Botella va a la 'guerra judicial' contra Aguirre por el proyecto del Vicente Calderón

El Ayuntamiento de Madrid no sabe qué camino coger para que Esperanza Aguirre, con la Ley del Suelo en la mano, no eche por tierra el proyecto Calderón, en el que la ciudad quiere basar su estrategia olímpica. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia sellada el 20 de enero le modificó la altura de las torres previstas en el Plan Urbanístico de la Ribera del Manzanares, y la única vía que le quedó al Ayuntamiento para construir las torres sin incumplir la ley era levantarlas, una a una, como edificios “singulares”. Una semana después de que El Confidencial no haya obtenido ninguna respuesta sobre qué entiende el Consistorio por edificio "singular", Ana Botella ha presentado un recurso de casación ante el Tribunal Supremo al fallo del TSJM “por falta de motivación”.

El proyecto firmado por el Ayuntamiento, el Atlético de Madrid y la cervecera Mahou prevé que la constructora levante pisos en la zona de la antigua cervecera y del estadio Vicente Calderón a cambio de soterrar la M-30 y reformar La Peineta para convertirla en el nuevo campo del Atlético de Madrid y en el emblema de la candidatura olímpica de 2020. Sin embargo, el TSJM estimó un recurso contra la modificación del plan urbanístico para hacer posible la operación en el área del estadio Vicente Calderón, al entender que la ley regional del suelo solo permite construir cuatro alturas excepto en los casos singulares.

Aunque al principio el ayuntamiento no pretendió presentar ningún recurso, al final hizo caso a la recomendación de la propia presidenta de la Comunidad. Ayer mismo, fuentes municipales explicaron que este recurso lo presentan “por falta de motivación” de la sentencia, ya que consideran que la misma no ha tenido en cuenta la disposición transitoria de la Ley 3/2007 de Modernización de la Administración que modificó una serie de normas, entre ellas la Ley del Suelo e incorporó el artículo 39.8 que solo permite tres alturas más ático.

Esta disposición transitoria recoge que se quedan fuera de la aplicación del 39.8 todos los planes que a la hora de entrar en vigor la Ley 3/2007 ya hubieran sido aprobados provisionalmente. Y en ese momento, en Madrid estaba en vigor el Plan General de Ordenación Urbana, que data de 1997, por lo que consideran que no debería aplicarse la limitación de cuatro alturas.

En busca del resquicio legal que no trastoque el Plan Urbanístico

La sentencia del TSJM considera que no están “debidamente motivadas” esas circunstancias especiales que convierten en “singular” el proyecto: no basta con que el Ayuntamiento diga que lo es. También debe demostrarlo un informe favorable de la Comisión de urbanismo. Además, el Ayuntamiento debería probar que todos y cada uno de los edificios que superen el límite de alturas son edificios “singulares”. La sentencia, que no ve ilegal el plan tal y como está diseñado, pide “una motivación individual por edificio”.

De momento, Comunidad y Ayuntamiento siguen viendo cuáles son las posibilidades para encajar el proyecto Mahou-Calderón “dentro de los términos que ha establecido la sentencia”. Según el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, “hay que cumplirla”.  El Ayuntamiento cuenta con el respaldo del club, de la cervecera y de la constructora. El TSJM sentencia con la Ley del Suelo en la mano. La próxima palabra la tendrá el Supremo.