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El Rey mantiene la opacidad: reparte a su antojo 2,8 millones entre los empleados de La Zarzuela
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LAS CUENTAS DE LA CORONA, HECHAS PÚBLICAS AYER, SIGUEN ABRIENDO NUMEROSOS INTERROGANTES

El Rey mantiene la opacidad: reparte a su antojo 2,8 millones entre los empleados de La Zarzuela

El destape de las cuentas de la Casa del Rey, hecho público ayer, apenas ha sacudido el manto de opacidad que durante más de tres décadas ha cubierto las

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El Rey mantiene la opacidad: reparte a su antojo 2,8 millones entre los empleados de La Zarzuela

El destape de las cuentas de la Casa del Rey, hecho público ayer, apenas ha sacudido el manto de opacidad que durante más de tres décadas ha cubierto las finanzas de La Zarzuela. Despejada la incógnita de los sueldos de Don Juan Carlos (292.000 euros al año) y del príncipe Felipe de Borbón (146.000 euros), los interrogantes que deja abiertos la potestad constitucional del monarca de repartir libremente los fondos que le da el Estado (8,43 millones en 2011) siguen superando a las certezas.

El desglose del presupuesto de gastos de la Casa del Rey, anunciado ayer a través de la página web de La Zarzuela, ni siquiera aclara cuál es el salario que Don Juan Carlos distribuye entre la reina Doña Sofía, las infantas Elena y Cristina de Borbón y la esposa del heredero de la Corona, Letizia Ortiz. Ninguna de las cuatro, en realidad, tiene una asignación fija, sino que es el jefe del Estado quien les entrega una cantidad anual en concepto de gastos de representación cuya "proporción y cuantía" varía cada año, y que en 2011 asciende a 375.000 euros.

Cabe suponer que la Reina y la Princesa de Asturias se llevan la parte del león de esa cifra, puesto que la esposa y la nuera del Rey tienen una agenda oficial cargada de actos institucionales, dentro y fuera de España. Por el contrario, la presencia pública de las infantas ha ido menguando en los últimos años -sobre todo la de la infanta Cristina, que reside desde 2009 en Washington-, y será casi testimonial en el futuro, según los planes de la Casa del Rey, por lo que la asignación que reciben de su padre irá disminuyendo progresivamente. Pero ese cálculo no deja de ser una conjetura, puesto que La Zarzuela no lo desveló ayer.

Los miembros de la Familia Real se repartirán este año, pues, 814.000 euros, es decir, casi el 10% del presupuesto global de la Casa del Rey. Sin embargo, el mayor bocado a las cuentas de la Corona no corresponde a los sueldos del monarca y sus parientes, sino al capítulo de gastos de personal, que se lleva el 47,9% del total, es decir, algo más de cuatro millones de euros. Pero teniendo en cuenta que sólo 15 altos cargos y funcionarios al servicio de Don Juan Carlos cobran directamente de La Zarzuela, y que las nóminas de los cerca de 500 empleados restantes las abona la Administración General del Estado, ¿cómo es posible que los gastos de personal representen casi la mitad del presupuesto?

Incentivos al rendimiento

La respuesta, aunque sencilla, no contribuye precisamente a reforzar la imagen de transparencia en las cuentas que trata de proyectar la Casa del Rey tras el estallido del caso Urdangarín: nada menos que 2,8 millones de euros corresponden a "incentivos al rendimiento". Es decir: que el 70% de los gastos de personal se destinan a "retribuir el excepcional rendimiento, la actividad y dedicación extraordinaria, el interés o iniciativa con que desempeñen sus funciones, o bien servicios prestados fuera de la jornada normal de trabajo" por el personal de La Zarzuela, tanto los altos cargos -jefe de la Casa, secretario general, jefe del Cuarto Militar...- como los funcionarios adscritos a los ministerios de Presidencia, Defensa, Interior o Administraciones Públicas.

Eso significa que el Rey, de nuevo, distribuye libremente y sin rendir cuentas a nadie una de las partidas más importantes del gasto, los "incentivos al rendimiento", que suponen el 33% del presupuesto global de la Casa del Rey. Si a ese porcentaje se suma el 10% que representan los sueldos de la Familia Real, el resultado es que Don Juan Carlos sigue repartiendo a su antojo y de forma opaca el 43% de los 8,4 millones de euros consignados este año en la Sección 1ª de los Presupuestos Generales del Estado.

Tampoco aclara la Casa del Rey a cuánto asciende la contribución económica de otros organismos del Estado al sostenimiento de la Corona, que puede alcanzar varias decenas de millones de euros, y que se suman a los 8,4 millones que gestiona directamente el monarca. Así, los gastos que generan los viajes oficiales del Rey y su familia los asume enteramente el Ministerio de Asuntos Exteriores; los gastos de seguridad -incluida la protección de Urdangarín, la infanta Cristina y sus cuatro hijos en Washington- corren a cargo de Interior; los vehículos oficiales y los conductores al servicio de la Corona los costea el Ministerio de Hacienda, y el mantenimiento del palacio de La Zarzuela corresponde a Patrimonio Nacional, adscrito al Ministerio de la Presidencia.       

El destape de las cuentas de la Casa del Rey, hecho público ayer, apenas ha sacudido el manto de opacidad que durante más de tres décadas ha cubierto las finanzas de La Zarzuela. Despejada la incógnita de los sueldos de Don Juan Carlos (292.000 euros al año) y del príncipe Felipe de Borbón (146.000 euros), los interrogantes que deja abiertos la potestad constitucional del monarca de repartir libremente los fondos que le da el Estado (8,43 millones en 2011) siguen superando a las certezas.