IU marca el paso al nuevo Gobierno de Griñán con movilizaciones contra Rajoy

El futuro socio de Gobierno de José Antonio Griñán, Diego Valderas, líder de IU, le ha marcado a quien será reelegido presidente de la Junta de Andalucía un camino marcado por la movilización y el enfrentamiento contra el Gobierno central, Bruselas, los mercados y el capitalismo que presiona a los ciudadanos”. Valderas, que será vicepresidente del Gobierno andaluz de coalición POSE-IU, advierte que sólo aceptará los recortes de Rajoy “por imperativo legal”, pero no permitirá que se ataque a la autonomía andaluza ni se le vacíe de contenido por inanición económica.

El sentido de la convivencia de Griñán con sus socios de IU en el nuevo Gobierno de la Junta ha aparecido ya en la sesión de investidura, y ha llegado en el discurso de Diego Valderas, líder de la coalición de izquierdas y número dos del presidente socialista andaluz. Valderas ha cambiado el paso de la anterior legislatura, en la que tanto criticaba a Griñán para encontrar sintonía con el discurso del aspirante a presidente. Sin embargo, bajo esta coincidencia, IU ha empezado a poner sobre la mesa el nivel de presión que va a ejercer.

Apoyarse en las movilizaciones

Valderas considera que el futuro Gobierno ha de apoyarse en las movilizaciones, en el pacto con la sociedad que sale de unas elecciones autonómicas que le han dado mayoría a la izquierda, el “nuevo bloque social de progreso”. Y este bloque será el que responda cuando “Andalucía se vea atacada y no respetada”, en referencia al Gobierno central y sus planteamientos sobre el sistema autonómico.

En materia económica, Valderas, que asume la austeridad en los presupuestos pero no los recortes en “lo que sea necesario”, tira por elevación y anuncia hostilidad máxima contra “los mercados y las políticas neoliberales del capitalismo que presiona a los ciudadanos”. Los precedentes de esta batalla, para el líder de IU, ya se han visto, primero en los resultados electorales y la mayoría de izquierdas en la Cámara andlauza, y después “con la huelga general, el primero de mayo” y la reacción demostrada por el bloque social, en el que Valderas incluye a los partidos de izquierdas y sindicatos.

Las llamadas a la rebeldía, que estuvieron presentes en el programa electoral de IU con el que trataba de conectar con los indignados, han sido persistentes en un discurso del socio de Griñán que ofrece el perfil de una izquierda que no sería extraño pusiera al presidente en más de un compromiso.

Frente a las llamadas a la rebelión. Valderas ha pasado de puntillas sobre la corrupción y sólo se ha referido a ella anunciando la comisión de investigación que ya ha pedido su coalición, “caiga quien caiga”, y que llevará a la sede parlamentaria el caso de los ERE después de que en la pasada legislatura no se hubiera permitido el debate sobre el asunto a pesar de las peticiones que se hicieron desde la oposición.