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Valencia, el paradigma 'popular' de autonomía quebrada
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RETRATO DEL DERROCHE Y HUNDIMIENTO DE LA SEGUNDA REGIÓN MÁS ENDEUDADA DE ESPAÑA

Valencia, el paradigma 'popular' de autonomía quebrada

Es la segunda autonomía con mayor volumen de deuda (20.469 millones de euros); ha cerrado 262 camas hospitalarias en 2011; pagó in extremis a finales de

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Valencia, el paradigma 'popular' de autonomía quebrada

Es la segunda autonomía con mayor volumen de deuda (20.469 millones de euros); ha cerrado 262 camas hospitalarias en 2011; pagó in extremis a finales de año las nóminas de los profesores de colegios concertados y los 60 millones que debía a las farmacias; encabeza el ranking de fracaso escolar más alto de toda España (25%) y tiene a su ex presidente, Francisco Camps, sentado en el banquillo de los acusados por varios delitos de corrupción. La Comunidad Valenciana, tras modernizar la región de arriba abajo con más dinero del que tenía, busca ahora fórmulas para intentar contener el gasto y sacar a la región del atolladero en el que se encuentra.

Cuando todavía corrían buenos tiempos en Valencia, Camps, avalado por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tiró de dinero público para colocar su región entre las más prósperas de España. Ahora ocupa el ranking de las más endeudadas. Ninguno de los dos contó con la crisis que se avecinaba mientras levantaban obras majestuosas como la Ciudad de las Artes, donde solo en sobrecostes se pagaron 600 millones de euros al arquitecto Calatrava.

Valencia también quiso un gran premio de Fórmula 1. Por ello, aceptó todas las condiciones de Bernie Ecclestone, a quien pagó 18 millones de euros por el canon y regaló un nuevo circuito urbano porque, según él, el de Cheste no servía. Ahora Fabra renegocia las condiciones del certamen y estudia las indemnizaciones a las que tendría que hacer frente si finalmente termina con el evento como medida anticrisis.

Camps también colaboró con Iñaki Urdangarín, ahora imputado por la Fiscalía, y donó más de un millón de euros para su Instituto Nóos. Fue en la época de bonanza, cuando pensaban que en Castellón hacía falta un aeropuerto y desembolsaron 111 millones de euros para construirlo y 35 millones al año en mantenerlo, aunque nueve meses después de su inauguración todavía no había despegado ni un solo avión. Mientras que el presidente valenciano acaba de anunciar nuevos recortes para ahorrar 1.000 millones de euros, la televisión pública Canal 9 sigue abierta, a pesar de que arrastra la mayor deuda de televisiones autonómicas de España: pierde más de 1.100 millones de euros. No corrió la misma suerte Terra Mítica, el parque temático que nació tras la frustración de no ser la sede de Disney en Europa. Acumuló en diez años más de 200 millones de euros en pérdidas y se sostuvo con presupuesto público hasta que se cedió la explotación a una empresa privada. 

Fabra pretende ahorrar 1.100 millones 

Demasiados lujos a costa de las cuentas de una comunidad ahogada por las deudas. Los planes de ajustes anunciado por el presidente Fabra de cerrar 40 empresas públicas, rebajar el sueldo de los funcionarios, el recorte de complementos salariales de hasta el 50%, suprimir dos días de libranza y reducir el 25% la jornada de los interinos siguen siendo insuficientes para cambiar la tendencia.

Según un informe de la Sindicatura de Cuentas de diciembre de 2011, las cuentas de la Generalitat están ahogadas por el déficit, las deudas, la caída de los ingresos y la falta de liquidez. La tendencia de los ingresos, que llegó a ser positiva en 2009, cayó más de un 10%. La deuda financiera se elevó hasta los 12.577 millones, 3.200 millones más en doce meses. Todo ello, sumado a unos intereses que le cuestan a la Generalitat cerca de un millón de euros al día. Mientras hace unos años los políticos telefoneaban a los miembros del Ejecutivo central para inauguraciones faraónicas, hoy piden a gritos un rescate del nuevo gobierno de Mariano Rajoy y poder salir de la quiebra.

Es la segunda autonomía con mayor volumen de deuda (20.469 millones de euros); ha cerrado 262 camas hospitalarias en 2011; pagó in extremis a finales de año las nóminas de los profesores de colegios concertados y los 60 millones que debía a las farmacias; encabeza el ranking de fracaso escolar más alto de toda España (25%) y tiene a su ex presidente, Francisco Camps, sentado en el banquillo de los acusados por varios delitos de corrupción. La Comunidad Valenciana, tras modernizar la región de arriba abajo con más dinero del que tenía, busca ahora fórmulas para intentar contener el gasto y sacar a la región del atolladero en el que se encuentra.

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