El comisario de Marbella: “No tengo nada que ver con la investigación a Ignacio González”
Agapito Hermes de Dios, el comisario de Marbella ahora en la cuerda floja por su presunta vinculación a la investigación ‘ilegal’ del ático de Guadalmina en
Agapito Hermes de Dios, el comisario de Marbella ahora en la cuerda floja por su presunta vinculación a la investigación ‘ilegal’ del ático de Guadalmina en el que Ignacio González pasa las vacaciones, asegura a El Confidencial no tener conocimiento “de lo que se me está acusando, desde los sectores sindicales de la Policía Nacional. No soy un comisario político”.
La relación de su nombre con el caso del ático del segundo de Esperanza Aguirre, así como la denuncia por parte del sindicato UFP en el juzgado numero tres de Marbella por haber favorecido presuntamente a un familiar del jeque Altani, han levantado las alarmas sobre su cese inminente como titular de la Comisaría marbellí.
El sindicato UFP denuncia que, desde enero del 2011 en que llegó este jefe policial a la Comisaría de Marbella, “la delincuencia ha subido”. Ahora, algunos le apuntan con el dedo: fue él quien ejecutó la orden de investigar el ático en el que el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, pasa sus vacaciones. Siguiendo ‘instancias superiores’, según ha sabido este medio, el comisario marbellí llevó a cabo una investigación rutinaria -calificada de ‘ilegal’ por el Ministerio del Interior- en la que “además del ático, se investigaban más asuntos relacionados con ciertas propiedades de Guadalmina”.
Hermes de Dios fue hombre de confianza de Aznar y trabajó en Moncloa entre 2000 y 2003. “Es cierto que estuve tres años trabajando como jefe de los servicios operativos de vigilancia del expresidente del gobierno, ¿y eso qué tiene que ver para que me vinculen ahora con lo que está sucediendo al vicepresidente de Madrid? No tiene sentido”. Hermes ocupó un puesto en la Asesoría Técnica de Seguridad en Interior, Ministerio que entonces dirigía el hoy presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Según Hermes, él sigue al mando de la Comisaría de Marbella “y los que elucubran con que me han cesado, mienten. Ésta es una buena plaza y voy a continuar aquí. Sé que hay ‘alguien’ que quiere ocupar mi puesto en este despacho y es el que está montando este revuelo para ocupar mi sillón”. Pese a expresar lo cómodo que se encuentra en la comisara marbellí, reconoce a El Confidencial que sí hubo un momento en estos últimos meses en que quiso ampliar su currículo y pidió una plaza en INTERPOL, que no ha conseguido. Según Jesús Carrasco, secretario provincial del sindicato policial UFP, “desde la secretaria provincial nos han señalado que el cese es inmediato y que será ‘apartado’ a ocupar una plaza de segundo en una Comisaría del Centro en Madrid”.
Hace sólo unos meses, uno de los hombres de confianza de Hermes de Dios y ex miembro del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT), Daniel Ortuño, cursó una instancia a las diferentes asociaciones de vecinos del Casco Antiguo, pidiendo firmas para que Hermes de Dios se quedara de comisario en Marbella. La mayoría de las asociaciones firmaron a favor. Por entonces nadie comprendía la razón del por qué querían “quitarse de en medio al comisario policial”.
Los que le conocen, aseguran que Hermes no es ningún ‘comisario político’, y que si tuvo que hacer una investigación es porque desde arriba “se le ordenó que comprobase si ese ático tenía algo que ver con la trama Gürtel, como supuestamente un testigo había apuntado”. La caza de brujas suma y sigue.
Agapito Hermes de Dios, el comisario de Marbella ahora en la cuerda floja por su presunta vinculación a la investigación ‘ilegal’ del ático de Guadalmina en el que Ignacio González pasa las vacaciones, asegura a El Confidencial no tener conocimiento “de lo que se me está acusando, desde los sectores sindicales de la Policía Nacional. No soy un comisario político”.