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Griñán y la sombra de Chacón se vuelven a cruzar en el camino de Rubalcaba
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LOS 'GRIÑANISTAS' AJUSTAN CUENTAS EN ANDALUCÍA

Griñán y la sombra de Chacón se vuelven a cruzar en el camino de Rubalcaba

Las elecciones andaluzas han consolidado a José Antonio Griñán como el barón con más peso en el PSOE. Mientras el resto de líderes regionales debe conformarse

Foto: Griñán y la sombra de Chacón se vuelven a cruzar en el camino de Rubalcaba
Griñán y la sombra de Chacón se vuelven a cruzar en el camino de Rubalcaba

Las elecciones andaluzas han consolidado a José Antonio Griñán como el barón con más peso en el PSOE. Mientras el resto de líderes regionales debe conformarse con resistir en la oposición, el presidente andaluz es el único, junto a Patxi López, que conserva un poder real. Cuando parecía que sus días estaban contados al frente de los socialistas andaluces, Griñán se ha convertido en el contrapeso de Alfredo Pérez Rubalcaba en la cúpula del partido, donde puede jugar un papel decisivo en futuras pugnas internas, como la elección del próximo candidato a la Presidencia del Gobierno.

El resultado del 25-M ha significado un balón de oxígeno para Rubalcaba, después de la debacle en las pasadas elecciones generales y de su ajustada victoria frente a Carme Chacón en el Congreso Federal. Al menos, de cara al exterior, porque el éxito en Andalucía también ha reabierto algunas grietas importantes en la formación. En el ámbito nacional, Rubalcaba sabe que ya no puede desdeñar el papel de Griñán como presidente del PSOE, a pesar de que el andaluz apostó fuerte por Chacón como aspirante a secretaria general. Y en Andalucía, los rubalcabistas temen ahora las represalias de Susana Díaz, secretaria de Organización del partido en esa comunidad.

“El éxito de Griñán puede ser interpretado como una derrota personal de Rubalcaba, pero hubiera sido mucho peor para él y para todo el partido perder Andalucía”, señalaron fuentes socialistas. Se trataba pues de un guión enrevesado en el que el secretario general del PSOE no tenía forma de ganar por completo, y donde los griñanistas o chaconistas han resultado los más favorecidos.

La continuidad del presidente andaluz impide que Tomás Gómez se quede solo ante el peligro como dirigente regional crítico con Rubalcaba, y el madrileño no ha tardado en ensalzar su figura. A su juicio, se trata de “una victoria para el PSOE”, pero “sobre todo es una victoria de Pepe Griñán”. “Fue una victoria muy importante de Pepe Griñán, que permite poner freno al crecimiento de ola del PP, que quería un mapa azul en toda España”, insistió Gómez a Ep.

La reafirmación del frente madrileño-andaluz, junto a la posible victoria en Valencia de los críticos que apoyaron a Chacón, redibuja el mapa de equilibrios del PSOE de cara próximos envites internos y especialmente con vistas a las primarias que decidirán el próximo candidato a la Moncloa. No obstante, Rubalcaba también ha demostrado mano izquierda al declarar que Griñán es “su presidente” y “su amigo”, a la vez que ha aprovechado la victoria en Asturias y la resistencia de Andalucía para expresar que siente avalada por las urnas su estrategia de oposición al PP.

Temor a la 'guadaña' de Griñán en Andalucía 

Pero si en Madrid las diferencias se mantienen por ahora sobre un tablero de ajedrez, en Andalucía las cuentas pueden quedar saldadas de forma mucho más vehemente de la mano de Susana Díaz. La primera etapa pasa por Sevilla, donde Griñán ha obtenido un doble triunfo, ya que encabezaba las listas electorales. Ha conseguido dos diputados de diferencia con el PP e incluso recuperar distritos que habían conseguido arrebatarle los populares en las municipales y generales. Sevilla está controlada por una gestora dirigida por Manuel Gracia, un prestigioso socialista, ajeno a toda pugna interna y con una autoridad moral demostrada. La relación de Gracia con Griñán es buena y de lealtad mutua.    

Aquí, el trabajo de la “dama de hierro” del presidente andaluz estará en laminar a los seguidores de Rubalcaba liderados por José Antonio Viera, que dimitió como secretario general en la guerra previa al congreso federal. En este caso, Díaz sólo tendrá que esperar a que la juez Mercedes Alaya impute a Viera, por su condición de consejero de Trabajo cuando se estableció el fondo de reptiles de los ERE falsos.

El peor foco de oposición a Griñán, que en el último Congreso Federal se escudó tras Rubalcaba, se encuentra en Cádiz, apadrinado por Manuel Chaves. Tras protagonizar un duro enfrentamiento, el expresidente pretende ahora apuntarse el tanto de haber designado a Griñán como su sustituto, e incluso lo ha tildado de “líder nacional”. No obstante, los griñanistas no olvidan y mantienen en el punto de mira a Luis Pizarro y González Cabaña.

Asimismo, Jaén está controlada por el rubalcabista Gaspar Zarrías. Griñán cuenta allí con el respaldo de Mar Moreno y Antonio Ávila, dos de sus consejeros en el Gobierno, pero no es previsible que la batalla se desencadene en esta provincia. Todavía está por ver hasta si Griñán aprovecha su poder para laminar a sus oponentes, o si el inesperado éxito logra calmar los ánimos en la formación andaluza.

Las elecciones andaluzas han consolidado a José Antonio Griñán como el barón con más peso en el PSOE. Mientras el resto de líderes regionales debe conformarse con resistir en la oposición, el presidente andaluz es el único, junto a Patxi López, que conserva un poder real. Cuando parecía que sus días estaban contados al frente de los socialistas andaluces, Griñán se ha convertido en el contrapeso de Alfredo Pérez Rubalcaba en la cúpula del partido, donde puede jugar un papel decisivo en futuras pugnas internas, como la elección del próximo candidato a la Presidencia del Gobierno.

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