Es noticia
Zapatero admite que no previó la crisis pero culpa a Aznar y Wall Street
  1. España
EL LÍDER SOCIALSITA SE DESPIDE EMOCIONADO REIVINDICANDO SU LEGADO SOCIAL

Zapatero admite que no previó la crisis pero culpa a Aznar y Wall Street

La era Zapatero terminó. El ex presidente del Gobierno se ha despedido este viernes de sus compañeros de partido con su último discurso como secretario general

Foto: Zapatero admite que no previó la crisis pero culpa a Aznar y Wall Street
Zapatero admite que no previó la crisis pero culpa a Aznar y Wall Street

La era Zapatero terminó. El ex presidente del Gobierno se ha despedido este viernes de sus compañeros de partido con su último discurso como secretario general del PSOE. A menos de 24 horas de que el partido elija a su sucesor, Zapatero ha sido fiel a su estilo, reivindicando su legado en igualdad y políticas sociales, y justificando los resultados de su gestión económica. “Es vedad, tardé en reconocer la crisis”, ha admitido con claridad por primera vez, aunque a continuación ha lamentado que se le exigiera “anticipar” una recesión que “muy pocos pudieron” prever.

Al ex presidente todavía le escuecen las reiteradas críticas por la “improvisación” de sus medidas económicas, por lo que ha dedicado parte de su intervención a defender sus esfuerzos para salvar a España del “colapso” y de la “intervención” en un terreno de juego poco propicio: minoría parlamentaria, escasa colaboración del PP y una “Europa lenta” que no dio respuesta a tiempo al problema de Grecia. De esta forma, Zapatero parece irse con la sensación del deber cumplido y con ganas de exponer sus recetas para el futuro de España y de Europa.

El líder socialista situó el origen de la crisis lejos de la responsabilidad de su Gobierno, culpando a los desmanes de Wall Street, así como a la “relajación” que, a su juicio, se apoderó de España a mediados de los años 90, es decir, con José María Aznar en la Moncloa. “Si no la crisis no hubiera tenido un origen en Wall Street y en las hipotecas subprime, ¿se hubiera producido la crisis tan grave sufrida en España? Seguramente no”, aseguró. “Si en abril de 2010 un país como Grecia no hubiera llegado a no poder hacer frente a sus pagos, ¿habríamos tenido que adoptar las medidas que tuve que adoptar en mayo de 2010, y parar los estímulos fiscales? Seguramente no”, prosiguió para justificar sus recortes.

No obstante, también quiso dejar claro que la economía española tenía sus propias “debilidades”, aunque situó su causa en el “exceso de endeudamiento privado, fruto de lo que suponía el euro. Debilidades derivadas de una economía que debía haber ganado productividad, en lugar de haberse relajado en los 90’s y hacer del sector inmobiliario el motor de nuestro crecimiento”. Hasta ahí llegó la autocrítica del ex presidente, que aprovechó para advertir al Gobierno de Mariano Rajoy que se va a encontrar con “factores fuera de su alcance”, de carácter internacional, que condicionarán su respuesta a la crisis.

Fin de ETA y políticas sociales

Pero al margen de las reflexiones sobre su gestión económica, Zapatero quiso reivindicar sus políticas iniciales de igualdad y extensión de derechos, así como dejar al partido un legado de unidad y responsabilidad en la oposición. Así, insistió en que su Ejecutivo fue “pionero” en el reconocimiento del matrimonio homosexual, el combate al “machismo criminal”, la defensa de los derechos de la mujer, el reconocimiento de la lengua de signos, la creación de la ayuda a la dependencia, la educación para la ciudadanía o el impulso a la investigación biomédica. Asimismo, presumió de haber dado la cara por la cultura y los creadores, ironizando que por ello le han “dado hasta en la ceja”, y tuvo un sentido recuerdo para las víctimas de ETA y la resistencia de los socialistas vascos.

Por otra parte, en sus últimas horas como secretario general, encarnó en José Bono su petición de unidad al partido, poniendo como ejemplo que, tras haberle ganado en el congreso del año 2000, se convirtió en un amigo leal. “Tengo que pediros algo. A quien mañana salga elegido, que le den al menos el mismo apoyo que a mí me han dado”, reclamó, preocupado por las heridas que puede dejar la batalla por el liderazgo, aunque también pidió respeto por la decisión de los delegados: “Puede haber algún partido en España tan democrático como nosotros, pero no más”.

Y ates de recibir una cerrada ovación, a la que respondió al borde de las lágrimas, expresó sus últimas palabras al frente del PSOE tras casi doce años en el cargo: “Aquí termina mi tiempo. Confío en que vais a saber hacer las cosas para que la nueva etapa esté llena de servicio a España, ideales colectivos de nuestro país, afán de una ciudadanía libre y responsable que jamás renunciará a la aspiración de la igualdad fraternal. Gracias compañeros y aquí estoy con vosotros”.

La era Zapatero terminó. El ex presidente del Gobierno se ha despedido este viernes de sus compañeros de partido con su último discurso como secretario general del PSOE. A menos de 24 horas de que el partido elija a su sucesor, Zapatero ha sido fiel a su estilo, reivindicando su legado en igualdad y políticas sociales, y justificando los resultados de su gestión económica. “Es vedad, tardé en reconocer la crisis”, ha admitido con claridad por primera vez, aunque a continuación ha lamentado que se le exigiera “anticipar” una recesión que “muy pocos pudieron” prever.