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Cosidó fulmina a la cúpula policial de Rubalcaba a la que atacó desde el Congreso
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INCLUIDOS LOS CUESTIONADOS 'JAG', SANTANO Y PAMIÉS, IMPUTADO EN EL FAISÁN

Cosidó fulmina a la cúpula policial de Rubalcaba a la que atacó desde el Congreso

El nuevo director de la Policía, Ignacio Cosidó, no ha tardado ni una semana en fulminar a toda la cúpula del cuerpo y a mandos tan

Foto: Cosidó fulmina a la cúpula policial de Rubalcaba a la que atacó desde el Congreso
Cosidó fulmina a la cúpula policial de Rubalcaba a la que atacó desde el Congreso

El nuevo director de la Policía, Ignacio Cosidó, no ha tardado ni una semana en fulminar a toda la cúpula del cuerpo y a mandos tan significativos como el responsable de la lucha antiterrorista, Miguel Valverde. Entre los cesados están también los nombres de aquellos mandos policiales más vinculados a la anterior etapa socialista como el poderoso comisario jefe de la Policía Judicial, Juan Antonio González (JAG) y José Luis OIiveira, comisario principal de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), muy cuestionados, desde hace años, desde las filas del PP.

El relevo sorprende, sobre todo, por su dimensión, pues supone un cambio radical y fulminante de la dirección del cuerpo. Entre los caídos en desgracia están también el director adjunto operativo del cuerpo, Miguel Ángel Fernández Chico; el comisario general de Policía Científica, Miguel Ángel Santano; el subdirector de Personal, José Ignacio Araujo; y el subdirector general de Gestión Económica, Técnica y Documental, Felipe Hernández. También el jefe superior de Policía en el País Vasco, Enrique Pamiés, imputado en el Caso Faisán y a quien sustituye ahora el comisario Fernando Amo García

Interior ha abierto una nueva etapa en la Policía en la que se ha desecho, principalmente, de aquellos cargos más vinculados a la gestión de Rubalcaba y que más habían sido puestos en entredicho por el PP. De hecho, en las filas populares siempre se ha visto con recelo el trabajo de Olivera y González, a quienes diputados del PP como el propio Cosidó han acusado durante años de estar detrás de buena parte de las “operaciones policiales con fines políticos” llevadas a cabo, argumentaban, para contraprogramar determinados actos y eventos del PP o para detener a cargos públicos del partido. Ambos estaban, además, al frente del polémico sistema de escuchas SITEL, que carece de regulación. 

Cosidó, de hecho, ya solicitó la sustitución de JAG cuando era portavoz de Interior del PP en la anterior legislatura. "La pregunta es qué sabe este señor para que nadie lo pueda mover del puesto en el que está", llegó a asegurar en una entrevista a un medio de comunicación. Y en otra, añadía: "Hay reiteradas sentencias judiciales que denuncian que el Ministerio del Interior está abusando como nunca de los nombramientos a dedo y de confianza política. Hoy no hay un sólo mando policial que no haya sido nombrado a dedo por el señor Rubalcaba y ese es un sistema perverso". 

El fin del polémico 'JAG'

Las siglas de JAG también aparecieron en el sumario del caso Malaya como las iniciales de alguien que supuestamente había recibido dádivas del propio Juan Antonio Roca y que estaba vinculado al cuerpo policial. El propio Cosidó llegó a decir también que la obligación del "Ministerio del Interior es que se sepa si hay un alto mando implicado en el mayor caso de corrupción e identificar quién es".

Conocido por su afinidad política con el PSOE, el PP ha acusado en repetidas ocasiones a Juan Antonio González de estar detrás de las filtraciones del caso Gürtel. De hecho, JAG fue una de las personas que compartió montería con Baltasar Garzón, el ex ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo y la fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado pocas horas después de haber detenido al máximo responsable de la trama, Francisco Correa, en febrero de 2009. Entonces, aquella extraña reunión en una finca de Torres (Jaén) terminó llevándose por delante al propio Fernández Bermejo, que dimitió de su puesto apenas tres semanas después.

En septiembre de 2010 se conoció también que JAG había firmado una circular con la que recordaba a todos los jefes policiales que quedaba bajo su control cualquier caso de corrupción susceptible de salir en la famosa ‘pena de telediario’. En esa circula, JAG exigía a sus subordinados que le trasladasen los casos de corrupción en los que estuviesen implicados “personas relevantes” y “altos cargos públicos”. Todas esas investigaciones quedarían bajo su control, e incluso se podrían clasificar como secretas para evitar interferencias de otros cuerpos de la Seguridad del Estado, según explicaba en el oficio reservado que JAG remitió a todas las jefaturas superiores de España en mayo de ese mismo año. 

Según precisó ayer Interior por medio de un comunicado, el ministro Jorge Fernández Díaz ha aprobado el relevo de 10 de los 13 altos mandos policiales. Tan sólo mantienen su puesto los cargos más administrativos como el jefe de División de Personal, Gonzalo Rodríguez Casares, y el de Coordinación Económica y Técnica, Ildefonso Escalero. Asciende, por otro lado, de jefe de División a subdirector general el responsable del Área de Recursos Humanos del Cuerpo Nacional de Policía. El resto, los mandos específicos de la actividad policial, han sido cesados. Los nuevos nombramientos serán efectivos a partir del viernes, fecha prevista de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

La medida adoptada por Cosidó ha irritado, de momento, al principal sindicato de la Policía, el SUP. Su secretario general, José Manuel Sánchez Fornet, ha señalado en su cuenta de Twitter que "si el talante (de Cosidó) hacia los policías es lo que dicen sus nombramientos, pronto será el peor DGP (director general de la Policía) de la historia. Infumables nombramientos políticos y los peores gestores que hemos conocido nunca. "¿Se imagina que se pretendiera sanear la Monarquía expulsando a Juan Carlos y nombrando a urdangarín? Pues eso ha hecho Cosidó en la Policía".

El nuevo director de la Policía, Ignacio Cosidó, no ha tardado ni una semana en fulminar a toda la cúpula del cuerpo y a mandos tan significativos como el responsable de la lucha antiterrorista, Miguel Valverde. Entre los cesados están también los nombres de aquellos mandos policiales más vinculados a la anterior etapa socialista como el poderoso comisario jefe de la Policía Judicial, Juan Antonio González (JAG) y José Luis OIiveira, comisario principal de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), muy cuestionados, desde hace años, desde las filas del PP.

Alfredo Pérez Rubalcaba