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IU también decidirá en referéndum si entra en el Gobierno de Asturias
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TEME QUE SU APOYO AL PSOE LE PASE FACTURA

IU también decidirá en referéndum si entra en el Gobierno de Asturias

Asturias parece seguir el camino de Andalucía: un gobierno PSOE e IU que suavice los recortes del Gobierno del Partido Popular. Así se desprende de la

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IU también decidirá en referéndum si entra en el Gobierno de Asturias

Asturias parece seguir el camino de Andalucía: un gobierno PSOE e IU que suavice los recortes del Gobierno del Partido Popular. Así se desprende de la reunión del Consejo Político de Izquierda Unida que, después de casi cuatro horas de reunión y un debate "tenso, pero cordial", decidió por una veintena de votos explorar las posibilidades de un pacto de gobierno con el socialista Javier Fernández, que ayer por la mañana pronunció su discurso de investidura y hoy será nombrado presidente asturiano, al ser el único candidato que se postulaba al cargo.

El jueves, los afiliados de la coalición votarán en referéndum, en una fórmula todavía sin definir, si aceptan integrarse en un ejecutivo de coalición, después de que su coordinador, Jesús Iglesias, despeje algunas incógnitas sobre el sector público y la defensa de la minería que, en teoría deberían resolverse en la segunda sesión de investidura de hoy. Fernández esperará al viernes a que sus probables socios tomen una resolución definitiva para el sábado tomar posesión y hacer oficial los nombres de sus consejeros.

La determinación de los alcaldes que IU tiene en Asturias, partidarios del pacto con el PSOE, fue un factor decisivo para inclinar la balanza a favor de un acuerdo de gobierno que, inicialmente contaba con la reticencia de buen número de dirigentes de la coalición, temerosos de que la participación en un ejecutivo que tendrá que asumir ajustes pueda pasarle factura en un futuro electoral cercano. En línea con los alcaldes se alinearon Iglesias y su secretario de Organización, Ángel González, mientras que agrupaciones de gran peso y otros dirigentes del ámbito sindical se mostraron contrarios.

El resultado final deja bien claro la división existente en el seno de Izquierda Unida sobre la conveniencia de entrar en el gobierno: 57 votos a favor, 37 en contra y 3 abstenciones, debido al corrimiento de algunos apoyos que a última hora se mostraron favorables a la integración.

La presencia decisiva en el Parlamento de UPyD fue el obstáculo más esgrimido por los partidarios de permanecer al margen del gobierno, así como la obligatoriedad de aplicar recortes presupuestarias para cumplir la ineludible ley estatal de estabilidad presupuestaria. Por contra la posibilidad de influir en las prioridades presupuestarias y hacer viable que los ajustes sean selectivos y no afecten al sector público y a las políticas más queridas por la izquierda, fueron los argumentos de quienes optaban por incorporarse al gabinete de Javier Fernández quien, en su discurso intercaló varios guiños para hacer más digerible el sí de IU.

Los socialistas quieren integrar a IU para tener más apoyo político a la hora de poner en marchas medidas que le demandan las leyes aprobadas por el PP, pero el cumplimiento de la ley al que está obligada cualquier comunidad autónoma no es incompatible con "cumplir con nuestro programa y nuestra ideología". 

Con el aparente fin de no asustar a sus socios de UPyD por el reconocible marchamo izquierdista de su discurso, Javier Fernández insertó en su intervención algunas de las piezas que fueron motivo de pacto con el partido de Rosa Díez, dándole un aspecto de trascendencia a cuestiones como la fusión de municipios, "sin descartar la obligatoriedad en algiunos casos"; la formación de una comisión de investigación sobre el 'caso Renedo', apelando a la ética socialista y a su "compromiso con la transparencia", hasta el punto de que anunció
una Ley de Transparencia y Acceso a la Información" y el estudio de una modificación de la ley electoral que aspirar a que sea aprobada por "unanimidad".

En varios pasajes de su discurso, el candidato citó el consenso parlamentario y político como uno de sus objetivos y resaltó como prioridad un acuerdo sobre empleo con los agentes sociales para impulsar el desarrollo económico de Asturias y mitigar las consecuencias del paro que en Asturias se sitúa en unas 100.000 personas. Precisamente por este deseo de acuerdos amplios, Javier Fernández excusó la falta de mayor concreción en algunos pasajes de sus propuestas, al objeto de que sean los partidos quien las enriquezcan a través del diálogo en las próximas semanas.

No obstante, esa inconcreción fue el elemento que sirvió al Partido Popular para calificar el discurso de Fernández de "vacío e insuficiente", pero también la utilizó UPyD para todo lo contrario e IU para tratar de que durante la sesión del miércoles el candidato aclare algunas imprecisiones claves para orientar el sentido de su consulta militante. Foro Asturias, el partido de Álvarez-Cascos, fue el crítico más radical al discurso de investidura ("hoy Asturias ha empezado a perder el tiempo", dijo su portavoz, Cristina Coto), aunque también fue el grupo a quien más reproches dedicó el líder socialista, ya que se vanaglorió de que se inicie una nueva etapa de "normalidad democrática" que pone fin "a la extravagancia". PP y Foro, que en días pasados habían rivalizado por liderar la candidatura del centro derecha a la Presidencia del Principado, decidieron inopinadamente no presentar aspirantes al cargo por entender que no tenían posibilidades de salir adelante, tras la decisión de UPyD de votar al representante socialista.

Asturias parece seguir el camino de Andalucía: un gobierno PSOE e IU que suavice los recortes del Gobierno del Partido Popular. Así se desprende de la reunión del Consejo Político de Izquierda Unida que, después de casi cuatro horas de reunión y un debate "tenso, pero cordial", decidió por una veintena de votos explorar las posibilidades de un pacto de gobierno con el socialista Javier Fernández, que ayer por la mañana pronunció su discurso de investidura y hoy será nombrado presidente asturiano, al ser el único candidato que se postulaba al cargo.