria madrileña los manifestantes comenzaron su particular peregrinaje desde la confluencia con la calle Alcalá hacia la plaza del Callao por los carriles de la derecha, en los que se corta la circulación, y los coches que provenían de la plaza de Santo Domingo quedan atrapados en un jolgorio de bocinas solidarias y griterío ensordecedor. Pudo verse alguna que otra patrulla de policía local desbordada y con ciertos semblantes de comprensión hacia lo que estaban viendo. Anoche, la Gran Vía de Madrid se convirtió, por tercera vez en menos de un mes, en el festín de las reivindicaciones y de los homenajes entre futbolistas, mineros e indignados.

Sólo bien entrada la madrugada los agentes consiguieron disolver a los últimos protestantes. Fuentes policiales informaron a Efe de la detención de seis personas durante las protestas, cifra que después de los disturbios a última hora se elevaba hasta nueve.

Protestas en las sedes de PP y PSOE

Durante la tarde, un millar de personas se concentró frente a la sede nacional del PP, cortando la madrileña calle Génova, para protestar por las medidas de recorte. La concentración, que no estaba autorizada por la Delegación del Gobierno, fue convocada en las redes sociales y sucedió a las que vinieron desarrollándose durante toda la jornada jueves, protagonizadas fundamentalmente por funcionarios.

La sede del PP se encontraba fuertemente vigilada por varios furgones de la Policía Nacional. Durante estos días de protestas en la capital, se ha reforzado la seguridad en este edificio de Génova para evitar incidentes, según fuentes policiales. Una persona fue detenida por agentes de la Policía, acusada de un delito de atentado contra la autoridad al tratar de saltarse el cordón policial establecido en la calle. 

La marcha se topó de manera casual con la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, en la zona de la Glorieta de Bilbao. Los participantes en el acto de protesta acompañaron a la delegada del Gobierno por la calle Manuela Malasaña durante un trayecto de más de cincuenta metros, con gritos de dimisión y recriminaciones por las actuaciones policiales de estos días. Finalmente, Cifuentes se refugió en un restaurante etíope, y más tarde en un portal de la zona.

Los concentrados se situaron en la acera de enfrente a la sede del PP y corearon consignas contra el Gobierno de Mariano Rajoy como 'el próximo parado, que sea un diputado'. A continuación marcharon rumbo a la sede del PSOE en la calle Ferraz, donde se desencadenó una carga policial que concluyó con varios detenidos, entre ellos, una señora de avanzada edad. Posteriormente, los manifestantes dejaron Ferraz y enfilaron hacia la Puerta del Sol, una de las paradas, junto al Congreso de los Diputados, que se incluyen en las convocatorias que circulan por las redes sociales.

Otros edificios que ayer fueron objeto de concentraciones de protesta como el Congreso también han reforzado las medidas de seguridad durante este viernes. El edificio de la carrera de San Jerónimo ha sido acordonado y en el mismo se mantiene la presencia policial. 

Huelga de funcionarios

Las protestas de los empleados públicos se han sucedido hoy en las principales ciudades españolas y han llevado a cabo algunos cortes de tráfico para protestar contra los ajustes aprobados por el Gobierno, que califican de "ataque" contra el colectivo y creen que dañarán los servicios públicos.

Fuentes del sindicato de funcionarios CSI-F han confirmado que la central convocará una huelga en el sector público el mes de septiembre, a la espera de consensuar la fecha exacta con CCOO y UGT. Los sindicatos han advertido de que las concentraciones de esta semana son sólo "el primer paso" y que las "medidas de fuerza" continuarán hasta echar atrás los "recortes" que afectan a la función pública.

El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes, tal y como adelantó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la supresión de la paga extra de Navidad para los empleados públicos. Además, pasarán de seis a tres los días de libre disposición de los funcionarios -conocidos como "moscosos"-, se reducirá el número de liberados sindicales, y se facilitará la movilidad de los empleados públicos.

El vicepresidente nacional del sindicato de funcionarios CSI-F, Pepe Navarro, ha lamentado que los ajustes aprobados sitúen a los empleados públicos "como culpables del déficit y de lo malo" de España. Una opinión que comparte el secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, Enrique Fossoul, quien ha denunciado la "imposición" de unos recortes que son el "chocolate del loro" comparados con la deuda española. Ambos dirigentes han subrayado que las centrales barajan medidas jurídicas, como recursos de inconstitucionalidad, y han recordado que el Tribunal Constitucional de Portugal advirtió al Gobierno luso de que sus "recortes salariales" eran discriminatorios porque solo se habían aplicado a funcionarios y pensionistas.

Protestas por todo el país

En Cataluña, los trabajadores de la Administración realizaban paros parciales en centros de trabajo como la Generalitat o los hospitales y delegaciones del Estado. Mientras, en Zaragoza los empleados de la Universidad y de los hospitales Clínico y Miguel Servet, vestidos con batas blancas, cortaban algunas de las principales calles de la capital aragonesa. En Andalucía, los empleados públicos realizaron una jornada de "brazos caídos" para responder a quienes les acusan de "cafeteros, leedores de periódicos y paseantes".

En las Palmas de Gran Canaria, algunos funcionarios vestían camisetas negras, el mismo atuendo que llevaban los manifestantes ovetenses, que siguiendo una convocatoria de las redes sociales han optado por marchar de forma espontánea por las calles de Oviedo. Similares escenas se repitieron en la jornada de ayer en ciudades como Valladolid, Murcia, Mérida o Valencia, donde la concentración tuvo lugar frente a la sede de la Ciudad de la Justicia.

CCOO, UGT y CSI-F han dirigido un escrito al resto de centrales sindicales del Estado, sobre todo a las que tienen que ver con la función pública, para celebrar una reunión el próximo 19 de julio a las 11:00 horas en la sede de UGT en la Avenida de América de Madrid, con el fin de concretar las medidas de presión frente a los ajustes anunciados por el Gobierno. Ese mismo día CCOO y UGT han convocado manifestaciones en toda España, a las que se ha sumado CSI-F, en las que los sindicatos esperan contar con la participación de "la sociedad civil" para rechazar de forma "enérgica" el "ataque" a los parados, empleados públicos o pensionistas anunciado por el Gobierno.