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España busca en India el nuevo El Dorado tras el fiasco de Repsol
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ARÍSTEGUI GESTIONARÁ LA EMBAJADA COMO UNA EMPRESA CON CUENTA DE RESULTADOS

España busca en India el nuevo El Dorado tras el fiasco de Repsol

Gustavo de Arístegui anda enfrascado en plena mudanza. Después de tres legislaturas en el Congreso de los Diputados, en menos de dos semanas se marcha definitivamente

Foto: España busca en India el nuevo El Dorado tras el fiasco de Repsol
España busca en India el nuevo El Dorado tras el fiasco de Repsol

Gustavo de Arístegui anda enfrascado en plena mudanza. Después de tres legislaturas en el Congreso de los Diputados, en menos de dos semanas se marcha definitivamente a Nueva Delhi como nuevo embajador del Reino de España. Se llevará algunos cuadros y otras pertenencias para hacer de su residencia un hogar más acogedor. Por lo demás, sus maletas van cargadas de retos y, según dice, con los deberes hechos tras varios meses de intenso trabajo y de reuniones con los grandes empresarios de España y con los ministros y secretarios de Estado con un mayor interés en India, un país en el que, a corto plazo, se va a volcar la diplomacia española.

“Incluso me he ido a Rota a ver los barcos con los que tenemos que licitar y a Cartagena a ver cómo se construye el S-80”, explica en una entrevista con este diario. “He hecho seriamente los deberes. No he parado desde el día en el que el Consejo de Ministros pidió mi plácet”. No es para menos. Este diplomático con fuerte vocación política tiene por delante una misión crucial dentro del proyecto liderado por el ministro García Margallo para potenciar la marca España en el extranjero a través de lo que él llama la diplomacia económica. Un proyecto que consiste en poner la red de embajadas del Gobierno de España al servicio de los empresarios que quieren sortear la crisis en otros mercados. “Nuestro nivel de exportaciones a La India es de 1.350 millones de euros y nuestra tasa de cobertura es en torno al 46%, es decir, que hay un margen en la búsqueda del equilibrio en la balanza de pagos”, detalla el diplomático. “Son, sin embargo, niveles muy modestos para un país tan grande como La India y esos son los deberes que tenemos por delante. Mis colaboradores en la Embajada y el Gobierno me han hecho saber muy claramente que esta es mi cifra mágica y la cuenta de resultados de la Embajada”.

India se presenta hoy como un nuevo El Dorado para las grandes y medianas empresas españolas gracias a haberse convertido en un mercado en fuerte crecimiento (se calcula que alcanzará el 9% en 2013) y en el que, por el contrario, queda “todo por hacer”. Algo en lo que ya han reparado las cerca de 150 grandes empresas españolas con un pie en el país. Isolux, por ejemplo, es el primer inversor europeo con 4.500 millones de euros que actualmente está construyendo cuatro autopistas de peaje y gestiona una línea de alta tensión. Acciona, por su parte, tiene 200 megavatios instalados de energía eólica.  Gamesa, con mil trabajadores, tiene tres factorías de producción de aerogeneradores. OHL, la concesión y explotación de un puerto de contendores en la costa este de la India. San José está desarrollando la circunvalación de Jaipur y túneles ferroviarios en el Himalaya y otros como FCC y ACS, que ya tiene obra en el país, quieren entrar con mayor presencia.

Arístegui explica que salvo con Ferrovial, EADS y FCC, con los que se reunirá en breve, ya se ha visto personalmente con los presidentes de las grandes compañías con intereses en India para conocer de primera mano sus problemas y sus necesidades. Primero, hay un problema de condiciones de contrato, que son muy duros. “Necesitan cada vez más apoyo político del Gobierno y de la Embajada y que las autoridades vean que somos un equipo y que la Embajada no se desentiende de los intereses económicos. Pero la mayoría de los empresarios están muy contentos en La India y los problemas que me transmiten no son en absoluto insalvables ni gravísimos”.

Viaje del Rey

El Gobierno, por su parte, proyecta varias visitas de alto nivel en los próximos meses que incluirán, como colofón, un viaje oficial del Rey de España, invitado personalmente por las autoridades indias. Viajes que podrían incluir a varios ministros del Ejecutivo para potenciar acuerdos en materias de infraestructuras, en donde se calcula que La India va a suponer en los próximos años el 25% del mercado mundial, o en materia de defensa, donde la inversión podría llegar a 30.000 millones en 2017.

“En todos los sectores hay oportunidades espectaculares. Hay que diferenciar entre mercados en los que se invierte, mercados en los que se vende y mercados en los que se produce para consumir en ese mercado o para exportar. India tiene las tres cosas. Y además es una democracia consolidada donde hay seguridad jurídica. A mí me han contado los propios empresarios que cuando van bien armados jurídicamente a un juicio contra el Estado, pueden ganar y casi siempre ganan. Y eso es un síntoma bastante bueno –explica-. Además, es un país en el que falta de todo, que no tiene un mercado saturado, que crece a un ritmo muy razonable y en el que, justamente, las mayores necesidades están en los sectores en los que España es puntera mundialmente: limpieza, recogida y reciclaje de basuras, tratamiento, desalación y gestión de agua, energías renovables, textil, grandes infraestructuras viarias, trasmisión de energía…”.

Arístegui reitera, como ya hizo en su día Margallo, que la apuesta del Gobierno por esta embajada “es muy clara”. Se ha duplicado, de hecho, el número de agregados comerciales y se proyecta, en breve, abrir nuevos consulados o incluso nuevos centros del Instituto Cervantes, uno de los deseos del propio embajador. Por otro lado, impulsará acuerdos en materia cinematográfica. El éxito de una película de Bollywood rodada en España ha hecho que el número de visados de turistas de alto nivel se haya duplicado. Y eso, en un país en el que, más allá de los tópicos, viven entre 40 y 50 millones de superricos.

Algunas empresas españolas, sin embargo, figuran todavía en la lista negra de la explotación infantil en las fábricas textiles, según ha denunciado el último informe Captured by cotton (Atrapadas en el algodón) elaborado por el prestigioso Centre for Research on Multinational Corporations -una organización independiente holandesa sin ánimo de lucro que escruta a las grandes multinacionales- y el India Committee of the Netherlands -una ONG del mismo país impulsora de la campaña Clean Clothes (Ropas Limpias) contra la explotación vinculada al comercio textil.

“Ahí no se le puede llamar la atención a las empresas porque ellas son víctimas de todo eso”, responde Arístegui. “Cuando una empresa textil española contrata con una empresa y esa otra subcontrata con otra, uno acaba perdiéndose en esa cadena. ¿Cómo puedes hacer la revisión en todas partes? Yo sé que Inditex, por ejemplo, se lo toma muy en serio, pero tienes unos límites económicos y humanos y más allá de esos límites, es muy complicado. Pero a mí me consta que las empresas españolas son muy serias en este sentido y cortan en seco cuando algún subcontratista no cumple”, concluye. 

Gustavo de Arístegui anda enfrascado en plena mudanza. Después de tres legislaturas en el Congreso de los Diputados, en menos de dos semanas se marcha definitivamente a Nueva Delhi como nuevo embajador del Reino de España. Se llevará algunos cuadros y otras pertenencias para hacer de su residencia un hogar más acogedor. Por lo demás, sus maletas van cargadas de retos y, según dice, con los deberes hechos tras varios meses de intenso trabajo y de reuniones con los grandes empresarios de España y con los ministros y secretarios de Estado con un mayor interés en India, un país en el que, a corto plazo, se va a volcar la diplomacia española.