Urdangarín utilizó a Cayetano Martínez de Irujo como 'gancho' para captar fondos

Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la duquesa de Alba, fue uno de los personajes de relumbrón utilizados por Iñaki Urdangarín como gancho para captar fondos destinados a una fundación supuestamente dedicada a la integración social de niños discapacitados, pero que en realidad servía de tapadera para desviar dinero a paraísos fiscales, según revelan documentos incluidos en el sumario del caso Urdangarín.

 

La Fundación Deporte, Cultura e Integración Social fue promovida por Urdangarín y su ex socio en el Instituto Nóos, Diego Torres, en diciembre de 2006, seis meses después de que el yerno del Rey fuese forzado por éste a desvincularse de sus oscuros negocios. Sin embargo, el duque de Palma ideó una fundación con fines supuestamente altruistas para seguir engordando sus bolsillos con las aportaciones de decenas de organismos públicos y empresas privadas.

 

La primera reunión del patronato de la fundación, que tenía entre sus objetivos ayudar a niños discapacitados, marginados y enfermos de cáncer, se celebró el 12 de abril de 2007. Y en ella se acordó la creación de un consejo asesor integrado por artistas de renombre, deportistas de primer nivel y famosos en general. De esta forma, Urdangarín y su socio pretendían hacer más atractivo el proyecto a los potenciales donantes de fondos mediante el fichaje de rostros muy conocidos.

 

Sin su consentimiento   

 

Entre los miembros de ese consejo asesor figuraban, además de Cayetano Martínez de Irujo, los cantantes Miguel Bosé y Alejandro Sanz, la bailaora Sara Baras, la alpinista Edurne Pasabán, el ex jugador de fútbol Andoni Zubizarreta o el ex corredor de rallies Carlos Sainz, hasta completar una lista de 20. La inmensa mayoría de ellos, sin embargo, ni siquiera fueron consultados por Urdangarín y su ex socio para que consintieran su inclusión en el consejo asesor.

 

La Fundación Deporte, Cultura e Integración Social era a su vez propietaria de De Goes Center for Stakeholder Management, la sociedad tapadera creada por Urdangarín y Torres para, supuestamente, desviar a paraísos fiscales una parte de los fondos captados por el Instituto Nóos. Fue así, según revela el sumario, como el dinero recaudado para la ayuda a niños marginados y enfermos acabó en Belice y otros paraísos fiscales, eludiendo el control de Hacienda.

 

El patronato de la fundación decidió en aquella misma reunión -en la que Torres fue nombrado director general- constituir un consejo de mecenazgo, para el que supuestamente querían fichar a altos ejecutivos de las empresas que más fondos aportaron a la fundación. Entre ellos, Luis Abril (Telefónica), Jaume Giró (Repsol), Ricard Maxenchs (Abertis) o Germán López Madrid (Volvo).