Anguita descarta la ‘pinza’ PP-IU: “En 1994 el PSOE era sinónimo de corrupción: hoy no”

Sostiene Julio Anguita que para justificar una alianza IU-PSOE en Andalucía no se puede comparar el nivel de corrupción del socialismo de finales de los noventa con el de la segunda década del siglo XXI. “En 1994 el PSOE era sinónimo de corrupción: hoy no”, remarca Anguita, ex coordinador general de Izquierda Unida en una entrevista concedida a El Confidencial.

El político andaluz, desde su casa de Córdoba, lo explica con más precisión: “No podemos comparar históricamente situaciones distintas. Es verdad que ahora aparecen casos de presunta corrupción en el PSOE, pero cuando vemos al señor Matas, los Gürtel, el presidente de la Diputación de Castellón… En aquel momento [1994, cuando empezó la llamada legislatura de la pinza] el PSOE eran los GAL, los ministros, presidente de comunidades autónomas, BOE, en fin todo aquello, no podemos enjuiciar hechos aislándolo de su contexto”.

Anguita admite que el caso de los EREs falsos supone el mayor escándalo de corrupción en los 30 años de hegemonía socialista en la comunidad andaluza, pero prefiere hablar en clave nacional. “Andalucía, por desgracia, también se ha sumado a este mapa de la mugre y del latrocinio, y en eso existe la responsabilidad de los EREs, pero no enfoquemos todo en Andalucía. Veamos el mapa de esta miserable situación que afecta a todo el país. No enfoquemos sólo en Andalucía, hablemos de España”.

El histórico líder de izquierdas no puede ocultar su inmensa alegría por la gran subida de Izquierda Unida en las elecciones andaluzas del pasado domingo. Confía en Diego Valderas, aunque ofrece consejos por si el discípulo se despista. “IU tiene que decirle al PSOE que la investidura tiene un precio. Y ese precio son dos, tres o cuatro medidas clarísimas y comprometidas. Los parados, los sectores más deprimidos de la economía andaluza, son los que tienen que salir beneficiados, aunque eso suponga rozar la legalidad y las medidas del déficit del Gobierno Central”.

Según el planteamiento anguitista, una vez que esas medidas se consiguieran, IU debería regresar al frío de la oposición y no dejarse engatusar con formar parte del Gobierno de José Antonio Griñán. ¿Sería un mal negocio aceptar un par de consejerías? “No se trata de negocio, sino de apoyar a quien en estos momentos aparece como menos malo, pero a cambio de medidas que vayan en beneficio de los más débiles en Andalucía”.

La “baba fascista” de medios “proclives a Rajoy”

Julio Anguita no da crédito a la reacción de medios de comunicación afines al PP (no aclara cuáles son) tras las victoria con olor a derrota contundente de Javier Arenas. “Estoy muy, muy contento con los resultados, porque se ha castigado la política de recortes de Rajoy y por lo que veo en los medios de comunicación proclives a Rajoy me he encontrado auténtica baba fascista. No es de recibo los insultos que mi pueblo andaluz está recibiendo por parte de personas intelectualmente indocumentadas; es bochornoso, dan ganas de vomitar, tenía que decirlo y siento con mayor alegría que el PP haya perdido su supuesta mayoría absoluta”.

Anguita ofrece más claves de las causas de los malos resultados de Arenas en los comicios andaluces. “El  PP no ha querido enseñar todas sus medidas, pero lo que ha enseñado ya es más suficiente. Evidentemente no es un problema sólo del PP. Es un problema de la política que está imponiendo la Unión Europea, en la cual el PSOE también ha entrado. Recordemos todos que la reforma de la Constitución para fijar el límite del déficit la pactaron entre los dos o  la reforma del mercado laboral de Zapatero, que fue el inicio de esta. Son las medidas de Alemania llevadas al paroxismo por Mariano Rajoy, pero que han sido compartidas por el PSOE, que no se olvide esto”.

Sobre la huelga general lanza un recado a los dirigentes de Izquierda Unida. También a los sindicatos. “Cuando yo era coordinador general de IU tenía claro que nunca se podía convertir en un fin en sí misma, ni un acto final; son momentos decisivos, traumáticos incluso, de un proceso de movilización. Quiero decir que si los convocantes de la huelga general, salga como salga (ojalá salga muy bien), creen que con ese hecho ya es suficiente se equivocarían. Huelga general es un acto más de los siguientes de lucha y movilización”.

“Al Gobierno hay que doblarle el pulso”

Se expresa sin ambages, directo. “Al Gobierno hay que doblarle el pulso, no solamente en la calle, también de incidir en los medios y que las instituciones andaluzas en los ayuntamientos y diputaciones formen un frente en la defensa de los ciudadanos. Aquí los agredidos son los ciudadanos de a pie. La lucha es muy válida, con los parlamentarios andaluces en varios sitios. Es una lucha total, con  inteligencia, mesura, flexibilidad, pero  no se puede perder de vista que el objetivo es ganarle al Gobierno, pero no porque sea el Gobierno del PP: cualquier otro Gobierno que hiciera la misma política: no es una cuestión de siglas”.

En la entrevista con El Confidencial, Anguita también lanza también su opinión sobre qué tipo de medidas deberá tomar el nuevo Ejecutivo de la Junta de Andalucía. “No puede aplicar de manera mecánica y seguidista los criterios que vengan del Gobierno de Madrid. Hay un campo de aleatoriedad, como el recargo de determinados impuestos; plantar cara significa incitar a que otras comunidades autónomas (naturalmente las del PP no: quedan muy pocas) puedan sentir que el mensaje que lanza Andalucía coloca en situación de contradicción entre su dirección y sus presidentes y sus Gobiernos. Una manera de atacar es producir contradicciones en el adversario”.

¿Tiene techo Izquierda Unida en Andalucía? “Le recuerdo que en 1994 tuvimos 20 diputados. No creo que tenga IU ningún techo, una de las características que he planteado siempre en mi discurso es que nosotros, no como los demás, no tenemos techo”. Julio Anguita aún no ha contactado con Valderas tras las elecciones. “No, no no. Tengo la costumbre sanísima que una vez que estoy en segunda, tercera o cuarta fila sigo como militante, escribo, doy conferencias, pero no me atrevo a dar mis opiniones a ningún dirigente. Si estos me la piden, la doy. Y punto”.