Más tensión en Gibraltar: la Royal Navy vuelve a echar a la Guardia Civil de las aguas del Peñón
La tensión entre España y el Reino Unido por el contencioso de Gibraltar, lejos de remitir, va en aumento. La patrullera Sabre (Sable) de la Royal Navy
La tensión entre España y el Reino Unido por el contencioso de Gibraltar, lejos de remitir, va en aumento. La patrullera Sabre (Sable) de la Royal Navy -la Armada británica, que cuenta con una base permanente en el Peñón- expulsó el lunes por la noche a una embarcación de la Guardia Civil que navegaba por las autoproclamadas aguas territoriales de la colonia, que el Gobierno español se niega a reconocer.
El episodio se produce tan sólo cuatro días después de que la Royal Navy obligara a una patrullera de la Guardia Civil que escoltaba a una decena de pesqueros andaluces a abandonar las "aguas territoriales británicas de Gibraltar". El mensaje de radio, que fue captado por un equipo de reporteros de la Gibraltar Broadcasting Corporation (GBC), exigía a los agentes españoles que cumplieran la orden "de manera inmediata".
El Gobierno, a través del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, reiteró ayer que España "no reconoce las aguas jurisdiccionales de Gibraltar", y pidió a Londres que "vuelva al sentido común" y ponga fin a lo que calificó de "confrontación gratuita". Arias Cañete, al que el Ejecutivo ha encargado la gestión de la crisis, añadió que los pescadores españoles pueden seguir faenando en la zona porque "esas aguas no son gibraltareñas, y por lo tanto tendrán el pleno apoyo del Gobierno".
La estaban esperando
Este segundo incidente militar tuvo de nuevo como escenario las aguas próximas al muelle conocido como Detached Mole. A las 21.30 del pasado lunes una patrullera de la Guardia Civil zarpó de Algeciras en dirección a esa zona del Peñón, esta vez en solitario, ya que los pescadores andaluces salieron a faenar varias horas más tarde, en la madrugada del martes, y desplegaron sus redes muy lejos del área conflictiva. Cuando la embarcación del instituto armado llegó a su destino, la patrullera Sabre ya la estaba esperando.
La patrullera española navegó durante casi una hora por las aguas que Gibraltar y el Reino Unido reclaman como suyas, estrechamente vigilada por la Sabre, situada a menos de 200 metros de distancia de aquélla. Hacia las 22.45 horas, finalmente, la embarcación de la Royal Navy, equipada con ametralladoras pesadas, envió un aviso por radio a la Guardia Civil conminándole a abandonar la zona. Como no hubo respuesta, los militares británicos lanzaron una segunda advertencia, que esta vez sí fue obedecida.
La escalada de la tensión diplomática y militar en Gibraltar será abordada el próximo martes por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y su colega británico, William Hague. La iniciativa del encuentro partió de este último, hace ya varias semanas, con el objetivo de abordar las relaciones bilaterales. Pero Gibraltar no estaba entonces en la agenda, porque ni el conflicto pesquero había estallado en toda su crudeza ni Londres había anunciado la visita al Peñón del príncipe Eduardo, el hijo menor de la reina Isabel II, que provocó la cancelación del viaje de la reina Doña Sofía a Gran Bretaña.
La tensión entre España y el Reino Unido por el contencioso de Gibraltar, lejos de remitir, va en aumento. La patrullera Sabre (Sable) de la Royal Navy -la Armada británica, que cuenta con una base permanente en el Peñón- expulsó el lunes por la noche a una embarcación de la Guardia Civil que navegaba por las autoproclamadas aguas territoriales de la colonia, que el Gobierno español se niega a reconocer.