Trillo ya tiene el plácet de Londres para ser el nuevo embajador español

El Reino Unido ya ha dado el plácet para que España envíe a Londres de embajador al expresidente de las Cortes, exministro de Defensa y actual diputado de base del Grupo Popular Federico Trillo. Después de casi un mes de espera, la única duda que tiene el Gobierno es si aprobar hoy el nombramiento en el Consejo de Ministros o dejarlo para el próximo. Como será la reunión del Ejecutivo en que se despache el proyecto de Presupuestos Generales del Estado más restrictivos y con más recortes de la reciente historia de España, igual es mejor para el interesado que la fecha del arranque de su etapa de alto representante diplomático en Londres no sea el 30 de marzo y prefiera que le dejen para Semana Santa.

Trillo abandonará pues el banquillo de reservas del lujo que tiene todavía Mariano Rajoy después de cubrir casi todos los nombramientos de altos cargos que dependen sólo del Ejecutivo. Sigue en Génova Esteban González Pons, a partir de ahora al lado de Javier Arenas, que tiene que decidir en qué se centra, si en la figura de jefe de la oposición frente a un "frente popular" andaluz, u otra vez a dirimir diferencias con María Dolores de Cospedal en el PP como vicesecretario general del partido.

El expresidente del Congreso se va a Londres después de rechazar la presidencia del Consejo de Estado (donde vuelve José Manuel Romay ocho años después de que le quitara José Luis Rodríguez Zapatero) y digerir el disgusto de quedarse sin la embajada en los Estados Unidos que en primera instancia le ofreció Rajoy.

Preguntado por la misión de Federico Trillo en Londres, en Asuntos Exteriores comentan con sorna que tendrá tarea de sobra: "Recuperar Gibraltar". No es sólo por el episodio de Perejil, sino por su reconocida capacidad de persuasión. Después de ocuparse en los últimos años de defender al PP de la Gürtel en general y lidiar al tiempo con Rubalcaba, le toca lidiar ahora con los británicos.