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Un exconseller amigo de Francisco Camps presidirá el CGPJ tras la dimisión de Dívar
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FERNANDO DE ROSA SE AUTOPROCLAMÓ AYER SUCESOR

Un exconseller amigo de Francisco Camps presidirá el CGPJ tras la dimisión de Dívar

Si hay un miembro del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que no puede ocultar su adscripción política, ese es Fernando de Rosa, vicepresidente del órgano

Foto: Un exconseller amigo de Francisco Camps presidirá el CGPJ tras la dimisión de Dívar
Un exconseller amigo de Francisco Camps presidirá el CGPJ tras la dimisión de Dívar

Si hay un miembro del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que no puede ocultar su adscripción política, ese es Fernando de Rosa, vicepresidente del órgano de gobierno de los jueces, magistrado en excedencia y exconseller de Justicia con Francisco Camps, a quien defendió “a capa y espada” tras su imputación en la trama Gürtell.  Camps es actualmente un “cadáver” político, pero De Rosa está más vivo que nunca, y ayer se autoproclamó nuevo presidente del CGPJ en sustitución de Carlos Dívar, pese a que éste no dimitirá hasta mañana jueves. 

El anuncio lo hizo en una rueda de prensa en Valencia, en la que adelantó que el objetivo prioritario de su mandato será recuperar la credibilidad de los ciudadanos en la Justicia. Tiene un arduo trabajo por delante. El barómetro del mes de mayo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) afirma que los jueces son los profesionales de la Administración del Estado que menos confianza generan en los ciudadanos: al 58,2% de ellos le inspira poca o ninguna.  

Tampoco le va a ayudar su declarada adscripción política al PP, ni algunas polémicas declaraciones que han quedado para las hemerotecas. De Rosa calificó de “extrema locura” la Ley de Igualdad de Rodríguez Zapatero; acusó al juez Baltasar Garzón de prevaricación siendo ya el número 2 del Poder Judicial, y dijo de Camps que era un hombre “absolutamente honorable” pese a la trama de corrupción descubierta en su Gobierno. De Rosa pondrá siempre la mano en el fuego por el hombre que le hizo “ministro”, lo que no ha hecho que Mariano Rajoy que terminó abandonándolo a su suerte para evitar que el escándalo le salpicara en vísperas electorales.  

Fernando de Rosa es juez desde 1984. Su principal logro profesional fue el decanato de los Juzgados de Valencia, que ocupó entre 1998 y 2003, año en el que dio el salto a la política como secretario autonómico de Justicia. En junio de 2007 “ascendió” a conceller y en septiembre de 2008 se incorporó al CGPJ como vocal, siendo elegido vicepresidente por unanimidad.  

La presidencia interina le durará lo que los veinte vocales del pleno tarden en ponerse de acuerdo sobre el sucesor de Dívar. Bastaría el consenso de los tres quintos (12 vocales), pero la intención es pactar al nuevo presidente por una amplia mayoría, a ser posible por unanimidad, para trasladar a la opinión pública una imagen de normalidad institucional, tras una  muy poco ejemplar batalla entre los vocales partidarios de Dívar (inicialmente la mayoría) y los que reclamaban su dimisión (inicialmente la minoría), que el pasado sábado consensuaron una declaración en la que le retiraban la confianza. 

De Rosa ya "ejerció" de presidente interino en el acto conmemorativo del Bicentenario del Supremo. Allí dijo en los corrillos con periodistas que su intención era estar el menor tiempo posible en el cargo, y que iba a trabajar para que los vocales eligieran cuanto antes a un presidente de consenso que se haga cargo también de la presidencia del Supremo. Ayer añadió que no quiere que su mandato traslade “una imagen de interinidad”.

Mientras ésta dure habrá una bicefalia CGPJ-TS inédita hasta ahora, y De Rosa es consciente de que, aunque quisiera, no tiene los apoyos suficientes para ser elegido presidente. La incógnita es cuánto tiempo durará su interinidad, si unas semanas o si se prolongará hasta que se renueve el Consejo en octubre de 2013. Si no hay a cuerdo, la alternativa podría ser la elección de un magistrado con imagen de gestor que aceptara agotar el escueto mandato de un año. Una solución de compromiso.

Si hay un miembro del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que no puede ocultar su adscripción política, ese es Fernando de Rosa, vicepresidente del órgano de gobierno de los jueces, magistrado en excedencia y exconseller de Justicia con Francisco Camps, a quien defendió “a capa y espada” tras su imputación en la trama Gürtell.  Camps es actualmente un “cadáver” político, pero De Rosa está más vivo que nunca, y ayer se autoproclamó nuevo presidente del CGPJ en sustitución de Carlos Dívar, pese a que éste no dimitirá hasta mañana jueves. 

Francisco Camps CGPJ