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Urdangarín 'fusiló' una tesis doctoral para cobrar 400.000 euros que le dejó a deber Baleares
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TITULADA "EVOLUCIÓN DEL TURISMO NÁUTICO EN ESPAÑA EN LOS ÚLTIMOS 30 AÑOS"

Urdangarín 'fusiló' una tesis doctoral para cobrar 400.000 euros que le dejó a deber Baleares

La osadía de Iñaki Urdangarín y sus socios no conocía límites. Como unos malos estudiantes, el yerno del Rey y su número dos en el Instituto Nóos, Diego Torres, practicaron

Foto: Urdangarín 'fusiló' una tesis doctoral para cobrar 400.000 euros que le dejó a deber Baleares
Urdangarín 'fusiló' una tesis doctoral para cobrar 400.000 euros que le dejó a deber Baleares

La osadía de Iñaki Urdangarín y sus socios no conocía límites. Como unos malos estudiantes, el yerno del Rey y su número dos en el Instituto Nóos, Diego Torres, practicaron con fruición el copia y pega para elaborar los informes, supuestamente originales, por los que luego cobraban sumas millonarias a los organismos públicos y empresas privadas que contrataban sus servicios.

El descaro alcanzó tal punto que los empleados de la entidad "sin ánimo de lucro", siguiendo instrucciones de sus jefes, llegaron a fusilar una tesis doctoral que sirvió luego de base al documento final del Forum Illes Balears, un congreso sobre turismo y deporte celebrado en Palma en noviembre de 2006, según han revelado a El Confidencial fuentes cercanas a la investigación que dirige el juez José Castro. El Gobierno autonómico de Jaume Matas pagó a Urdangarín 1,1 millones de euros por las dos jornadas de ese foro.

Tres meses más tarde, en febrero de 2007, Urdangarín telefoneó al entonces director general de Deportes del Ejecutivo balear, José Luis Pepote Ballester, para reclamarle los 400.000 euros pendientes de pago de la factura de 1,1 millones. Pepote, según relató éste al juez Castro en su declaración del pasado sábado, recordó al yerno del Rey en aquella conversación que el Instituto Nóos aún no había entregado ni las conclusiones del congreso ni el plan estratégico con las recomendaciones para desarrollar el binomio deporte-turismo en las islas. Y le dijo que no podría cobrar la cantidad restante hasta que finazara los trabajos comprometidos.

Pocas semanas después llegaron al Gobierno balear los informes pendientes remitidos por el Instituto Nóos, basados en buena medida en la tesis doctoral fusilada a un estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense (Madrid). La tesis fue elaborada por el alumno Gregorio Méndez, dirigida por el profesor Francisco Parra y leída en noviembre de 2000.

Hallado por una empleada 

El trabajo académico fue descubierto en internet por María Dolores Babot, una de las empleadas del Instituto Nóos, y le debió venir de perlas a Urdangarín y Torres para elaborar las conclusiones del Forum Illes Balears y, así, poder cobrar los 400.000 euros adeudados. El título de la tesis doctoral apenas deja resquicio a la duda: Evolución del turismo náutico en España en los últimos 30 años: recreación o status social. Una aproximación a la sociología del turismo náutico.

El sumario del caso Urdangarín incluye una nota manuscrita de Babot a Torres en la que aquélla informa a su jefe del hallazgo. "He encontrado y archivado esta tesis. Son unas 711 páginas", explica la empleada, que incluye a continuación el índice general de la tesis doctoral, dedicada "a Marisa, por su apoyo callado", y la introducción. En ella, el estudiante de Sociología da las gracias a cuantas personas e instituciones le han ayudado a elaborar su trabajo académico, entre ellas "a Radio Clásica y Radio 3 de RNE por las cienes y cienes [cursiva en el original] de horas que me han acompañado, entre libros, apuntes, documentos, notas y disquettes, en la guardilla [sic] de casa".

No fue ésa, ni mucho menos, la única ocasión en que el Instituto Nóos facturó cantidades millonarias por informes plagiados de internet. Torres y el duque de Palma encargaron a un sobrino de éste, Jan Urdangarín, que reclutase a estudiantes e informáticos para rastrear la red en busca de información ajena, que luego era presentada a los clientes de la entidad "sin ánimo de lucro" como si fuera original y de elaboración propia.

Una de esas empleadas, Mónica Guzmán, que cobraba 600 euros al mes, confesó la semana pasada a la policía y el fiscal del caso que siempre trabajó desde su domicilio. "Urdangarin me daba instrucciones por escrito y Jan me entregaba el dinero. Me encargaron dos trabajos, uno sobre la responsabilidad social de empresas de México y otro sobre lo mismo del resto de Latinoamérica. Todos los datos los obtenía de internet; no tenía que contactar con ninguna empresa ni vía telefónica", relató Guzmán.

La osadía de Iñaki Urdangarín y sus socios no conocía límites. Como unos malos estudiantes, el yerno del Rey y su número dos en el Instituto Nóos, Diego Torres, practicaron con fruición el copia y pega para elaborar los informes, supuestamente originales, por los que luego cobraban sumas millonarias a los organismos públicos y empresas privadas que contrataban sus servicios.

Iñaki Urdangarin